domingo, 17 de agosto de 2025

LA CRUZ DE CADA DÍA

      No es fácil sostenerse en la verdad. Resulta difícil sortear a los lobos que, tras las apariencias, esconden sus afiladas garras y esperan el momento oportuno para devorarte. Son lobos con piel de oveja que se acercan con aparente timidez, pero que no dudan en echarte el guante cuando se presenta la ocasión.

    —¿De qué lobos hablas?
    —De los que andan libres por la vida. Hay que saber distinguirlos, pues se esconden muy bien bajo un traje de bondad aparente, buenas intenciones y conversación educada.
    —¿Y cómo puedes reconocerlos? —preguntó Fernando, algo confundido.
    —No es fácil —respondió Ernesto—. La observación es clave. Sobre todo, hay que atender a los intereses que dejan entrever en su trato con los demás. Sus preguntas, sus gestos y sus deseos revelan su personalidad. Detrás del egoísmo siempre asoman señales: la insistencia, la seducción, la búsqueda de ventajas por encima de la verdad y la justicia.
    —¿Pero no es difícil detectarlo?
    —Sí, porque no está a la vista. Pero si prestas atención, verás que lo que uno guarda en el corazón termina saliendo por la boca.
    —No me veo capacitado para descubrir esas intenciones.
    —Mira, cuando veo a alguien que se salta una norma de tráfico así, porque sí, pienso: «Con esta persona no haría un negocio». Supongo que, llegado el momento, también se saltaría una norma importante y me traicionaría.
    —¡Bueno! Tal vez eso no sea suficiente para juzgar a una persona.
    —No es una sentencia, pero sí una señal. Quien comete una pequeña ilegalidad y la repite, termina por acostumbrarse a otras mayores. La frecuencia va endureciendo la conciencia hasta que deja de percibirlo como un delito.
    —Está claro que hay que estar atentos.
    —Y con el corazón dispuesto. La vida está llena de personas que se buscan a sí mismas y se sirven de los demás. Si lees los Evangelios, verás muchas escenas donde el engaño y la mala intención quedan al descubierto. Las parábolas retratan situaciones de nuestra propia vida. Nos muestran que algunos esconden sus defectos y exageran los ajenos, pero pocos reconocen los propios.
    —Conviene tenerlo presente.
    —Y mucho. Porque en esas enseñanzas encontramos luz para nuestros interrogantes y fuerza para enfrentar a quienes intentan desviarnos del camino. Esa es la cruz de cada día: caminar con los ojos abiertos, discernir con prudencia y seguir a Jesús con un corazón limpio, aun cuando ello implique cargar con el peso de la verdad.

jueves, 19 de junio de 2025

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

No tenemos que inventarnos palabras, verborreas y fórmulas para hablar con Dios. Es nuestro Padre, y con un Padre se habla de manera natural y sencilla. Se le pide lo que realmente necesitamos sabiendo que nos dará, no sólo lo que necesitamos, sino lo que nos conviene.

Gracias, Señor, por darme la vida y por tu Infinita Misericordia, porque por ella puedo alcanzar, sin merecerlo, la vida eterna que Tú, mi Señor, nos prepara para gozar en el Cielo junto al Padre, junto a Ti, en la unidad de tu Espíritu Santo y, ¡cómo no!, junto a nuestra Madre María.

Y teniendo en cuenta que nuestro Padre sabe mejor que nosotros lo que realmente necesitamos y nos conviene. Porque, como hijos inexpertos y pequeños pedimos cosas que nos gustan y apetece, pero que, quizás no es lo que nos conviene ni lo mejor para nosotros en ese momento. Confiar y dejarnos aconsejar y dirigir por la Voluntad de nuestro Padre es, precisamente, lo que pedimos en esa hermosa oración.


NOTA: Debido a los problemas que tengo en el blog: "Pensamientos en el silencio de la noche", y mientras se arreglen, si es posible, volcaré los pensamientos que nos ayudan a reflexionar en este blog. Gracias.

miércoles, 18 de junio de 2025

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

Se nota cuando haces las cosas con interés y por lucimiento. Y, es verdad, estamos tentados a actuar así por propia egolatría. Sin embargo, esa forma de actuar no nos llena plenamente, hay un amargo vacío que nos deja insatisfecho con la sensación de aspirar a más.

No he sido creado para un día morir, sino para un día, acaba mi vida en este mundo, saltar a otro de vida eterna. Esa es mi la elección a la que debo aspirar y a la que estoy llamado. Por tanto, abrirnos a la Palabra de Dios es nuestra mejor opción, pues es Palabra de Vida Eterna. Amén. 

Todo lo contrario cuando nuestras oraciones y obras van dirigidas a hacer el bien sin buscar lucimiento ni recompensa. Simplemente, la experiencia de hacer algo en bien de otro, de forma gratuita y fraterna, produce en ti una satisfacción, gozo y alegría que te llena plenamente y te basta. Y es que el amor te llena de paz y alegría, y, en consecuencia, te da verdadera felicidad.


NOTA: Debido a los problemas que tengo en el blog: "Pensamientos en el silencio de la noche", y mientras se arreglen, si es posible, volcaré los pensamientos que nos ayudan a reflexionar en este blog. Gracias.
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