miércoles, 30 de diciembre de 2009

¿CAMBIAR EL MUNDO? ¿QUÉ PODEMOS HACER?


Una de las frases que más está en boca de muchos de nosotros es, ¿cuando va a cambiar este mundo? Y, también, a veces decimos que "tenemos que cambiar este mundo". Por empezar por mí mismo, debo confesar que lo he dicho muchas veces, y de tantas veces repetirlo he decidido empezar a moverme y aportar, desde mi humilde situación y valía, todo lo que pueda dar en aras de contribuir a que este mundo sea un poco mejor:

¡Hipócritas!: si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar por ustedes mismos lo que se debe hacer? (Lc 12, 56-57).

Alertados por estas palabras del MAESTRO, los cristianos de todas las épocas hemos sabido que nuestra aspiración a la vida del más allá pasa, necesariamente, por estar muy atentos a la vida del más acá. Precisamente en esto consiste nuestra vocación laical.

Esto que quede claro contra todos aquellos que critican a la Iglesia y, por supuesto, a los que formamos la Iglesia, los creyentes católicos, que nos tachan de angelismo y de mucho rezar pero poco de enfrentarnos a los problemas que tenemos delante de nuestra narices. Si, posiblemente hayan muchos que no demos la medida, pero sí que hay muchos que la dan y sus vidas son ejemplos visibles de entrega y servicio, sólo por amor, hacia los demás.

Todo esto es evidente y palpable, por lo que no merece emplear más tiempo en expresarlo. Hoy mismo si la Iglesia se retirara del servicio a los problemas que se plantean en el mundo, la humanidad quedaría muy tocada por el caos asistencial, el desconcierto y la tragedia. Esto no significa que la Iglesia pueda con todo, pero mucho de lo que se hace y se soluciona es debido a la Iglesia.

Hay muchos apellidos y nombres de personas anónimas que conozco trabajando en estos menesteres que podría citar, pero no es el caso, ni tampoco se necesita ningún aplausómetro para medir lo que se hace. ¡Que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha!, dice el SEÑOR. Y todo esto, ¡mirar al mundo!, es sufrir porque hay muchas cosas que son objetivamente contrarias al Evangelio. Las tres grandes virtudes, fe, esperanza y caridad que nos hacen gozar, esas mismas nos hacen sufrir, especialmente la caridad.

Vivimos en una sociedad que no nos gusta, al meno no nos gusta del todo. Miremos hacia donde miremos, vemos que es mucho lo que hay que redemir: mucho que limpiar, mucho que cambiar, mucho que sanear. Ahí está el mundo de la infancia, de la juventud, de la vida matrimonial, de la ancianidad, el mundo de la educación, de la política, de la familia, etc., todos ellos con inmensos sectores de bautizados desorientados, desnortados, viviendo de espaldas al Evangelio, produciendo en consecuencia frutos de muerte.

No es necesario aportar datos. Ante el estado actual de las cosas hay una pregunta inevitable, que los cristianos hemos venido repitiendo desde el día de Pentecostés: ¿qué tenemos que hacer, hermanos?, pregunta que al hacérnosla hoy, en su dimensión social, se podría traducir por otra: ¿cómo arreglar esto?

Independiente de nuestra fe y pensamiento, los frutos de muerte los vemos y los padecemos todos, quienes tenemos planteamientos cristianos y quienes no los tienen. Unos y otros discrepamos en las causas de los problemas de nuestro mundo y discrepamos también en las soluciones, pero venimos a coincidir en la valoración de los hechos.

El fracaso escolar es fracaso escolar para todos, y del mismo modo la ruptura de los matrimonios, la violación domestica, las miserias del consumo de drogas, la prostitución o el alcoholismo. Todos padecemos las consecuencias de estos males seamos de donde seamos, pensemos como pensemos, y creamos en quién creamos.

Ahora, ¿cuáles son las respuestas que se vienen dando desde los poderes público? Básicamente dos: las campañas publicitarias y el parcheo. O sea, nada de nada, porque las soluciones no están en ir parcheando como se pueda. Ahora se mueren un par de jóvenes por el problema del botellón, nos echamos las manos a la cabeza con una ingenuidad culpable, hacemos un par de campañas estériles que cuestan un dineral y... ahí siguen nuestros muchachos poniéndose morados de veneno cada fin de semana. ¿Que se nos mueren otros dos por sobredosis de éxtasis? Pues clausuramos el lugar de los hechos, y a continuar con el problema.

Mención aparte merece el aborto, a pesar de los gritos y de las campañas, firmas, denuncias de todo tipo, continúan muriendo niños en el seno de sus madres, impidiéndoles nacer a un mundo al que tienen derecho.

Ante toda esta problematica, encontrar soluciones y recetas para poner las cosas en su sitio no es tarea fácil, ni creo que tenga soluciones a corto plazo. Conocer las causas por las cuáles hemos llegado a estar como estamos sería muy difícil de ver, y además no es el problema principal ni interesa en estos momentos. La situación es esta y lo importante es discernir y buscar como podemos salir de ella.

Por lo tanto, si no podemos dar soluciones concretas para los problemas concretos, ¿de qué se trata entonces? Se trata de buscar la verdad en construir un mundo nuevo, ¡hacer un mundo nuevo!. Ciertamente es un ideal que nos sobrepasa, pero no podemos aspirar a menos.

Y la respuesta nos la da la Iglesia: se empieza haciendo hombres nuevos, y la Iglesia no propone utopías. La verdad es que no hay humanidad nueva si no hay, en primer lugar, hombres nuevos, con la novedad del Bautismo y la vida según el Evangelio. Y, ¿dónde están esos hombres nuevos? Nosotros, los creyentes, que sabemos que DIOS ama este mundo; nosotros que sabemos que DIOS no mandó a su HIJO al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por ÉL; nosotros que somos los que hemos conocido y hemos creído el amor que DIOS nos tiene.

Y esto es muy serio, porque de esto vamos a ser juzgado, y no de otra cosa, ni de tanto rosarios, ni Eucaristías, ni de nada... Esas manifestaciones deben ser expresiones de esta responsabilidad de implicarnos en el mundo que vivimos. Porque estamos necesitados de luz, de fortaleza, de buscar soluciones de solidaridad, de implicarnos en dar respuestas a estos problemas, oramos, rezamos el Santo Rosario, nos alimentamos del Cuerpo y la Sangre de nuestro SEÑOR JESÚS.

Debemos de hacer una revisión exhaustiva serena y tranquila, para encontrar los puntos donde debemos corregir nuestro rumbo. Un rumbo que nos viene desde muy lejos, y que nosotros hemos continuado. Estamos todos inmerso en estos errores, pero, hoy, nos toca a nosotros tratar de corregirlos y entregárselos a nuestros hijos lo más orientados que podamos para que ellos continúen la labor de purificarlo en su recorrido. En sucesivas reflexiones trataremos de profundizar en estas actitudes que, pienso, es nuestra responsabilidad Bautismal.

lunes, 28 de diciembre de 2009

ES URGENTE, MUY URGENTE- SUMATE CON TU ADHESIÓN.


Hoy día de los Santos Inocentes, 28 de diciembre, es una fecha clave en la historia de la humanidad. Cientos de niños inocentes fueron pasados a cuchillos porque iba a nacer un Rey que no interesaba que naciera, pues comprometía el poder y acomodamiento del que ya estaba. La avaricia, la vanidad y la ambición del egoísmo humano continua cometiendo el mismo genocidio de hace aproximadamente 2009 años.

Por todo ello, los creyentes y no creyentes en ese Rey, que a pesar de todo los obstáculos nació, aunque pobre, en Belén y que su Reinado es un Reinado de Justicia, Paz y Amor, debemos unirnos y alzar nuestra voz en favor de todos esos niños que continúan siendo víctimas de la avaricia, vanidad y ambición del egoísmo muchos hombres y mujeres que impiden que salgan a la luz, nacidos ya en el seno de sus madres.

¡Juntemos nuestros votos y un sólo grito de VIDA frente a la muerte! Por ello sumate a esta campaña que proclama la defensa de todos los niños nacidos en el vientre de sus madres, pero impedidos de ver sus rostros y la luz del mundo.

domingo, 27 de diciembre de 2009

NO SE CULTIVA LA SEMILLA ADECUADA.


El fruto de una tierra depende de muchos factores, pero de forma imprescindible de algo tan importante como la semilla que se quiera plantar. Podríamos abonar con el mejor abono, arar con el mejor método de arar, cuidar y mimar cada metro de tierra como una esmerada atención, y darle toda el agua que necesite, así como el sol, más si la semilla no es buena, la cosecha será mala.

Igual puede estar ocurriéndonos en nuestro mundo. Se puede avanzar todo lo que quieran, descubrir nuevas técnicas y avances científicos que nos hagan la vida más confortable, más agradable, más segura, más saludable...etc. pero si lo que se siembra no son los valores fundamentados en la verdad, todo lo que se recoja será malo y causará nuestra propia destrucción.

Y estos pensamientos tan sencillos, que parecen que no tienen la fuerza y el convencimiento de llamar la atención, ni preocupar a nuestros dirigentes, están palpandose en la realidad con los hechos vividos a diario en nuestro mundo. Por doquier se lee y se ve en los diferentes medios de comunicación las noticias de agresiones de parejas, de familias, de relaciones rotas por enfrentamientos, divorcios, pleitos y conflictos dispares y de todo tipo...

La semilla plantada está podrida y sus frutos salen podridos, mal olientes, infestados, llenos de bichos destructivos y venenosos. Aunque aparentemente todo luzca hermoso, mejor, placentero, prometedor y desbordando felicidad, detrás se esconde la basura de lo caduco, finito, que termina en el propio egoísmo sin medida y creciente hasta explotar en la destrucción.

El desamor y la indiferencia terminan por horadar la unión familiar y por arrojar a sus miembros al mar de la soledad, del sin sentido, de las relaciones de desconfianza, del interés material, de los objetivos egoístas y tantos otros. Todo lo que no esté apoyado en el verdadero sacrificio del darse y ofrecerse por el bien de los dos, de la familia y del bien común, terminará por arrastrar al mar del individualismo y de la desesperación. Consecuencia: la destrucción y la muerte.

La familia es la única comunidad en la que todo hombre es amado por sí mismo, por lo que es, y no por lo que tiene; así lo proclamó vibrantemente, en 1982, el Papa Juan Pablo II, en la madrileña plaza de Lima, durante su homilía en la Misa para las familias cristianas, ante más de dos millones de fieles.

Y cuando el calor de la familia, la verdadera semilla y núcleo de la sociedad, es separada y atacada por el virus del egoísmo material, sexual, egoísta, buscando sólo el bien del individuo y su realización de bienestar material, por encima del bien de la familia, la cosecha resultante será la que ya estamos viendo en nuestros pueblos y ciudades.

Los malos tratos, las agresiones a las mujeres, las familias enfrentadas, los hijos sin rumbos, desorientados, arrojados a lo fácil, cómodo, plancentero, promiscuo...etc. terminaran por infectar y contagiar toda una sociedad de basura, desorden y muerte. Y los síntomas empiezan a verse con mucha más frecuencia cada día.

El hambre, los desequilibrios psicológicos, la indiferencia, las guerras de padres e hijos, la falta de respeto a los mayores, eutanasia, abortos, conceptos que confunden en lugar de clarificar, hombres con hombres, mujeres con mujeres, hombres y niños/as... y un sin fin de barbaries que ya esto parece una sociedad de los tiempos arcaicos más que de los tiempos mal llamados superdesarrollados y de avanzada tecnología.

El amor entre todos sus miembros es la primera ley familiar. No se puede cambiar la sociedad cambiando sólo las estructuras externas, o buscando la satisfacción de las necesidades materiales, porque ahí no está el bien perdurable y eterno. Todo esto pasa y se acaba, y termina por agotar nuestra esperanza y anhelo de perfección. Sólo el ideal en el verdadero amor, que exige darse, y en correspondencia recibe, desde la libertad y cultivado en el calor de la familia es capaz de supervivir en un mundo viciado y perdido en su propio egoísmo.

Estamos, pues necesitados de proclamar, como hoy se hará, de elevar el valor de la familia al más alto rango de importancia, sustentado en los valores cristianos del amor que aseguran y perpetuán el crecimiento y maduración del ser humano, respetado en toda su dignidad, para el bien del propio hombre y de toda la sociedad.

domingo, 20 de diciembre de 2009

CUANDO SE SIEMBRA, SIEMPRE SE RECOGE.


De todas las cosas que hacemos en la vida se pueden sacar buenas conclusiones y lecciones que nos ayuden a mejorar como personas. De cualquier forma, el éxito es una suma de fracasos, y sólo fracasando, no intencionadamente, sino persistiendo y perseverando en el empeño de hacerlo bien, se llega a descubrir el olor de la victoria.

A la hora de enfrentarnos a una elección, hay que decidir que camino tomar. Y hay dos resultados, tomar el malo, con lo cual descubrimos que ese era el malo, o tomar el bueno y afirmarnos en nuestra elección. Bien, es verdad, que al tomar el malo invertimos tiempo y retardamos la llegada de los resultados, pero bien reflexionados y atentos nos ayudará a descubrir donde está el verdadero.

El mal nos enseña el bien cuando lo que buscamos es el bien. Y no debemos desesperar, sino confiar en el trabajo, perseverar con fe y constancia y madurar con la esperanza que el tiempo traerá la cosecha. Y todo esto redundará en el bien de todos y todos se beneficiaran del bien hacer del otro. Y los que no lo quieren entender así seguiran erre que erre hasta descubrir que han perdido mucho tiempo, más del debido. Y en ese contexto, el tiempo es oro, porque puede ser que se llegue algo tarde y el remedio sea mucho más costoso y largo.

Y lo más importante está en descubrir que todo trabajo bien hecho está sustentado en los valores. Hoy me quiero fijar en el extraordinario éxito del F.C.Barcelona. Tengo que manifestar que soy simpatizante moderado, o mejor dicho, razonable y no alocado. Siempre he entendido que lo que le ha faltado a ese equipo es un dirigente que, en Guardiola, ha encontrado la medida y respuesta deseada.

Dicho esto, observo que Guardiola apoya su trabajo en la humildad, en el trabajo de superarse, de trabajar ante cualquier tipo de contrario deportivo o competición que se juegue; de unidad y colectivo, dándole mucha importancia al respeto, a la escucha, al tratamiento de persona y colocándose en cada situación en el lugar del otro. Y de mentalidad, mentalidad positiva, de confianza, de creer en lo que haces y de servir en una comunidad al esfuerzo del otro.

Todos estos valores, unidos a la calidad personal, al estudio integral de habilidad y valores integrado en la persona, hacen que se conforme un grupo sostenido en el respeto, la fraternidad, la camaradería, la unidad, la alegría, las oportunidades, la justicia, la sencillez, el servicio, la valoración, la escucha, la atención...etc.

De este coctel resulta un conjunto que juega y se mueve de forma mecánica, con sentido, con apoyo, buscando el resultado y sirviendo al colectivo. Y no pensando en el futuro, sino viviendo el presente como si de ese momento dependiera todo. Mantener esa mentalidad hace que la cosecha esté abonada, bien cultivada, cuidada y, si no ocurre ninguna tragedia natural, pronto se verá el fruto buscado y apetecido.

Y este es el caso del F.C. Barcelona, que unas veces ayudado y beneficiado por algo de suerte, y otras por sus propios valores, han alcanzado la gloria deportiva de ser coronado hoy como el mejor equipo del mundo. No sólo por el último campeonato ganado, sino por la trayectoria de todo el año en curso donde ha vencido en todos los trofeos y competiciones que ha participado. Y desplegando en la mayoría de las veces un juego fluido, bello y bien realizado.

Igual, ahí están las aplicaciones que podemos sacar para nuestra vida espiritual, ocurre en otro orden de aspectos. Podemos converger que en nuestra vida debemos persistir, perseverar y luchar aún en los momentos más difíciles, duros y oscuros. Siempre pensando que el trabajo bien hecho, la oración confiada y abandonada en Manos de nuestro PADRE dará, cuando ÉL lo quiera, donde quiera y como quiera, el fruto que esperamos, pues de un PADRE no puede venir sino lo mejor para el hijo.

Y ese bien actuar es reflejo que debe alumbrar y servir para otros clubes empecinados en llegar a la cosecha por el camino más corto, sin esperar a otros menesteres necesarios, y sólo apoyados en el poder económico o prepotencia de exigirse ser los primeros. Descuidando la comunidad de jóvenes que se afanan en llegar, en mejorar, en ser defensores de sus ideales deportivos.

En esa labor todos serían beneficiados y, como la levadura fermenta en la masa, los buenos ejemplos de los famosos, de su buen hacer, la humildad de sentirse agradecido por los dones recibidos y muchas cosas más, serían ejemplos para esos jóvenes que se miran en ellos. Es el caso de los Iniestas, Xavi, Messi, Pedro, Piqué Jeffren, Puyol, Bojan, Busquets, Jonathan, Gai, Muniesa, Fontás, Dos Santos...ect.

Concluimos afirmando que el deporte serviría para hacer y mejorar a las personas y, con ello, contribuyendo a crear un mundo más en paz, justo y fraterno entre todos los hombres.

jueves, 17 de diciembre de 2009

¡ QUÉ HUBIESE OCURRIDO SIN JESÚS?

Foto tomada del archivo fotógrafico de Daniel Prado (http://www.daniel.prado.name/Varios-Viajes.asp?art=152#coliseo_roma_anfiteatro_flavio)
He leído en algunos comentarios la crítica despiadada al cristianismo acusándolo de ser el culpable de los atrasos históricos en la evolución de la cultura y adelantos sociales que la civilización ha experimentado a lo largo de su existencia. Hoy se emplea mucho el desacreditar la cultura cristiana señalándola como la pandemia de todos los males que nuestra civilización vive y experimenta en esta época.

Pero todo esto se dice sin más, como otras muchas cosas. No se presentan razones ni justificaciones que descubran de forma evidente y lógica lo que la palabra vomita y proclama. Así de simple, se vocifera y grita, sin el más puro indicio de que esa sea la verdad, y de que, tampoco, eso importe mucho. Sólo se trata de atacar, en este caso al cristianismo, y desprestigiarlo y acusarlo de todos los males que hoy padecemos.

Dicho esto, podemos pararnos un poco y reflexionar sobre lo que hubiese sido el Imperio Romano sin el concurso de la Iglesia. Los cristianos elevaron la posición de la mujer, "¡atentas las mujeres!"; no exponían a sus bebés, no se divorciaban de sus esposas, evitaban las prácticas sexuales que pudieran ponerlos a ellos a a sus esposas en peligro, honraban a las mujeres testigos de la fe.

El matrimonio se convierte, no en una institución para la gratificación, sino para la humildad mutua. También mitigaron la crueldades de los paganos, no participaban en los sangrientos espectáculos de la arena, no cosían a puñaladas a las prostitutas que tenían enfermedades, suavizaron el esclavismo, incluso vendiéndose a sí mismos como esclavos para liberar a otros.

Asumieron la responsabilidad cívica, ya que desarrollaron redes de apoyo para cuidar de los enfermos, viudas y huérfanos. No ignoraron la miseria de aquellos que sufren de hambre, sed y desnudez. La preocupación por los pobres es parte integral de nuestra cultura moderna gracias al cristianismo.

Los libros de texto, basados en el odio ilustrado contra la cristiandad, afirman que la Edad Media era oscura. Sin embargo, durante la Edad Media, Europa disfrutó de una de las culturas más florecientes jamás vistas en el mundo, y ello porque vivían en un mundo redimido del pecado, en el cual el Salvador había triunfado sobre la oscuridad y la muerte.

Amaban el mundo, todo lo contrario de la idea que se quiere expandir de tristeza y masoquismo, y disfrutaban de la libertad de la esperanza. La esclavitud desapareció, de no ser por el cristianismo muchos que gritan tanto serian esclavos hoy. En la Edad Media había más igualdad de vida, menos diferencia entre ricos y pobres de lo que pensamos. Y no se podía ser un solitario: uno pertenecía a una familia, un pueblo, un gremio, una Iglesia, siempre rodeado de gente. Todo lo contrario a lo que sucede hoy donde experimentamos, cada día más, la destrucción del núcleo familiar. Hoy su vitalidad nos pondría de los nervios, tendríamos que frotarnos los ojos para acostumbrarnos a la luz.


Ecologistas sin etiquetas. Estaba implícito en ellos conservar y guardar toda su época, tanto cultural como arquitectónica, paisajista, física y... No construyeron las catedrales para que fueran pequeñas, oscuras y macabras estructuras que reflejaran su miedo y su ignorancia. Son las obras más espléndidas que adornan la tierra. La belleza del mundo no es rechazada, sino que es guiada hacia la belleza del Cielo. El cristiano ama al mundo, la luz, la alegría, la esperanza de mirar hacia el Cielo porque persigue y quiere ser feliz eternamente. La luz llama a la luz. Fue la fe la que engendró esa energía.

El saludable apetito intelectual explica por qué los hombres de la Edad Media inventaron lo que todavía llamamos Universidad, pero lo que nosotros llamamos así haría ruborizar a aquellos escolásticos. Fueron siglos de estupendos logros culturales. La música moderna nace con el canto gregoriano; nace la sociedad comercial, el sistema bancario internacional, el crédito y la contabilidad moderna; los artesanos forman gremios para proteger sus negocios. Hubo un momento, hace mil años, en que España construyó una de las columnas vertebrales de Europa: el Camino de Santiago, una de las grandes aportaciones a la cultura europea.

La idea de los derechos humanos, Sr. Zapatero, usted que tanto habla de eso, nació en España. En 1550 Carlos I tomó la decisión de detener la conquista hasta tener la certidumbre de que se estaba obrando en justicia. Para ello, sometió la cuestión a una junta de sabios, en lo que se conoce como la Controversia de Valladolid. La Escuela de Salamanca, con Francisco de Vitoria a la cabeza, fundó el Derecho internacional moderno, sentando las bases del Derecho de gentes, el precedente de la idea moderna de los derechos humanos: "Los indios no son seres inferiores, sino que poseen los mismos derechos que los demás hombres y son dueños de su vidas y de sus tierras.

Moisés recibió la Ley que todos los legisladores del mundo posteriores no han hecho otra cosa sino adaptarla, precisamente porque esa es la Ley que necesitamos y deseamos todos los seres humanos del mundo. Y nadie ni nada ha aportado algo nuevo a la única verdad del mundo.

Me pregunto, ¿dónde estaban los socialistas agnósticos y anticristianos por aquel entonces? ¿Posiblemente no existían? Luego, ¿cómo se arrogan esos méritos y acciones que achacan a la Iglesia haber impedido desarrollarse? Nuestro pasado es nuestro futuro, y hay unas bases sin las cuales la civilización occidental es inconcebible, y esa roca en la que se fundamenta es el cristianismo cuya cabeza es JESÚS.


Y no quiero excluir el tema de la Inquisición, tan aprovechado para intentar tambalear los cimientos donde se fundamenta nuestra cultura. Si intentamos comprender el pasado con conceptos del presente, no entenderemos el presente ni el pasado. En la España del Renacimiento, la Inquisición se establece con el fin de combatir las prácticas judaizantes de los conversos, para lograr el imperativo político de la época: crear una sociedad homogénea y pacificada.

La Inquisición fue intolerante, porque en el siglo XVI todo el mundo era intolerante, y no sólo España. Pero España fue el país de Europa que menos brujas quemó, y ello precisamente gracias al celo jurídico de la Inquisición para estudiar los sumarios y documentar las acusaciones. Los españoles cometimos abusos en América, pero las tres imputaciones de la leyenda negra - genocidio, esclavitud e Inquisición - son falsas.

Hoy sabemos que una gran mayoría de muertos fueron causados por virus, algo que ningún español podía conocer. Los españoles no podían esclavizar a los indios: La Reina Isabel lo prohibió en su Testamento,y Carlos I lo subrayó en las Leyes de Indias. La leyenda española en América es falsa, los españoles debemos saber la verdad.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

LA LIBERTAD, ¿QUÉ TRAE ESCONDIDA EN SU ESENCIA?


Cuando hablamos que el mundo ha sido hecho por un Creador o cualquier otra fuerza misteriosa que lo ha estructurado y formado a lo largo de milenios, estamos hablando de incoherencias que no llegan a explicar el sentido exacto de la creación. Porque en un mundo creado, sin más relación de lo creado con su creador que la perfección de la criatura y materia, no tiene sentido los conceptos del honor, del bien o el mal y, sobre todo, de la libertad.

Ser libre implica que quién hizo al hombre y todo lo que le rodea tiene una misión y un sentido de respuesta y relación. Porque la vida sin libertad es la vida determinada con unos objetivos ya marcados que condenan a un camino obligatorio y a un vida destinada a un fin integrado en la misma creación. No tendría sentido ninguno tener ese don misterioso que se llama libertad.

Ser libre responde a una esperanza de ser tu mismo quién determines tu vida y elijas la posibilidad de ir por aquí o caminar por allá. De destruirte de esta forma o de buscar la felicidad y eternidad que sientes en lo más profundo de tu ser. De evolucionar y no permanecer parado, pues en el camino haces uso de tu libertad.

Ser libre exige vida y la vida demanda amor, porque sin amor nada tiene sentido. En el reino animal existe un amor instintivo que garantiza la procreación de las especies, pero cumplido este reina la ley del más fuerte y el instinto de conservación. Desaparece todo vestigio de amor y comprensión. Ser libre descubre que lo creado está vinculado al amor y el amor es el sostén donde se apoya el ser humano para buscar y encontrar el sentido y la respuesta de su vida.

También, ser libre comporta un riesgo de ser mal empleada y de utilizarse en provecho propio, lo que lleva a enfrentamientos, luchas, guerras y destrucción, que siembran miserias y muerte. Por eso, libertad implica amor, porque con la presencia del amor se puede llegar a emplear bien la libertad. Y todo eso nos hace deducir que necesitamos a Alguien que nos acompañe a descubrir y a vencer la apetencia de alejarnos del buen uso de nuestra libertad.

Quizás, dentro de pocos días, esperamos celebrar la venida de ALGUIEN que nos promete victoria si optamos por amar, pero un amor que lleve consigo compromiso, que aterrice en los problemas que el hombre demanda para conseguir todo aquello para lo que fue creado. Así si podemos entender que la libertad tiene sentido y que el mundo fue hecho por ALGUIEN que lo ama hasta darse enteramente, comprometidamente por él.

domingo, 6 de diciembre de 2009

LA LIBERTAD ESTÁ SUSTENTADA EN LOS VALORES.



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Sucede que Aminatou Haidar está en el aeropuerto de Lanzarote, mi isla natal, y está porque está privada del derecho elemental que tiene todo ser humano por el hecho de ser hijo de DIOS. Porque no le viene ese derecho del hombre, sólo se lo ha dado quien lo ha creado y lo ha defendido hasta entregar su propia muerte en la Cruz, en la Persona de su HIJO Unigénito.

Por el hombre es esclavizado y continua siendo esclavizado y ultrajado. Ejemplo lo tengo cerca de mi casa, a unos seis kilómetro aproximadamente, en el aeropuerto de Lanzarote. Allí se encuentra Aminatou Haidar marginada y privada de su libertad a pesar de tantas adhesiones de apoyo y de saludos. El Gobierno de Marrueco hace caso omiso y se pasa los derechos de Aminatou por debajo de la puerta, por no decir otra cosa, y aquí no pasa nada.

Luego mañana se reunen con otros para hablar de derechos, libertades y justicia. Todo una sarta de mentiras que parecen ya normales y sin importancia. Claro, ¿quien pone la verdad y la justicia? Cada uno se inventa la suya propia, y todavía hay ciegos empecinados en que esto del relativismo es un invento y majadería de algunos... Y, ¿quien se erige con la autoridad de levantar su voz proclamando la verdad si él está lleno de mentiras.? Sólo puede proclamarla quien tiene autoridad para ello y quien está libre de toda culpa. Todos sabemos quien...

Dice un texto de Václav Havel, comenta el Papa: "La dictadura se basa en la mentira y, si se superara la mentira, si todos dejaran de mentir, y, si viniera la luz de la verdad, se daría también libertad. Significa ello que la verdad engendra la libertad, y sin libertad no hay verdad. Ambos conceptos están entrelazados y uno incluye al otro.

Libertad no es libertinaje, arbitrariedad, sino que está ligada y condicionada por los grandes valores de la verdad, del amor, la solidaridad y el bien general. Si esto fuera así, la consecuencia sería la libertad inmediata de Aminatou y regreso a su patria. Si esto fuera así, la consecuencia sería la libertad de muchos pueblos subyugados, privados de todo derecho y sometidos a la arbitrariedad y capricho de otros. Si esto fuera así, los inocentes niños nacidos en el seno de sus madres tendrían asegurado su derecho a vivir y a desarrollarse independiente de su estado físico y natural.

Si esto fuera así, consecuencia de ello sería la abundancia de alimentos y medicinas necesaria para todos aquellos pueblos que sufren la precariedad y el abandono por el egoísmos de otros empecinados en tener y poseer. Si esto fuera así, la consecuencia sería el respeto a la libertad religiosa, a la igualdad entre todos los hombres y a la convivencia pacifica y en paz. Si esto fuera así, la consecuencia sería que la ética no es algo ajeno a la economía, sino que es un principio interior en ella, pues la economía no funciona si no tiene en cuenta los valores humanos de la solidaridad, las responsabilidades recíprocas, y si no integra la ética en la edificación de la misma economía.

Por todo ello, vemos que cuando el hombre se empeña en construir un mundo desde sí mismo, se confunde, no se entiende, se enfrenta, se pierde y termina por perder el rumbo de su propio destino sumido en la más absoluta oscuridad y sometido a sus propios egos y vicios que terminan por corromperlo y destruido. Una vez más queda indigestado por la manzana que tanto le ha deslumbrado y apetecido, pero que, al engullirla percibe que está infectada de gusanos y podrida en su interior. Queda encerrado en su propio vacío y en su propia soledad que termina desesperándolo y sumiéndolo en un camino sin esperanza y sin sentido.

jueves, 3 de diciembre de 2009

¿POLÍTICO Y SANTO? SÍ, SE PUEDE.


El dos de diciembre reflexionando sobre Aminatou Haidar hablaba sobre la solidaridad y la coherencia. Ser solidario, concluía, significa ser coherente y responsable con quien se solidariza. Ese es el punto que quería reflexionar y que desnudaba a todos aquellos que solidarizados con una causa o persona, sólo lo hacen por intereses, vanagloria o prestigio. Cada cual que reflexione para sí y si se siente aludido que busque las razones del por qué.

Sacaba a relucir la figura de nuestro político Bono refiriéndome a un artículo, esplendido para mí, de elegilavida sobre él. Y lo hacía porque tiene mucha vinculación con lo que yo exponía y quería llamar la atención. Creo incluso que hay una resignación o un sentimiento que lleva a admitir como algo incompatible la actitud de ser un buen político y un buen creyente católico. Incluso, debo confesar que dicho sentimiento ha sido mío por mucho tiempo y, posiblemente, haya sido el culpable de que no haya intervenido en la política.

No quiero eludir mi responsabilidad, pues en mi descargo puedo decir que parte de mi juventud fue vivida en la dictadura, pero no debo eludir que tuve oportunidades de intervenir, pues amigos míos de mi edad están todavía metido y ocupando cargos de responsabilidad. Si, debo también decir que probablemente no hubiese estado mucho tiempo, pues cuando intentas nadar contra corriente terminas o agarrándote a la orilla o arrastrado por la corriente.

En el primer caso, agarrado a la orilla es acabar fuera del ambiente político, pero siempre fuera o dentro puedes luchar y trabajar coherentemente con tu fe. Y si has estado dentro con mejor conocimiento de lo que sucede interiormente. Por lo tanto, excusas no hay, sólo arrepentimiento y aceptación de mi miedo o descompromiso, porque lo de ver los toros desde la barrera es más descomprometido y cómodo.

Hoy, aceptando mi pecado, lucho como puedo por unir la oración y la vida, y ser aquí y allá el mismo de acuerdo con mi fe en JESÚS y en su estilo de vida. Eso me lleva a entregarme en cuerpo y alma en luchar y proclamar sus enseñanzas. Y a denunciar todo aquello que vaya en contra, pues la Verdad está en ÉL. Todo, claro, desde la libertad, el respeto y la comprensión apoyado en el amor.

Y esto que comparto y defiendo está demostrado en aquellos que lo han llevado a cabo. Son los Santos, que los hay de todas las edades, sexo y estamentos. Son los Santos que sí, injertados en JESÚS, han superado toda corriente y se han enfrentado sin tregua y fortalecidos en el ESPÍRITU a nadar cuesta arriba hasta cumplir su misión.

Y nada mejor que presentarles uno. Les hablo de Igino Giordani, cofundador de la Democracia Cristiana, padre de la Constitución Italiana y periodista considerado además por Chiara Lubich cofundador del Movimiento Focolar. Mirando, ahora, nuestro arco parlamentario, quizá a más de uno le cueste creer que un político puede ser santo... En Rocca di Papa, cerca de Roma, acaba de cerrarse la fase diocesana del proceso de beatificación de Igino Giordani.

De nuevo la prueba del algodón, pues si una persona ha superado la prueba, significa que los demás lo podemos hacer también. No de la misma forma; no con la misma brillantes, pero si con la misma actitud y con la misma verdad. Se puede ser profesional y político y creyente católico en todo los momentos de tu vida, y vivir las Bienaventuranzas en cada momento, en cada situación...

Y quien no lo crea así y tenga dos caras, una para DIOS y otra para los otros está mintiendo y es un farsante. Quien defienda en un lugar a DIOS, pero mire para otro lado cuando está en otro lugar y con otra gente, está mintiendo y es un farsante. Quien defienda la vida en un lugar, pero calle ante la aceptación de la muerte en otro, es un hipócrita, mentiroso y farsante. Y bien sabe lo que dijo JESÚS sobre ellos.

domingo, 29 de noviembre de 2009

EL IMPERIALISMO INTEGRAL.


La experiencia que todos hemos vivido es que cuando nos acercamos a comprar algo que necesitamos obtenemos la respuesta de que lo que nos ofrecen es lo mejor. Nadie deja su oferta por debajo de los otros. Siempre hay un por qué para inclinarse a comprar lo que él ofrece. Nos tocará a nosotros discernir donde está el mejor, o, al menos, cuál es el que más me puede convenir aun a sabiendas de que no sea el mejor.

Pero, junto a estas respuestas que experimento, siento la inquietud por saber donde está el mejor, o, por lo menos, quien dice la verdad. Y las conclusiones son siempre que la verdad sólo puede ser una y que los demás están mintiendo. O, simplemente, mienten todos, porque ninguno es el mejor. No hay nada, proporcionado a su valía, que sea el mejor, porque todo tiene imperfecciones y fallos y experimentamos que siempre todo es superado.

Sin embargo, todo se nos vende como lo mejor, porque no importa mentir sino vender aunque sea con engaño y mentira. Esto nos lleva a definir que toda meta está teñida de ambiciones políticas, económicas, de marcado interés productivo que redunde en obtener pingües beneficios personales o para singulares colectivos. Este imperialismo es producto de una concepción del hombre que se constituye como ordenador y controlados del universo y de los que habitan en él.

Todo este complejo mundo, movido por egoísmo de poder y de mando, se organiza de forma que un bloque unido por la industrialización y la intelectualidad vislumbra el poder de otro bloque que sólo posee la materia prima, ignorando como utilizarla, y que el universo ha puesto en sus manos. Creo que la fábula del cuervo y el zorro puede alumbrar muy bien la idea que quiero expresar: Unos, poderosos, astutos, industrializados, se dicen: hagamos que lo que tienen otros sea nuestro, aún de forma indirecta, y controlemosno para que no se vuelva contra nosotros.

Nacen de esa forma las luchas de unos que intentan subyugar a otros, y continuamos en ese camino, que va dejando muchas huellas de hambre, enfermedad, ignorancia, abortos, sida, drogas, ... muertes. Es el poder de unos contra otros; el control de unos contra otros; la causa de las crisis económicas que uno controlan para que otros obedezcan y les sirvan.

Y desde ahí me pregunto, ¿a quién creer? ¿Quién es de fiar? ¿Dónde está la verdad? Tanta literatura, tantos puntos de vista, tantas críticas y defensas que no tienen crédito ni testimonian la verdad, sino su verdad. Sólo puedo creer en ALGUIEN que la defendió con su vida, la predicó con su Palabra, y la experimentó con sus obras y su entrega hasta morir entregándose totalmente hasta la última gota de su sangre.

Sólo puedo creer en AQUEL que me dio todo y predicó sólo la Verdad, manifestada en sus obras y su vida. Y en el que se cumplió toda promesa hasta la Resurrección Gloriosa tal y como había sido profetizada. Hoy mismo, en la lectura de Jeremías, centenares de siglos antes, se profetiza su nacimiento, y se cumple en Belén ciento de siglos después. No hay nada que se pueda objetar. Por eso, porque ahí está la felicidad que buscamos, y porque sólo ÉL tiene Palabra de vida eterna, yo soy creyente católico.

Sólo una cosa, qué todo lo que está pasando, arriba comentado, son consecuencias de la indiferencia de no abrirle las puertas para que ese niño que, muy pronto celebraremos su nacimiento y no otras fiestas, nazca en nuestro corazón.

jueves, 26 de noviembre de 2009

EN RESPUESTA A LOS ENTENDIDOS E INTELECTUALES.


Cuando queremos rechazar una verdad o proyecto podemos usar una y mil formas de desvirtuarla y de oscurecerla hasta el punto de esconderla como si no fuese verdad o no se vea así. Son los artilugios de los que tienen el don de la palabra e inteligencia para disfrazar la verdad y poner en su lugar las suyas.

Son los que dicen, ahora, después de siglos y siglos de investigación e historia, que ellos saben más que otros y que su verdad es esta, o al menos, sin aparente esfuerzo de imponerla, sí la ofrecen como su propia verdad y la venden como si de perfectos alfareros se trataran al presentar su obra.

Son tan presuntuosos que contraponen el bisturí del raciocinio, del que ellos son fuentes y testimonios, a la subjetividad del mito, de tal modo que el balance final le dota de argumentos para concluir la irracionalidad de una religión que proclama a un DIOS "que no es persona de la que uno puede fiarse", que "no oye" las súplicas de los pobres y desgraciados, esclavizando a los seres humanos.

Pero ignoran todo aquello que testimonia la verdad y que les delata como no portadores de la misma. Se agarran a lo literal de lo que pueda servirle para interpretar desde su rebeldía el plan de salvación de un DIOS que, a pesar de su rechazo, le espera y le ama pacientemente. Son los hijos que, huidos de la casa, no han regresado y se resisten hacerlo, aún en las puertas de su oscura verdad y del contrasentido de sus vidas.

Si hay ALGUIEN que defiende a los pobres; si hay ALGUIEN que dio su vida por los pobres; si hay ALGUIEN que entregó todo y lo continua entregando por los pobres, ese es nuestro PADRE DIOS. Por mucho que miro en los lugares donde se sufre y padece enfermedad, hambre, ignorancia, miserias de todo tipo y carencias de todo bien, no veo a ningún intelectual; no veo a ningún defensor de los pobres que hablan y hablan y critican a la Iglesia; no veo a ningún literario o poeta comprometido con la causa ofreciendo su vida, su tiempo, su dinero, su ser.

Sólo veo religiosos, monjas de todas las edades, misioneros que han entregado su vida al servicio de los más desfavorecidos, voluntarios que renuncian a sus propios proyectos para dedicarse al proyecto de salvar y aliviar la vida de otros. Sólo veo a mayores y jóvenes sacerdotes dedicados a escuchar, servir y amar, dejándolo todo por un gran Ideal, la opción fundamental de sus vidas: "El amor". Sólo veo a la Iglesia, porque todos esos forman y conforman la Iglesia.

Alguien en esta línea dijo: "JESUCRISTO necesitó doce apóstoles para propagar el cristianismo. Yo voy a demostrar que basta uno sólo para destruirlo". Y yo le respondo, no con demagogia ni entelequias, sino con la sencillez y humildad que da la sabiduría del ESPÍRITU, que posiblemente usted no tenga porque lo rechaza: Mientras exista una persona creyente, nadie puede destruir a nuestro SEÑOR JESUCRISTO, porque CRISTO vive en mí, y en todo aquel que crea en ÉL y coma su CUERPO y beba su SANGRE.

Así que, amigo y hermano mío, no se emplee a fondo en la censura del cristianismo y menos en destruir al SEÑOR, porque nadie podrá hacerlo. Cada creyente, apréndanlo, es Templo vivo de ESPÍRITU SANTO y en ÉL habita DIOS. Jamás podrá ser destruido, porque hacerlo necesitaría acabar con la humanidad. Ya llevamos 2009 años y usted ve los resultados. Por mucho que se empeñen nunca lo lograrán. Son ustedes y sus palabras, sus ideologías y doctrinas mediocres y vacías las que desaparecerán, más el SEÑOR siempre permanecerá.

Y, para terminar, no hace falta mucha investigación ni tanto talento literario e intelectual, le diré con todo el cariño de que soy capaz que JESÚS, el HIJO de DIOS vivo, está entre nosotros. Ustedes pueden reírse y levantar una y mil trama para oscurecerlo, nublarlo, que nunca desaparecerlo, pero no podrán rebatir que su existencia y Resurrección es un hecho constatado.

No podrán demostrar que JESÚS no ha resucitado, ni que la Persona histórica de JESÚS no es real. No podrán demostrar ni encontrar su Cuerpo y lo que la historia dice. Ustedes, que todo lo que argumentan y saben lo aprenden y sacan de la historia, deben saber que los que vivieron con ÉL y fueron sus amigos atestiguan su Resurrección. Testimonian que se les apareció después de muerto y testifican que vive con su historia y sus vidas. Todos dieron la vida, después de padecer y sufrir por proclamar su Palabra. ¿Creen ustedes que hay personas tan tontas para creerse algo que no han visto, y entregar todo por ella?

Si les acepto que ustedes no crean, que piensen y digan, desde el respeto y la libertad, lo que piensan y entiendan. No olviden que todo se ha cumplido en JESÚS. Hagan uso de su intelectualidad para comprobar como todas las promesas desde el Antiguo Testamento se han cumplido en JESÚS, y el colofón, la Resurrección.

Por eso, en ÉL, sólo de ÉL y por ÉL podemos estar seguro y creer que ÉL no nos engaña. Porque en ÉL todo se ha cumplido, y de ÉL podemos fiarnos, pues su Palabra y Vida lo testimonia. No ofrecen ustedes esa credibilidad, ni desde sus palabras, y menos desde sus vidas para creerles, a todo será sus palabras y vidas, como lo son las mías y las de otros muchos. Sólo ÉL, al que ustedes rechazan, tiene Palabra de Vida Eterna.

martes, 24 de noviembre de 2009

LA TORRE DE BABEL.


Todo el mundo era de un mismo lenguaje e idénticas palabras. Al desplazarse la humanidad desde oriente, hallaron una vega en el país de Senaar y allí se establecieron. Entonces se dijeron el uno al otro: "Vamos a fabricar ladrillos y a cocerlos al fuego". Así el ladrillo les servía de piedra y el betún de argamasa. Después dijeron: "Vamos a edificarnos una ciudad y una torre con la cúspide en el cielo, y hagámonos famosos, por si nos desperdigamos por toda la faz de la tierra.

Bajó Yahvé a ver la ciudad y la torre que habían edificado los humanos, y pensó YAHVÉ:"Todos son un sólo pueblo con un mismo lenguaje y este es el comienzo de su obra. Ahora nada de cuanto se propongan les será imposible. Bajemos, pues, y, una vez allí confundamos su lenguaje, de modo que no se entiendan entre sí". Y desde aquel punto los desperdigó Yahvé por toda la faz de la tierra, y dejaron de edificar la ciudad. Por eso se la llamó Babel, porque allí embrolló YAHVÉ el lenguaje de todo el mundo, y desde allí los desperdigó YAHVÉ por toda la faz de la tierra (Gn 11, 1-9).

Cuando terminas de leer este pasaje de la Biblia tienes la sensación de que estás leyendo algo lejano y que realmente no tiene que ver con lo que ocurre hoy. Es algo que pasó, pero que no tiene lugar hoy, o al menos no le ves relación con lo que acontece en este mundo que hoy nos toca vivir a nosotros. Incluso llegas a pensar que es una fantasía que no se entiende ni corresponde con la realidad.

Sin embargo, es nuestra propia historia y sucede tal cual hemos leído. Nuestra soberbia sigue intacta y no aceptamos el infinito don que DIOS nos regala dándonos y dándose ÉL mismo para que seamos felices y eternos junto a ÉL. Se nos regala la misma Vida de DIOS y la rechazamos hoy tal como hicimos ayer.

El hombre construye su propio dios y se revela orgullosamente contra todo plan ofrecido, pues se considera tanto como DIOS y se propone ser dueño de su propia vida y destino. Pero, la estela que deja en el camino de su propio recorrido no es lo que busca ni lo que desea. Tras él sólo queda confusión, oscuridad y muerte. Es lo que observamos y lo que comprobamos con nuestros propios ojos. Y cada vez el panorama es más sombrío y desolador.

Hoy se vuelve a repetir la historia del ayer. El hombre come de la manzana, pero no tal y como DIOS le propone y le sugiere, sino como él mismo desea, al margen de DIOS. Es el pecado de soberbia de querer ser más que DIOS y de prescindir de ÉL. Sin embargo, los resultados no son alentadores, porque todos dicen ser los mejores, vender lo mejor y tener el mejor producto del mercado. Alguien tiene que estar mintiendo, porque todos no pueden ser los mejores, sólo hay uno mejor. ¿Quién dice la verdad?

Un mundo confundido, oscuro, enfrentado, no siembra sino mentira y duda, y en esas condiciones nada puede crecer en verdad. Y los resultados están a la vista de todos. No necesitan de ninguna descripción ni comentario. Sólo la verdad puede descubrirnos nuestra propia realidad y llevarnos a encontrar nuestro único tesoro, realmente el que todos deseamos: "ser plenamente felices para siempre".

viernes, 13 de noviembre de 2009

EL ENCUENTRO CON JESÚS NECESITA UNA EXPERIENCIA PROPIA.


Estamos ya en la parrilla de salida, es la hora de prepararnos para el encuentro, pero un encuentro personal, directo, serio, profundo. Es la consecuencia de una mirada interior hacia lo más hondo de nuestro corazón y desde allí poder extender las manos hacia fuera, hacia los demás. Es el encuentro con AQUEL que nos ama, nos invita a amarle y a amar, porque en ese ejercicio de dar y darme gratuitamente recibiré lo que busco: ser plenamente feliz para siempre.

Un Cursillo de Cristiandad es precisamente la búsqueda del silencio interior para escuchar lo que ocurre en mi exterior. Es pararnos en nuestra alocada carrera para preguntarnos, ¿quienes somos o a dónde vamos? El fruto del silencio es la oración; el fruto de la oración es la fe; el fruto de la fe es el amor y el fruto del amor es el servicio.

El Cursillo descansa en el poder de la oración. Los hombres no nos atrevemos a proclamarlos sin confiarnos y abandonarnos en las MANOS del ESPÍRITU SANTO. Apoyados en ÉL y sostenidos por la oración de muchos corremos gozosos a proclamar la Buena Noticia del Mensaje de JESÚS.

Este comunicado no es sino arrancar de ustedes sus oraciones y sacrificios por los frutos de este nuevo Cursillo de Cristiandad que celebraremos, DIOS mediante, del 19 al 22 de noviembre.

martes, 10 de noviembre de 2009

LA VERDAD SIEMPRE DESCUBRE LA MENTIRA


Por mucho que quieran esconder sus intereses y propósitos económicos o de cualquier otro tipo falseando la verdad y cambiándola en mentira, siempre, "la verdad" saldrá a relucir porque es lo que el hombre, engañado o no, quiere y busca. La bipolaridad lucha del bien contra el mal es la pura realidad en la que vivimos y crecemos. Siempre habrá, hasta el final, dos caminos: "el bien y el mal", y una decisión que tomar: "lo bueno o lo malo".

Dentro del hombre cohabitan ambos, y su lucha es a muerte. Indudablemente que cuando optamos por afrontar ese enfrentamiento desde nuestra propia suficiencia, arrogancia y orgullo, estamos poniéndonos en desventaja ante el mal, porque si vamos solos, él tendrá asegurada su victoria. Y, como el cuervo dejándose halagar, se autoengañó, por los piropos y alabanzas de la zorra y perdió el queso, nosotros, también, llevados por nuestros pecados de soberbia, perdemos la vida.

Necesitamos dar respuesta a nuestras cruces: dolores y sufrimientos. No podemos concebir un mundo sin ellas, son inherentes a nuestra propia vida. Nacemos ya con esfuerzos, dolores, riesgos, y nuestro camino estará marcado entre gozos y sufrimientos. Nadie puede substraerse a esa realidad. Y, realmente, un mundo de dolor y sufrimiento no tiene sentido si lo andamos solos, porque solamente en la Cruz de CRISTO tiene sentido nuestras cruces.

Poniendo a JESÚS Crucificado en mi vida, encontraré sentido y esperanza a mis cruces. Sólo desde ÉL, con ÉL y por ÉL será posible sobrellevar el dolor y la desesperanza. Queramos o no, no hay otro camino, y aunque nos enfademos, nos revelemos y le neguemos, ÉL estará siempre esperando que nos demos cuenta, porque somos sus criaturas, y regresemos a ÉL. Es el caso de Job y otros muchos que han encontrado el camino después de superar el dolor en ÉL.

Por todo ello, traigo ahora, un documento que pone al descubierto los problemas que se derivan de la toma de decisión sobre el aborto (también ver aquí). Por mucho que se diga y esconda, la realidad está ahí, y tras la elección del mal, éste origina las consecuencias que de él se derivan: la muerte.

EL ABORTO AUMENTA LA TASA DE SUICIDIO ENTRE LAS MUJERES*

Un estudio realizado en Finlandia, arrojó que las mujeres
que se habían practicado un aborto
tenían 6 y media veces mayor riesgo de cometer
suicidio, que las mujeres que dieron a luz.

Las tasas más elevadas de suicidio luego de un aborto persisten durante
varios años y las más altas de ellas se encuentran entre las mujeres más
jóvenes. Este resultado fue de otro estudio, esta vez realizado en 173.000
expedientes de mujeres de California. El aumento en la tasa de suicidio
persistió durante los 8 años que duró la investigación, y la misma no
encontró explicación en enfermedades mentales previas.

Otro estudio, esta vez realizado en Gran Bretaña y que también se basó en
expedientes médicos, comparó los intentos de suicidio antes y después del
aborto. La investigación arrojó que el aumento de la tasa de suicidio
postaborto no estaba relacionada con un comportamiento suicida antes del
aborto, sino que más probablemente estaba relacionada con reacciones
adversas al aborto. La tasa de intento de suicidio permaneció igual o
incluso disminuyó antes y después de aquellos embarazos que resultaron en el
nacimiento de la criatura.

También hay informes acerca de suicidios o de intentos de suicidio, que
coinciden con el aniversario del aborto o de la fecha en la que hubiera
nacido el bebé abortado. Esta información tiende a indicar una posible
relación de causa y efecto entre el aborto y el suicidio o intento de
suicidio.

Hubo un estudio de mujeres que sufrían problemas psiquiátricos antes del
embarazo. Ninguna de las mujeres que dieron a luz cometieron suicidio
durante el período de 8 a 13 años en que tuvo lugar el seguimiento que se
les hizo; mientras que el 5% de aquellas que abortaron se suicidaron durante
ese mismo período de tiempo.

Las adolescentes tienen un riesgo mucho mayor de intento de suicidio luego
de un aborto. Los investigadores de la Universidad de Minnesota descubrieron
que los intentos de suicidio aumentaron diez veces, en el caso de las
adolescentes que habían abortado durante los 6 meses anteriores. El
investigador Ferguson descubrió que el 50% de las adolescentes (chicas de 15
a 18 años de edad) que habían abortado, habían sufrido de pensamientos y
comportamientos suicidas, y que esa tasa era el doble de las que habían
estado embarazadas pero no habían abortado y también de las que nunca se
habían embarazado.

sábado, 7 de noviembre de 2009

ESTA ES LA REALIDAD


La pura realidad es que bajo una apariencia de búsqueda de libertad y derechos humanos, se esconde una dictadura impositiva que anula toda dignidad humana y todo derecho a ser libre y a ejercer la búsqueda del bien y la verdad. Porque ser libre es trabajar por el bien y la verdad que nos hace a todos iguales en dignidad y derechos.

Ser libre no es ejercer e imponer mis pensamientos, ni ir contra los valores naturales que proclaman el verdadero valor de la dignidad del hombre y la materialidad de las cosas. Ser libre se enmarca en el ejercicio de hacer todo aquello que, incluso no siendo mi propia satisfacción y ego personal, es lo mejor para el bien de los demás.

Y el bien de los de más está directamente relacionado con el poder ser dueño de tus pasiones, apegos, desordenes y esclavitudes que te someten y esclavizan a llevar unas actitudes de dependencia que te limitan e impiden que seas feliz. Porque cuando uno no hace lo que, en lo más íntimo de su ser desea, no es libre.

Todos experimentamos cuando, haciendo lo que nuestros sentimientos desean, inclinados por lo que nuestras apetencias más placenteras nos demandan que nuestra conciencia no queda satisfecha ni de acuerdo con esas actitudes. Detrás del gozo se esconde y aparece en su momento más libre el remordimiento del desacuerdo, la protesta del "no hago lo que quiero hacer y debo", y por el contrario me dejo arrastrar por el placer de lo que no debo hacer. Es la lucha del bien contra el mal.

Y cada uno sabe lo que debe hacer, pero también lo que hace y no debe, pero se resigna como el águila y se somete a la esclavitud de la ignorancia, de la resignación, de la mediocridad instalada y del acomodamiento fácil y confortable. Has encadenado tu verdadera libertad y aceptado la libertad dirigida, sometida, esclavizada, que se contradice y desdice de ser pura libertad.

Es el momento, la oportunidad, la hora de aquellos que vencidos por el egoísmo y la avaricia se erigen en dueños de los demás, decisores de los caminos a recorrer y mandadores de lo que es bueno o malo, de lo que se puede hacer o no, de la verdad o mentira... que en ellos no surte efectos porque ellos están por encima del bien o del mal.

Hay muchos ejemplos de esta realidad que está pasando y ocurriendo en nuestro mundo de hoy. Es increíble que se pudiera pensar que estas cosas iban a pasar, pues el hombre en evolución prometía ir para adelante y progresar en su propia libertad y bien. Sin embargo, la realidad pone al descubierto que ocurre lo contrario, y es contradictorio e inimaginable que esto se pudiera pensar.

Se hace necesario que los defensores del bien y la verdad, los amantes de la libertad bien entendida pongamos las cartas sobre la mesa y empecemos a llamar a las cosas por su nombre, a pesar de que en ello nos vaya la vida. Es la hora de defender la dignidad de la persona y de que el respeto se entienda como el mayor bien que salvaguarda al hombre.

No se trata de confundirnos y, en aras del respeto y libertad, "hacer cada cual lo que le viene en ganas", sino se trata de buscar la verdad y el bien que haga que la paz, felicidad y el amor, como búsqueda del bien del otro, sea lo que impere con igualdad y dignidad para todos los hombres.

Y está montada la opresión, la tiranía, la esclavitud que creyéndonos irradicada está más vigente que en los tiempos de Abrahán Lincoln. Todo sigue igual, "el hombre esclaviza al hombre", y en impensable que en pleno siglo XXI, donde se habla de derechos y libertades, hayan más esclavitudes y sometimientos que en tiempos de esclavitud. Todo está disfrazado, pero hoy el hombre es más esclavo, está más maniatado y desdibujado que antes.

Por una sólo sencilla razón: antes estaba sometido a una vida miserable, tratado peor o como un animal, pero hoy, aún teniendo una vida material más humana, es despojado de su dignidad y manejado como un títere al libre albedrío de los dueños y señores del mundo.




P.D. Yo acabo de dejar mi comentario en solidaridad a este debate. Apoya y deja el tuyo. En el enlace (click aquí) puedes hacerlo. Gracias.

lunes, 2 de noviembre de 2009

RECORDANDO LA MUERTE, CELEBRAMOS LA VIDA.


Si de una cosa estamos seguro en esta vida, es que tendremos que pasar por la muerte. Hemos oído en muchas ocasiones: "por eso, todos tenemos que pasar", "es una cita a la que no falta nadie" y ... muchas frases más. También, es verdad, que no nos gusta detenernos en eso, y, bien por temores, miedos o por, simplemente, no enfrentarnos a nuestra propia realidad, nos encontramos más cómodos pasando de puntilla o mirando con cierta indiferencia nuestra propio destino.

Son, siempre vuelta con lo mismo, nuestros temores, preocupaciones y problemas que nos envuelven en un mundo autoengañado en el cual nos gusta traicionarnos y distorsionar la realidad. Porque, en el esfuerzo de ser sinceros, tendremos que aceptar que es una contradicción esconder la cabeza y mirar para otro lado. No, con eso, vamos a cambiar nuestra propia realidad, y, miremos o no de frente, ella llegará cuando sea su momento.

Lo razonable y correcto es enfrentarnos al hecho de nuestra realidad y buscar la verdad que en ella está contenida, pues de no ser así iremos a la deriva y nos encontraremos con sorpresas, que no desaparecerán por el simple hecho de no hacerle frente. Contradictoriamente, sabemos y constatamos que no se trata de fantasía, sino de un hecho que experimentamos desde fuera en otros cada día.

Hoy celebramos la festividad de recordar a los que ya han tenido, de una u otra manera, la hora de enfrentarse a su propia realidad, que a la vez, repito, es la de todos. Y lo celebramos, al menos, eso es lo que a mí me parece deberíamos hacer, con la esperanza de que no se ha dicho la última palabra. Hay una muerte aparente que dará paso a una Vida verdadera y plena según hayamos vivido y creído en ella. Y hay que decirlo así porque, no debemos autoengañarnos, la razón nos dice que es justo que haya un premio o castigo. Eso lo llevamos innato en nuestro entendimiento y corazón.

Y pienso que para aquellos que creen que todo ha terminado, la separación, a parte de no tener sentido, tiene una mayor desesperación y frustración que hace insalvable el recorrido que nos resta por andar en nuestra propia vida. También, el vacío de no encontrar respuestas a lo que consideremos injusto, casual, mala suerte, resignación...etc. Todo es oscuro y sin sentido.

Sin embargo, para aquellos que se apoyan en la Fe de la Palabra de JESÚS, la muerte no es otra cosa, a pesar de la dureza de la separación humana, que el paso de una vida terrenal y humana, a la vida Gloriosa y verdadera en la presencia gozosa y eterna del PADRE que nos hace participe de su Gloria. Es por lo tanto un momento doloroso por la separación y el sufrimiento, pero gozoso en una paz y alegría contenida que nos llena de esperanza en saber que hemos pasado a mejor vida, donde no hay ya mentiras, sufrimientos, desengaños, luchas, preocupaciones, esfuerzos, perezas, trabajo, enfermedad, miedos, temores...etc.

Desde esta Fe, la muerte, como diría Sor Emmanuelle, es la hora más importante y maravillosa de nuestra vida, porque en ella tenemos la cita con Aquel a quien buscamos y en el que tenemos puesta toda nuestra confianza de resucitar como ÉL lo hizo.

Por eso, aunque el día de hoy está teñido de cierta oscuridad y penumbra, en el fondo resplandece una luz de esperanza y paz que inunda todo nuestro ser y nos colma de alegría y gozo de sabernos Resucitado en XTO.JESÚS.

viernes, 30 de octubre de 2009

CONTRA LA MUERTE, LA VIDA.


Es lo lógico y natural, nadie quiere la muerte ni debe ser divertido jugar con ella, y menos disfrutar celebrándola sin ninguna esperanza y sólo por el hecho de celebrarla. Es algo que no tiene sentido y que sus orígenes paganos la descubre como unas fiestas nacidas de la desesperanza y el hedonismo.

Lo deseable, intrínsecamente unido a la propia naturaleza del hombre, es querer la vida, la hermosa vida que se nos ha dado, y anhelarla eternamente. Desde ese, en lo más profundo del corazón del hombre, celebrar la fiesta de la vida es lo más coherente y natural.

Y los cristianos no podemos obviar esta realidad, porque es lo que todos los hombres buscan, de una u otra forma, buscan la vida y perpetuarse en ella. Porque sólo así la vida es bella y tiene sentido. No cabe en ninguna cabeza celebrar muerte y finitud, porque lo que no es eterno no puede ser felicidad, a lo más placer efímero que se diluye como el azúcar en el agua.

Por lo tanto, los cristianos debemos elevar nuestras voces contra esta cultura de muerte que no quieren introducir y que celebremos, y, por lo contrario, clamar y proclamar nuestra esperanza y fiestas que inmediatamente celebramos: "La celebridad de todos los Santos", esto es, el triunfo de la vida sobre la muerte. La esperanza de alcanzar la plena felicidad eternamente en la gozosa presencia de PADRE Creador.

martes, 27 de octubre de 2009

NUEVOS HERODES ACTUALIZAN HOY SU MANDATO DE MUERTE.


Cuando han pasado unos 2009 años parece que aquella orden sin sentido y desesperada fue como un sueño, como algo que más que realidad fue leyenda. Sin embargo, el miedo a perder su acomodada posición, el temor de perder poder y riquezas enloquece al ser humano y lo esclaviza sometiéndolo al poder de la vanidad y la avaricia.

Hoy se sigue oyendo aquella voz: "¡Matad a todos los recién nacidos de dos años para abajo!" (Mt 2, 16), pero ahora no ya de dos años, sino cuando están en el seno de su madre. Se les impide llorar y lamentarse: "Un clamor se ha oído en Ramá, mucho llanto y lamento; es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse, porque ya no existe" (Mt 2, 18).

Nada ha cambiado, mejor, diríamos que ha empeorado y siguiendo el curso de la historia hoy se mata más que ayer. Hay tanta contradicción y mentira en la vida del hombre que es capaz de proclamar que hoy te quiero más que ayer, pero menos que mañana sin tomar conciencia que hoy mata más que ayer, pero menos que mañana.

Y no hay otra razón que la lejanía de DIOS lo que hace al hombre separarse más de su propia verdad y realidad. Creado para ser amado y amar decide amarse y no dejarse amar. Y cuando el hombre se ama a sí mismo se enfrenta al que tiene a su lado, porque se siente amenzado por el amor del otro. Amarse a sí mismo comporta no dejarse amar por el otro porque ese amor le quema y le obliga a olvidarse de sí y corresponder al otro.

Y detrás de este trasfondo, falso, teñido de oscuridad, construido sobre arena movediza se alzan las voces de quienes hoy defienden la verdad y buscan al Profeta que la proclama para, aparentemente acogerlo y darle gloria de muerte aniquilando todo lo que se interpone entre su gloria y ambición. Son los nuevos Herodes del siglo XXI que defienden los derechos humanos, la libertad, la justicia y la paz, pero aniquilan la vida de aquellos que les amenazan y les complican su reinado.

Son los nuevos profetas de la mentira y del engaño que utilizan sus talentos y bienes recibidos para disfrazar la verdad de mentira y teñir la vida de muerte poniendo todas sus estrategias y habilidades en favor del poder que esclaviza y somete. Son los que presiden y dirigen las naciones alardeando de servicio, de verdad, de justicia y paz y quitan la vida y defiende la muerte. Son los nuevos Reyes que buscan información para cortar toda raíz todo brote que amenace desplazarlo de su buena poltrona y reinado. Son los que hablan de paz imponiendo la muerte.

Y también nosotros si no luchamos, si no nos oponemos en la medida de nuestras posibilidades, si no levantamos nuestra voz, pequeña y humilde, pero voz al fin y al cabo, estaremos colaborando y participando en esas inmensas e inacabables matanzas. Es la hora de no permanecer callado, pasivo, disconforme, disidente, separado, dividido, sino todo lo contrario, unidos en un mismo sentir y querer: la vida es un regalo que no se puede tocar. Es la hora del regreso de Egipto para defender y afirmar que la esclavitud ha terminado y que el hombre es libre y su libertad no le permite matar ni defender la mentira. El hombre sólo está hecho para la verdad.

martes, 20 de octubre de 2009

COMO EN LOS TIEMPOS DE ROMA.


Se hace necesario formarse, o en su defecto estar bien acompañado y fiarse de las buenas personas. Antes, como es lógico, habrá que discernir sobre lo que es ser buena persona.

En mi humilde opinión, ser buena persona es saber discernir lo bueno de lo malo. Es entender que todo aquello que lleva a vivir una vida sin sacrificio, sin respeto, de forma contraria a la naturaleza, sin solidaridad, sin el fundamento de la familia (célula de la sociedad), sin valores que dignifiquen a la persona, respeten la vida, proclamen la igualdad en dignidad y valor... es algo malo, y por lo tanto aquellas personas que lo defiendan no deben tener mi confianza.


Ser buena persona es buscar todo lo bueno que sea verdad y que realice a la persona en la búsqueda de su mayor ideal: la plena felicidad que nace del amor y que alcanza su plenitud en el gozo de amar.

Ante esta realidad hay que tener mucho cuidado y, no sabiendo por donde caminar, conviene tener presto al Pastor (ver crítica) que nos oriente y nos cuide de perversos caminos, engaños y vicios que, siendo aparentemente bueno, esconden vicios indigno que denigran y destruyen a la persona.

Peligros a montones, empezando dentro de la misma casa: la televisión. Mucho cuidado con todo lo que se nos mete y nos confunde. Ejemplos hay montones, pero ahora quiero llamar su atención a uno que anda suelto y promete arrastrar a muchas ovejas que pueden estar desorientadas y perdidas.

Un consejo: no se dejen conducir por pastores nuevos y extraños; no se dejen seducir por aparentes caramelos, promesas de felicidades y buena vida, porque al final se despeñaran por el precipicio. Vuelva al redil seguro, verdadero que realmente los quiere y da la vida por cada uno.

A continuación les dejo con la critica de la película Ágora (aquí también) que tanto daño puede hacer si nos dejamos embaucar por estos pastores que sólo tratan de obtener beneficios y arrastrarnos con ellos por el camino de la muerte y el sin sentido.


Artículo: Desmontando «Ágora» e Hypatia

Jesús TRILLO FIGUEROA (Abogado del Estado)
Diario La Razón

«Ágora: Hypatia» (I)

El cine es un maravilloso medio para contar la Historia, pero tiene sus limitaciones: a veces, las ambiciones excesivas pasan factura. Los realizadores de «El Código da Vinci» pretendieron convertir a Magdalena en diosa y se pasaron. Amenábar pretende, nada más y nada menos, contar una historia a partir de la cual «el mundo cambió para siempre». Y se ha vuelto a pasar cuatro pueblos más. La película tiene tantos mensajes ideológicos que es imposible meterlos en dos horas y, al mismo tiempo, mantener un ritmo entretenido, interesante y espectacular.

El cine requiere medir las secuencias, los silencios, los tránsitos y, sobre todo, un guión que mantenga la atención del espectador. Es una pena, porque la película contaba con todos los mimbres: un gran director, una generosa producción, una preciosa actriz, un maravilloso decorado y una perfecta ambientación. Pero lo que pretenden es inyectar en una pastilla los siguientes mensajes: primero, que las religiones generan odio y violencia. Segundo, que el cristianismo es la más talibán de todas y la que empezó. Tercero, que existen dos mundos, por una parte, el de la filosofía y la ciencia, contrapuesto e incompatible con el de la religión. Cuarto, que el cristianismo al principio fue misericordioso, pero la jerarquía eclesiástica y la Iglesia son por definición intolerantes y fundamentalistas. Y, sobre todo, hay dos mensajes más que son especialmente queridos por la película y por toda la explosión de libros y propaganda que estos días se vienen haciendo: el cristianismo es la causa de la caída del Imperio Romano y de la desaparición de la sabiduría grecolatina. Además, es el culpable de la subordinación y dominación de la mujer por parte del hombre. En fin, Alejandría e Hipatia son el símbolo de una civilización grecorromana basada en la filosofía, la ciencia y la libertad, hasta que llegó el cristianismo y comenzó la oscura Edad Media. Demasiado para una sola película. Y la cosa continúa porque, según declara el director, «es increíble cómo se parece a la situación actual».

¿Es casualidad que desde julio hasta el estreno de la película se hayan publicado más de cuatro biografías sobre Hipatia, paradigma de las cuales es la de Clelia Martínez Maza, financiada por la Dirección General de Ciencia y Tecnología? Más de 10 novelas, ejemplo de las cuales es la escrita por el hermano de Carmen Calvo, ex ministra de Cultura, además de multitud de estudios de historia sobre la época. Y todo ello con el mismo mensaje. Que todo salga al mismo tiempo no puede ser casualidad. Una vez más, nos encontramos con un ataque ideológico perfectamente orquestado, del cual, por cierto, Amenábar suele ser pistoletazo de salida, como lo fue en el caso de «Mar adentro» con la eutanasia.

Ahora la cosa va directamente contra la religión y particularmente contra el cristianismo. Lo malo de la trama que cuenta la película es que es mentira desde el principio hasta el final. Forma parte de la estrategia de reescribir la Historia a la que es tan aficionada nuestra izquierda. Hipatia no fue asesinada siendo una joven tan hermosa como Rachel Weisz, de 38 años, sino que murió en el año 415 y tenía 61. No fue famosa por sus dotes de astronomía por más que en la película se empeñen terca y cansadamente, atribuyéndole haberse adelantado a Kepler más de mil años; sino porque era una «divina filósofa» platónica, en palabras del obispo cristiano Sinesio de Cirene –única fuente coetánea que se conserva sobre ella–, a la que llama en sus cartas «madre, hermana, maestra, benefactora mía». El citado obispo, a quien en la película se le hace traidor y cómplice en el asesinato de la filósofa, murió dos años antes que ella, así que es imposible que tuviera nada que ver con su muerte. Ella fue virgen hasta el final, pero no vivió la castidad como ha dicho la protagonista, que se ha declarado feminista radical, «para ser igual que un hombre y poder ejercer una profesión con plena dedicación». Lo hizo porque, coherente con su filosofía, ejercía la Sofrosine, es decir el dominio de uno mismo a través de las virtudes entendidas como el control de los instintos y las pasiones.

Hipatia nunca fue directora de la Biblioteca de Alejandría, ni ésta fue destruida por los talibanes cristianos. La biblioteca fue incendiada por Julio César, saqueada junto con el resto de la ciudad por Aureliano en el año 273, y rematada por Diocleciano en 297. Es verdad que en el año 391 fue destruido lo que quedaba del templo del Serapeo después de la destrucción por los judíos en tiempos de Trajano, y también el repaso que le pegó Diocleciano, quien, para conmemorar la hazaña, puso allí su gran columna, razón por la cual los cristianos lo destruyeron, ya que él era el símbolo de las persecuciones que sufrieron durante trescientos años. Pero lo que allí quedaba de la biblioteca era tanto como lo que restaba en otros sitios. El paganismo siguió existiendo en Alejandría hasta que llegaron los árabes. Y el neoplatonismo siguió floreciendo, hasta que lo recuperó el renacimiento cristiano. Por cierto, que yo sepa, su más brillante exponente se llamaba San Agustín, coetáneo de Hipatia.

«Ágora: Cirilo» (y II)

La historia de Hipatia ha sido objeto de manipulación por todas las tendencias ideológicas, desde la Ilustración hasta el feminismo radical más reciente. Para algunos, como Voltaire, «desde la muerte de Hipatia hasta la Ilustración, Europa está sumida en la oscuridad; la Ilustración, al rebelarse contra la autoridad de la Iglesia, la revelación y los dogmas, vuelve a abrir la iluminación de la razón». En la última versión feminista de Úrsula Molinaro, Hipatia es la campeona del amor libre, a pesar de que en realidad era virgen. La conclusión es que de la verdadera historia de Hipatia se pasa a la leyenda de Hipatia, que se convierte en la leyenda del Crimen de Alejandría, cuyo protagonista principal es el obispo Cirilo.

La película de Amenábar recoge casi todos los ingredientes de esta leyenda: Hipatia es símbolo de mujer libre que representa el fin de la cultura grecolatina y el comienzo del oscurantismo cristiano, asesinada por unos fanáticos talibanes cristianos al mando del obispo Cirilo. ¿De dónde surge esta leyenda? El primero que narró el crimen fue Sócrates Escolástico en el siglo V, un letrado al servicio del patriarca de Constantinopla Néstorio, enemigo del patriarca de Alejandría Cirilo. Pero la atribución directa a este último de la autoría del asesinato fue cosa del escritor pagano Damascio, que escribió la «Vida de Isidoro», que es una apología del paganismo durante el final del siglo V y principios del VI.

No obstante, la auténtica leyenda surge con la obra de John Toland en 1720. Éste era un irlandés, hijo ilegítimo de un sacerdote católico, que se hizo protestante y posteriormente activo militante del ateísmo en la Gran Logia de Londres. Después vino Voltaire; después, el historiador Edward Gibbon, quien, para argumentar su tesis acerca de que el cristianismo es la causa interna de la decadencia del Imperio Romano, utiliza la leyenda de Hipatia y declara a Cirilo responsable de todos los conflictos que estallaron en Alejandría en el siglo V. Más tarde llegarán las versiones románticas de Leconte de Lisle y otros, y finalmente el feminismo radical, para el que Hipatia fue la primera mártir de la misoginia propia del cristianismo. Todos los autores citados, y alguno más, tienen una cosa en común: son masones reconocidos.

Una de las grandes mentiras de la historia que se quiere propagar es que la mujer fue libre en Grecia y en Roma hasta que llegó el cristianismo y la sometió la sujeción del hombre; a esta idea también contribuye la película. Lo cierto es que en Grecia la mujer era considerada una cosa más de la casa, y en Roma, no era una «sui iuris», es decir, titular de derechos, sino que era considerada «capiti diminutio», como un niño o un incapacitado y, por tanto, estaba sometida a la tutela o la «manus» del padre o del marido. Por el contrario, fue el cristianismo el que consideró al hombre y a la mujer iguales en naturaleza, pues ambos son hijos de Dios y hermanos en Cristo; y prueba de ello es que las primeras manifestaciones de mujeres libres autodeterminándose, pese a la voluntad de sus padres o del estado, fueron las primeras mártires cristianas víctimas de las persecuciones romanas, tales como Inés Ágata o Cecilia. Y precisamente la explicación fundamental en torno al odio a Cirilo está en esta cuestión. Independientemente de que la carta de San Pablo a Timoteo no refleja precisamente una visión emancipada de la mujer, no es creíble que Cirilo la impusiera como literalidad a cumplir, porque es precisamente Cirilo quien más ha exaltado en la historia de la humanidad la condición femenina, pues a él se debe la expresión «Theotokos», palabra griega que significa madre de Dios.

El personaje del que hablamos, al que la película presenta con caracteres parecidos a Bin Laden para luego dejar en letras la explicación de que a ese «energúmeno» que ustedes han visto la Iglesia católica lo hizo Santo y León XIII lo declaró doctor de la Iglesia, efectivamente es San Cirilo de Alejandría. Él fue el que derrotó a la herejía Nestoriana en el Concilio de Éfeso del 431. En esencia, la disputa consistía en si María era madre de Cristo o madre de Dios. De la respuesta a esta cuestión surge algo muy importante: la doble naturaleza divina y humana en una persona llamada Cristo. Cirilo consiguió que se convocase un concilio en Éfeso, puesto que era el lugar donde vivió sus últimos años la Virgen María, y logró que la Iglesia declarase el primer dogma mariano de la historia: María, Madre de Dios. Hasta aquel momento nadie en la historia había conseguido colocar a un ser humano mujer por encima de cualquier hombre. Éste es el personaje que en el fondo persigue la leyenda de Hipatia; curiosamente, Beltrand Rusell comienza su «Historia del pensamiento occidental» con una irónica semblanza de San Cirilo diciendo: «El motivo principal de su fama es el linchamiento de Hipatia». Todo esto huele excesivamente a podrido.

Credo: “Creo en la Iglesia, una, santa, católica y apostólica”
Francisco-Manuel JIMÉNEZ GÓMEZ (Sacerdote diocesano de Ciudad Real)
Con Vosotros

Sí, por pura gracia de Dios pertenezco a la Iglesia católica. Para mí es un motivo de alegría llevar ese hermoso nombre, pertenecer a esa Iglesia, que habitada por el Espíritu Santo, es en el mundo presencia viva del Crucificado-Resucitado.

Creo en la Iglesia que plantaron los Apóstoles Pedro y Pablo y Juan y Andrés, y Tomás y Felipe y Bartolomé… aquellos que bebieron el cáliz del Señor y lograron ser amigos de Dios. La misma Iglesia que, desde sus comienzos se reúne para partir el pan y escuchar las enseñanzas de los apóstoles; la que por caminos diversos se congrega en una unidad admirable: ¡la única Iglesia de Cristo!

Creo en la Iglesia, en cuyo seno bautismal fui gestado a la Vida, en cuya mesa se sirve el pan Eucarístico, en cuya espacio no hay fronteras ni naciones, ni lenguas ni culturas porque caben todas y a todas purifica.

Creo en la Iglesia, la de los mártires y los santos, la de aquellos que fueron fieles incluso cuando tuvieron que beber la amargura del cáliz; la de los que también lo bebieron en el silencio de cada día, en la entrega de cada hora, en la generosidad derramada sin distinguir identidades.

Creo en la Iglesia, la criticada y calumniada, la pecadora y la santa; la de la historia bimilenaria de claroscuros y ambivalencias; la que me da ojos para ver y corazón para entender; la del contraste entre el pecado y la misericordia, la que pese a sus miserias siempre está ahí para vendar heridas, para acoger pródigos, para perderse en los arrabales del mundo.

Creo en la Iglesia, en la visible y en la que no se quiere ver, la que conserva el Vaticano y la que da esperanza en los pueblos y las aldeas; la experta en humanidad porque es consciente de sus debilidades; la que se acerca al enfermo y la que defiende la vida; a la que no estorba el dolor ni lo cubre con falsas compasiones.

Y creo en la Iglesia, aunque no esté de moda, con humildad y sin complejos, porque aunque reniegue de ella, tengo la certeza de que siempre estará ahí esperándome como una madre.

Por eso hoy, fiesta de la Virgen del Pilar, pedimos al Señor, al único Señor de la Iglesia, que nos conceda vivir de tal modo en su Iglesia que, perseverando en la fracción del pan y en la doctrina de los apóstoles, tengamos un solo corazón y una sola alma, arraigados firmemente en la fe y en su amor.

Nota: El autor del Credo, donde yo pongo Virgen del Pilar, él decía, en la fiesta de los Apóstoles Pedro y Pablo.

Pedro Crespo
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