En algunas ocasiones he publicado que los intereses ocupan las prioridades sobre los derechos humanos. No hace falta hacer énfasis en esta afirmación para observar que la realidad se encarga de reafirmarla contundentemente y sin lugar a la menor duda. La dura realidad que estamos viviendo en los infanticidios de siete u ocho meses de gestación, admitidos legalmente por el Gobierno nos describen que priman los intereses al derecho a la vida.
Como en la película "El tercer hombre", uno es capaz de todo, incluso arriesgando vidas, si mira a los hombres, "desde lejos" hasta que no sean más que puntitos que se pierden en la inmensidad del espacio. Es la constatación del hecho cosa u objeto ante la realidad de persona con dignidad de hijo de DIOS. Es la perdida del valor moral ante la materialidad del valor objeto, propio del más puro mercantilismo servil.
Y eso se traduce en lo práctico: comercio de valores cosificados cuyo interés está medido en su utilidad o eficacia productiva. Es la nueva forma de la esclavitud humana, antes con cadenas visibles y sometidos a una vida perra, pero hoy, con cadenas invisibles, pero mucho más fuertes, que manipulan, se apoderan de la voluntad y te dirigen a gusto y como quieren.
Tomado de Alfa y Omega describo a continuación dos hechos que sitúan lo reflexionado anteriormente. En un país de Iberoamérica, una ginecóloga, premiada como la mejor médico del país por el Gobierno, ha dedicado parte de su vida a impartir un programa de educación afectiva y sexual a adolescente y jóvenes.
Consiste en darles a conocer con detalle suficiente el funcionamiento del cuerpo humano en relación con la sexualidad y con el afecto. Con detenimiento y cariño, por ejemplo, se acompaña a las muchachas a conocer sus ciclos, y a todos a descubrir la belleza de la sexualidad, a reconocer el misterio que somos y lo bien que DIOS nos ha hecho.
Nuestra médico estaba impartiendo su programa en un colegio privado al que asistían las hijas del ministro de Educación. Un día coincidieron el ministro y la médico. Él la vio y se acercó para felicitarla: "¡No se puede hacer idea de lo contentas que están mis hijas! ¡Vienen a casa y no paran de hablar de lo bonito que es su programa y del bien que les hace!
El ministro siguió así un rato, hasta que la médico le dijo: "¿Qué le parece si se permitiese que, en los colegios públicos donde los padres lo pidieran, pudiéramos dar el mismo programa?"- "¡Ah!, ¡Eso no doctora! A unos pocos se les puede educar, pero al pueblo hay que darle preservativos".
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Y eso se traduce en lo práctico: comercio de valores cosificados cuyo interés está medido en su utilidad o eficacia productiva. Es la nueva forma de la esclavitud humana, antes con cadenas visibles y sometidos a una vida perra, pero hoy, con cadenas invisibles, pero mucho más fuertes, que manipulan, se apoderan de la voluntad y te dirigen a gusto y como quieren.
Tomado de Alfa y Omega describo a continuación dos hechos que sitúan lo reflexionado anteriormente. En un país de Iberoamérica, una ginecóloga, premiada como la mejor médico del país por el Gobierno, ha dedicado parte de su vida a impartir un programa de educación afectiva y sexual a adolescente y jóvenes.
Consiste en darles a conocer con detalle suficiente el funcionamiento del cuerpo humano en relación con la sexualidad y con el afecto. Con detenimiento y cariño, por ejemplo, se acompaña a las muchachas a conocer sus ciclos, y a todos a descubrir la belleza de la sexualidad, a reconocer el misterio que somos y lo bien que DIOS nos ha hecho.
Nuestra médico estaba impartiendo su programa en un colegio privado al que asistían las hijas del ministro de Educación. Un día coincidieron el ministro y la médico. Él la vio y se acercó para felicitarla: "¡No se puede hacer idea de lo contentas que están mis hijas! ¡Vienen a casa y no paran de hablar de lo bonito que es su programa y del bien que les hace!
El ministro siguió así un rato, hasta que la médico le dijo: "¿Qué le parece si se permitiese que, en los colegios públicos donde los padres lo pidieran, pudiéramos dar el mismo programa?"- "¡Ah!, ¡Eso no doctora! A unos pocos se les puede educar, pero al pueblo hay que darle preservativos".
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La segunda historia ocurre a una médico norteamericana. que trabajaba en Ghana, en un centro de Atención Primaria. Había estado en la Conferencia Internacional de El Cairo sobre la Población y el Desarrollo, en 1994, y, de retorno, pasó por España. En el centro donde ella trabajaba, en una zona sumamente deprimida morían todos los días niños deshidratados a causa de una simple colitis, por falta de suero fisiológico, y por la ignorancia de las madres.
Sin embargo, el centro estaba literalmente lleno de cajas de preservativos que ciertas compañías americanas y europeas les enviaban gratis, porque ocupaban un espacio que no tenían, y que necesitaban para cosas más urgentes y más graves.
¿A quien beneficia? ¿Quién paga el anuncio? ¿Qué visión del ser humano y de la vida, y de las distintas clases de seres humanos, y de vidas humanas, se esconden detrás de estas historias? ¿Qué poderes y qué industrias se benefician de la despoblación de África, y piensan en los futuros beneficios de sus inmensas riquezas y reservas naturales?
Sin duda, los mismos que degradan nuestra propia humanidad y la dignidad de nuestro pensamiento cuando deciden promover la banalización absoluta del uso del cuerpo humano y del sexo. Son los mismos que deciden que el matrimonio no es un bien que necesita ser protegido. Los mismos que han decidido que a cualquier cosa se le puede llamar matrimonio, haciendo burla de los millones de personas de las que viven, porque pagan sus impuestos, aunque ninguna haya nacido de esas uniones.
Los mismos que deciden que matar a un ser humano, siempre que no haya nacido (vive y se desarrolla en el seno de su madre,¡ya ha nacido!) y no tenga voz, es legítimo, con tal de que le convenga a alguno de los adultos implicados. Los mismos que están a punto de decidir una salida igualmente digna y honrosa a favor de quienes han dejado ya de producir, para que no sean una carga para la Seguridad Social. Los mismos que piden mil controles para obtener un antibiótico, pero dan a menores, sin que sus padres lo sepan, una píldora abortiva cuyas consecuencias, absolutamente conocida en caso de abuso, no se quieren decir.
Son los mismos que silencia el dato, perfectamente constatado, de que el uso masivo de los preservativos no ha detenido el sida en África, sino que lo ha propagado. Y se silencia el número de suicidios que se producen entre las mujeres que han abortado. Y se silencia la amargura infinita y el dolor en que viven la inmensa mayoría de las que se han creído que eso era un derecho, y no saben que sería mucho mejor que fuese un pecado.
Porque los pecados, todos los pecados, hay QUIEN los perdona, y QUIEN nos ama y nos abraza y nos cura. Y se silencia que, según estadísticas oficiales, en Andalucía, la primera causa de muerte entre los adolescentes y jóvenes es el suicidio. Y como se silencia, nadie se pregunta por qué. No hace falta preguntarse, porque es obvio que vivimos en el País de las maravillas. Y estamos lanzados hacia el progreso, a tanta velocidad, que ya no podemos saber si vamos hacia el progreso o hacia el abismo.
Sin embargo, el centro estaba literalmente lleno de cajas de preservativos que ciertas compañías americanas y europeas les enviaban gratis, porque ocupaban un espacio que no tenían, y que necesitaban para cosas más urgentes y más graves.
¿A quien beneficia? ¿Quién paga el anuncio? ¿Qué visión del ser humano y de la vida, y de las distintas clases de seres humanos, y de vidas humanas, se esconden detrás de estas historias? ¿Qué poderes y qué industrias se benefician de la despoblación de África, y piensan en los futuros beneficios de sus inmensas riquezas y reservas naturales?
Sin duda, los mismos que degradan nuestra propia humanidad y la dignidad de nuestro pensamiento cuando deciden promover la banalización absoluta del uso del cuerpo humano y del sexo. Son los mismos que deciden que el matrimonio no es un bien que necesita ser protegido. Los mismos que han decidido que a cualquier cosa se le puede llamar matrimonio, haciendo burla de los millones de personas de las que viven, porque pagan sus impuestos, aunque ninguna haya nacido de esas uniones.
Los mismos que deciden que matar a un ser humano, siempre que no haya nacido (vive y se desarrolla en el seno de su madre,¡ya ha nacido!) y no tenga voz, es legítimo, con tal de que le convenga a alguno de los adultos implicados. Los mismos que están a punto de decidir una salida igualmente digna y honrosa a favor de quienes han dejado ya de producir, para que no sean una carga para la Seguridad Social. Los mismos que piden mil controles para obtener un antibiótico, pero dan a menores, sin que sus padres lo sepan, una píldora abortiva cuyas consecuencias, absolutamente conocida en caso de abuso, no se quieren decir.
Son los mismos que silencia el dato, perfectamente constatado, de que el uso masivo de los preservativos no ha detenido el sida en África, sino que lo ha propagado. Y se silencia el número de suicidios que se producen entre las mujeres que han abortado. Y se silencia la amargura infinita y el dolor en que viven la inmensa mayoría de las que se han creído que eso era un derecho, y no saben que sería mucho mejor que fuese un pecado.
Porque los pecados, todos los pecados, hay QUIEN los perdona, y QUIEN nos ama y nos abraza y nos cura. Y se silencia que, según estadísticas oficiales, en Andalucía, la primera causa de muerte entre los adolescentes y jóvenes es el suicidio. Y como se silencia, nadie se pregunta por qué. No hace falta preguntarse, porque es obvio que vivimos en el País de las maravillas. Y estamos lanzados hacia el progreso, a tanta velocidad, que ya no podemos saber si vamos hacia el progreso o hacia el abismo.
Y termino dirigiendo mi mirada a la escena de aquella película, "El tercer hombre" en la que Joseph Cotten y Orson Wells mantienen una conversación en la noria. En aquella Viena destruida por la Segunda Guerra Mundial, Orson Wells vendía de estraperlo penicilina adulterada, con terribles consecuencias para quienes la usaban. Lo importante es mirar a los hombres de lejos, como desde lo alto de la noria, hasta que no sean más que puntitos... "Si te ofrecen 20 dolares por cada uno de estos puntitos que dejara de moverse, ¿cuántos crees que se resistirían?"
11 comentarios:
Gracias Salvador por este nuevo post.
Una vez más tu mirada ayuda a la humanización de un mundo que por intereses particulares quieren ocultarlo.
Recuerdo la polémica suscitada por Benedicto XVI sobre el tema de los preservativos en Africa. Mereció la pena abrir una entrada en nuestro blog humanizandotuentorno.
Ante tanto sufrimiento (¡¡¡real!!!) es necesario apostar por una nueva visión del cuerpo y de la Sexualidad. JPII nos dejo unas brillantes catequesis. Benedicto XVI en su última enciclica comenta lo siguiente:
"La Iglesia, que se interesa por el verdadero desarrollo del hombre, exhorta a éste a que respete los valores humanos también en el ejercicio de la sexualidad: ésta no puede quedar reducida a un mero hecho hedonista y lúdico, del mismo modo que la educación sexual no se puede limitar a una instrucción técnica, con la única preocupación de proteger a los interesados de eventuales contagios o del «riesgo» de procrear. Esto equivaldría a empobrecer y descuidar el significado profundo de la sexualidad, que debe ser en cambio reconocido y asumido con responsabilidad por la persona y la comunidad. Nº 44"
¡¡Estamos en ello amigo!!
Gracias, nuevamente, por este valiente post.
¡Hasta mañana en el altar!
Paz y Bien.
Hola Gizatar, bienvenida por mi humilde casa y por tus palabras de aliento y apoyo. Todo sea para Gloria del SEÑOR que nos conforta en nuestro compartir y en nuestro aliento común para seguir camino de su Casa.
Sólo la Verdad nos hará libre, y la libertad vivida en la Verdad nos dará la felicidad que pretendemos buscar por la mentira, el engaño, el egoísmo y en el clamor hedonista de un mundo que no sabe ni a donde va, ni de donde vienen.
Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.
EL LARGO CAMINO.
Sí, el camino, el sendero humano hacia su "cristificación" ha sido largo y penoso; miles de años....
La sexualidad es un don de Dios, el Creador, pero el hacer de ella fuerza positiva de vida, de bienestar sicológico y somático no ha sido tarea fácil. Por eso, se exige estar permanentemente iluminando las mentes y los corazones humanos para que "sus dones sexuales" sean para su edificación espiritual y moral, y menos para un simple hedonismo o disfrute egoísta y destructor.
Paciencia....y mucho amor, comprensión...es la exigencia permanente de los pastores de almas. Largo es el camino, estrecho el sendero...
Paz y bien.
Estupendo Post hermano salvador.
y genial tu blog.
animo y sigamos adelante¡¡¡
que tenemos que hacer mucho ruido en el mundo
que se note que todavia hay gente, que creemos en El, y lo seguimos.
y que no somos pocos.
Gloria a Dios.
Te dejo un regalito en mi blog.
un abrazo hermanito
Salvador, mil gracias por el premio, especialmente por lo que significa.
En cuanto al tema que tratas, sabes que coincido contigo absolutamente. Más de una vez he comentado cómo millonarios como Bill Gates, Ted Turner, Rockefeller, y otros “filántropos” realizan donaciones anuales a la ONU de grandes cantidades de dinero, con la única condición de que vaya destinado a programas de salud sexual y reproductiva que, como sabes, incluyen el aborto y la anticoncepción (también la abortiva). ¿Qué intereses hay detrás de todo esto? Lo más llamativo es que estos señores financian también todo tipo de organizaciones contra la Iglesia como “católicas por el derecho a decidir”, programas televisivos, etc.
Totalmente de acuerdo, Roshbalam. La lucha debe ser constante, sin desfallecer, sin tregua. Además, confiados en que todo está ganado, porque el SEÑOR ha vencido al mundo con su Resurrección, y nosotros, en ÉL, venceremos también.
Esa es nuestra esperanza y confiados nunca desfalleceremos. Llevamos ya 2009 años y nunca han podido, ni podrán vencer.
Un fuerte saludo en XTO.JESÚS.
Gracias. Mariola, por tu regalo y tus comentarios. En Cursillos de Cristiandad decimos que CRISTO y yo mayoría aplastante, y que vivimos en Gracia, "la Vida de la Gracia", porque se puede. Pues eso nunca van a impedirnos que lo creamos y que lo llevemos a cabo, porque en JESÚS, con JESÚS y por JESÚS saldremos vencedores y nada debemos temer.
Un fuerta abrazo en XTO.JESÚS.
El comentario suprimido ha sido porque me he equivocado al comentar un comentario con otro y lo he suprimido para hacerlo de nuevo. Aclarado este accidente, paso a comentar el siguiente:
Gracias eligelavida por tu amabilidad y ternura en aceptar el premio. Sé que estamos de acuerdo porque no puede ser de otra forma, pues es CRISTO QUIEN nos une y no unifica en verdad y caridad, ahora de forma excelente y clara expueta por Benedicto XVI.
Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.
Totalmente de acuerdo con tu post Salvador y pensar que mucha gente cree que favoreciendo el aborto se evitará la desnutrición, el SIDA y la pobreza en África. Y justo un país africano, Uganda ha bajado sus cifras de infección por VIH no usándolo sino fomentando la abstinencia y la monogamia!!!
saludos. Hilda
¡CUánta razón en todo lo que dices!
La verdad es que somos un pueblo pobre, muy pobre...
¡Gracias por esta fantástica exposición!
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