jueves, 15 de octubre de 2009

CUANDO NOS CREEMOS CAPACES DE VALERNOSPOR NOSOTROS MISMOS...



España, a la cabeza de Europa en afectados por tuberculosis
Publicada en 13/10/2009

A pesar de que su incidencia y mortalidad se ha reducido en los últimos años, nuestro país está a la cabeza de Europa en tuberculosis, la enfermedad infecciosa que causa más muertes d
espués del VIH. Se trata de una enfermedad muy difícil de diagnosticar, dada la variabilidad de los síntomas. No se ha innovado en medicamentos desde hace 40 años ni en vacunas desde hace 90; lo que salvaría millones de vidas y supondría un importante ahorro para los Sistemas Nacionales de Salud.


En la actualidad, se estima que un tercio de la población mundial está infectada por el M. Tuberculosis, con aproximadamente 9 millones de casos nuevos anuales y entre 1’5 y 2 millones de muertes. En España, la población pediátrica menor de 14 años infectada representa el 6% del total de casos nuevos, siendo el grupo menor de 4 años el más afectado y el que más formas graves presenta.


En cierta ocasión leí , fue un recorte de una revista que me enseñó una persona, que el Sr. Saramago expresaba su sorpresa por considerar como todavía se podía estar pensando y creyendo en DIOS. No sé si literalmente era así, pero si que venía a expresar eso. Hoy con tantos avances tecnológicos y tantos adelantos no parece que nada se le vaya a resistir al hombre. El mundo está a sus pies y todo parece someterse a su poder.


Hace muy poco tiempo, cuando empezó lo de la gripe A unos compañeros me decían que eso no era nada, que ocurría en países que no estaban muy preparados y que sanitariamente dejaban mucho que desear. Al parecer en España todo estaba controlado y una pandemia o cualquier otra amenaza estaría sofocada enseguida.


Los avances espectaculares y sorprendentes nos hacen sentir seguros y, en muchos momentos, sentimos la tentación de experimentar que nada nos va a poder y que llegará un momento que podremos con la muerte. Sé que puede parecer exagerado, pero en el fondo de nuestro ser abrigamos, aún a modo de tentación, la esperanza de poder controlar todo tipo de enfermedad.


Creo que esos sentimientos son los que hacen llegar a manifestar ese tipo de pensamientos, como lo del Sr. Saramago, alimentado por una ceguera agnóstica, que no atea, porque en algo creerá, por ejemplo en la ciencia, y ateo significa no creer en nada. Y se no presenta de forma clara y meridiana que cuando se tiene poder, soberbia, orgullo, suficiencia, llegamos a creernos capaces de resolver todos nuestros problemas e interrogantes, y poder darles respuestas.


Saber nuestro origen, de dónde venimos y como hemos aparecidos aquí en la tierra. Y también nuestro destino y dónde acabará nuestra vida y qué pasará después son interrogantes que el hombre busca y se cree en muchos momentos suficiente para darle respuesta. Llevamos muchos milenios investigando y sólo hemos avanzado en curar algunas cosillas exteriores y otras a medias o al menos prologar más la vida con cierta dignidad.


Sin embargo, lo interior está cada vez más podrido, más alejado de nuestra condición de persona humana digna de ser llamada así. Aparecimos en la tierra matando y continuamos matando. Quizás ahora peor, porque somos más conscientes de lo que hacemos y lo tratamos de dirigir y reconducir nosotros: ¡Somos los dueños del mundo!


A todo esto, cuando todo parece viento en popa y que somos los Hombres del mundo, los sabios y los todopoderosos que no necesitamos de nadie, una simple gripe, o no tan simple, nos vuelve todo al revés. Y ahora resulta que algo que había pasado a la historia, por lo menos por la casa de los todopoderosos dioses, amenaza y nos descubre nuestra pequeñez y miseria. Los datos están más arriba y dejan evidencia de lo que digo.


Y es que la sabiduría está reñida con la prepotencia y la suficiencia, porque sólo los pequeños, los necesitados, los carentes de toda suficiencia, los pobres que tienden la mano para buscar la salvación que ellos no pueden encontrar son los que encontraran las respuestas de salvación que nunca el hombre soberbio podrá encontrar.

2 comentarios:

luispdzp dijo...

Antes de todo, te quiero agradecer por tus bellas palabras dirigidas a la bienvenida que le realicé a mis queridos estudiantes en este semestre querido hermano Salvador, y me gustaron muchas más la palabras dirigidas para ellos, y con mucho gusto se las voy a comunicar en plena clase y espero que le llegue a sus corazones tal como me llegó a mí.

Dios nos hado tanto dones y virtudes, que muchas veces nootros no sabemos usarlos, pareciera mas bien que lo rechazamos, muchas veces por vanidad, otras por soberbia o porque simplemente a veces no queremos parecer Dioses y Dios solo hay uno, que bueno sería usar la ciencia para el bien, entender que Dios creo todas la leyes de la naturaleza y que nos ha dado facultades para poderlas entenderlas y hacer el bien on ella, que podemos hasta crear vacunas para eliminar tantas enfermedades y males que hay en el mundo.

Oremos a Nuestro Señor para que el hombre utiliza la ciencia para el bien, que por medio del Espíritu Santo logre obtener vacunas para prevenei y curar a tantos enfermos de la gripe AH1N1, del Sida y otros males, y que no siga creaando drogas, armas biológicas y nucleares que sólo sirven para destruir vidas.

Un abrazo en XTO Jesús y que Dios te siga bendiciendo a ti y tu familia.

Salvador Pérez Alayón dijo...

Una gran alegría verte y leerte de nuevo. Fue casualmente que pasé por tu blog y cuando me iba a retirar, no sé cómo, me dió por leer tus comentarios, ¡eran muchos! La curiosidad me picó, ¿qué habría hecho mi amigo Luis? Y al leerlo no pude resistir la tentación de participar.
Querido Luis, San Luis, haces una labor estupenda. Le llegas a tus alumnos, y yo que, por mi mujer que fue profesora, conozco la problemática y lo difícil que es, al menos por aquí, impartir y ser correspondido de la forma que tus alumnos toman tus enseñanzas y las hacen suyas, puedo valorar lo que estás haciendo. Igual tú no te das cuenta, pero la labor es enorme y quizás Venezuela te debe en el futuro mucho por estos jóvenes que estas formando hoy.
Rezaré para que no abandones la labor, porque creo que el ESPÍRITU te guía. Entrégate en SUS MANOS y ofrécete a servir, como lo haces, a tus alumnos transmitiéndoles de forma muy natural y sencilla la Única Verdad, la Vida y el Camino por donde serán gozosamente y eternamente felices.
¡Que DIOS te bendiga! Recuerdos para Angélica.
Un fuerte abrazo a los dos en XTO.JESÚS.

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