viernes, 10 de mayo de 2024

LLEGARÁ EL MOMENTO DE LA ALEGRÍA ETERNA

Hay momentos que las dudas nos asaltan. El mundo está al acecho a través del demonio. Él es su príncipe y tiene mucha ventaja al contar con la debilidad de nuestra naturaleza humana contagiada por el pecado. Sabe aprovechar cada momento y el punto exacto para lanzar su tentación. Y no le supone mucha dificultad engañarnos y seducirnos. En consecuencia, vencernos y apartarnos de nuestra relación con el Señor.

Hay ciertas actitudes y pensamientos que debemos cuidar con mucho esmero y atención. Precisamente en el Evangelio de hoy, Jesús nos habla de que dentro de poco ya no le veremos, pero, dentro de otro poco le volveremos a ver. Su Palabra no tiene desperdicio, siempre se cumple. Tangamos fe, porque dentro de poco le veremos. Ese es nuestro camino en este mundo que, nos sabemos el día ni la hora, pero sí sabemos que nos iremos. Y esa será el momento de volver a ver al Señor, de encontrarnos con Él de forma directa y cara a cara. Será entonces el gozo y la alegría inimaginable y plena.

Es verdad y lo sabemos, antes vendrán, ya nos lo recuerda Jesús, días de llanto y tristeza y nos lamentaremos mientras el mundo ríe y está alegre, pero al final nuestra tristeza se convertirá en alegría eterna. Y esa idea, guardada en nuestro corazón, nos ayudará a sostenernos firmes y fieles a la Palabra de Dios.

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