martes, 7 de noviembre de 2017

LIMPIEZA DE CORAZÓN


Los niños son puros. Claro que guardan inclinaciones egoístas y posesivas. Llevan el pecado original heredados de su padres. Todos nacemos manchados por la soberbia y el egoísmo, y esos pecados nos limitan y van creciendo y desarrollándose simultáneamente con nuestro físico y madurez. No podremos deshacernos de ellos por nuestros méritos y esfuerzos. Necesitamos la Gracia para purificarnos y librarnos de ellos.

Es el Bautismo el Sacramento que nos limpia y que nos da la Gracia para, en el Espíritu Santo, tener capacidad y fuerza para la lucha y vencerlos. Pero, para ello, necesitamos estar pegado al Señor, para, borrando todo atisbo de impureza y falsedad que nos atormenta y ataca, dejar sólo la verdad, que nos hará libre por la Gracia del Señor.

No hay comentarios:

ÚLTIMAS REFLEXIONES