No se puede estar alegre cuando hay amenaza y riesgo de ser encarcelado o peligro incluso de muerte. Ni tampoco se puede mantener el criterio, la fe y la firmeza de sostener ese principio de fidelidad y fe en alguien cuando tu propia vida corre peligro de muerte. Es extraño que eso ocurra, pero ocurre.
Y ocurre con los cristianos comprometidos con y por Jesús. Le sigue y confiesan su fe a pesar del riesgo de perder la vida. No es cosa de ahora, sino que ha ocurrido desde siempre, desde el principio. Y el primero fue el propio Jesús. El experimentó esa persecución en su Persona que le llevó a una muerte de Cruz, y desde entonces muchos de sus discípulos han corrido su propia suerte... leer más
Y hoy sigue ocurriendo lo mismo, los cristianos son perseguidos y, como los apóstoles, se alegran de sufrir por y en nombre de Xto. Jesús. Es extraño que eso ocurra, pero ocurre, y descubre que la fe no es algo irreal sino demuestra que Jesús Vive y camina con ellos.
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