martes, 16 de mayo de 2023

LA SOLUCIÓN ESTÁ EN LOS EVANGELIOS: PALABRA DE DIOS

Es verdad que a medida que avanza la técnica el mundo mejora. Es evidente y, supongo, todos estaremos de acuerdo en este punto. Sin embargo, también es evidente que simultáneamente al mismo tiempo que avanza la técnica nacen nuevos problemas que ponen en riesgo a la especie humana. Por ejemplo el empleo.

Sabemos que la mano de obra va quedando reducida en la medida que la técnica toma participación en la elaboración de la producción tanto alimenticia como eléctrica, mecánica y de cualquier tipo. La Informática es parte relevante de estos adelantos en el sector productivo. Y la consecuencia de todo esto es que el hombre ve reducida su participación en el sector laboral. Lógico que se sienta amenazado por los avances tecnológicos.

Pero, simultáneamente a estos problemas derivados de los avances están lo que nacen dentro del corazón del hombre. Su naturaleza tentada por el egoísmo, envidia, odio, venganza, ambición, riqueza, poder y agrega tú todo los que puedan faltar convergen en sostener un conflicto de intereses y satisfacciones que mantienen al ser humano en activo enfrentamiento. De esta manera nacen los enfrentamientos familiares, vecinales, de barrios, de municipios, de pueblos, de provincias, de naciones y de continentes. En una palabra nacen las guerras.

Claro está las consecuencias. No hace falta comentarlas. Todos por experiencia sabemos de lo que estamos hablando. Y por muchos remedios que pongamos el conflicto siempre sigue abierto, activado y encendido. No hay otra solución que la de leer los Evangelios y, en ellos, buscar soluciones que pasan por la verdad, misericordia y amor. Es verdad, no es fácil, pero es la solución. Mientras el hombre no se de cuenta de lo que es, de dónde viene y a dónde va, estará siempre en conflicto y cometiendo disparates.

Solo una conversión desde su interior en lo más profundo de su corazón puede cambiar al hombre y darse cuenta de que nada hay más grande y gratificante que servir y amar. Y puesto por obra los resultados se experimentan inmediatamente. La dificultad está en el pecado. Nuestra naturaleza herida por él se corrompe, se vuelve egoísta, insolidaria, vengativa, ambiciosa y vuelve a la guerra. Y mientras vivan en esa actitud sus esfuerzos por la paz son vanos porque nacen de la mentira y el egoísmo. Terminarán cuando el hombre entienda que solo amando desde la verdad y el servicio gratuito como el mismo quisiera ser tratado, la paz será posible. En caso contrario, será Dios quien, cuando Él lo decida, pondrá fin a estas guerras.

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