lunes, 2 de julio de 2012

SEGURIDADES, EQUILIBRIOS...

Tendrá que correr hasta la meta sorteando uno o...

Toda la vida nos la pasamos corriendo detrás de una vida segura, equilibrada y sin imprevistos o riesgos que nos sacudan y nos pongan en peligro. Buscamos la felicidad en la seguridad general: Seguridad económica, seguridad familiar, emocional y psíquica, seguridad laboral...etc.

Digamos que esas son nuestras preocupaciones y aspiraciones, y ansiamos enterrar nuestros talentos, pues nos queremos quedar en el punto que nos promete seguridad y equilibrio. ¡Aquí nos instalamos y no busquemos más!

Sin embargo, queramos o no, nuestras aspiraciones describen una espiral, nunca un círculo. Al contrario que los animales que, satisfechas sus necesidades se tumban a la sombra a descansar hasta que despierten sus necesidades de nuevo, y de ahí no salen en toda su vida. El hombre, conseguido esta aspiración e ideal, se lanza por uno mayor y que le procure más satisfacción y le haga más perfecto.

El hombre siempre está anhelando mayores metas, mayores logros que le permitan progresar, alcanzar y mejorar su estado de perfección. Nunca lo da por acabado, solo cuando su vida termine su andadura en este mundo. 

Por lo tanto, el hombre necesita arriesgar constantemente su vida. Conseguido esta seguridad o equilibrio, tiene que lanzarse por dar un paso hacia adelanten en pro de algo más. Porque dentro de sí, el hombre siente deseos de una sociedad mejor. Siendo mejor él, hace mejor la sociedad en la que vive. No tiene sentido, ni puede, encerrarse en un habita particular una vez conseguido su propósito, puesto que nacerán nuevos.

Sus sentimientos y deseos le mueven a formar una familia, a tener hijos, a ser solidario, a buscar la justicia, a... Necesita romper sus seguridades y equilibrios una vez conseguidos, para alcanzar otros. Es una carrera interminable en aras de alcanzar la perfección.

Los equilibrios y seguridades en el mundo humano sólo tienen sentido como trampolines para nuevas conquistas, para aventuras en las que el amor es capaz de arriesgarlo todo. Es triste morir en equilibrios de egoísmo donde uno buscó simplemente estar tranquilo y evitar problemas. Es hermoso morir por asumir riesgos al dar lo mejor de nosotros mismos, al desgastar la propia vida en la tarea de amar alegremente, sin medida...

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