martes, 13 de agosto de 2024

UN PADRE BUENO, LLENO DE AMOR Y MISERICORDIA

El Padre del que me habla Jesús y, también, me presenta, es un Padre Bueno, lleno de Amor e Infinita Misericordia. Por tanto, reñido con las amenazas, las presiones, los ultimatos y muchas otras profecías que, quizás, están ahí pero no entendemos.

Porque, hay que situar y entender todo en sus tiempos, épocas y circunstancias. De cualquier manera, lo verdaderamente importante y claro está contenido en la Palabra de Dios. Jesús, el Hijo Amado y Predilecto del Padre nos anuncia un Padre lleno de Amor y Misericordia; un Padre que nos quiere, nos buscas, se hace el encontradizo y nos revela su Amor Misericordioso por medio de su Hijo. Y, como dice el Padre Pio: No le tengas miedo a Dios, porque él no quiere haceros ningún mal; amadlo mucho, porque os quiere hacer un gran bien.

Por tanto, no caigamos en las avisos, profecías o ultimatos que amenazan nuestra vida, profetizan el final o  nos presionan con hacer esto o lo otro. Eso no viene de un Padre Bueno y Misericordioso, que nos ha creado libres para que decidamos por nuestra cuenta. Luego, ya habrá tiempo para ser juzgados en el atardecer de nuestra vida.

¡Cuidado con el Maligno que está al acecho, que nos asusta, nos pone el camino difícil, amenazador y con un Padre Dios dispuesto a castigarnos si no hacemos su Voluntad. ¿Es que hemos olvidado que nuestro Padre Dios es Infinitamente Misericordioso? Luego, si nos perdona, ¿cómo que nos castiga? Precisamente, Él lo que busca es nuestro arrepentimiento para darnos su perdón. Y eso es lo que nosotros debemos de tratar de hacer, de acercarnos a Él con un corazón contrito y arrepentido de los pecados que a diario podemos cometer. Siempre esperanzados en la Infinita Misericordia de nuestro Padre Dios.

¡Mucho cuidado con avisos, amenazas y castigos! Ese no es el Padre Bueno que nos anuncia Jesús, nuestro Señor. Al contrario, nos ha dicho, proclamado y enseñado que es un Padre Amoroso y Misericordioso y que busca a los pecadores para que se conviertan, arrepientan y alcancen su Misericordia.

ÚLTIMAS REFLEXIONES