miércoles, 15 de enero de 2025

SEMEJANTES A DIOS: GN 1,26

Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza, dijo el Señor – Gn 1, 26 – y eso significa que nosotros, seres humanos, somos semejantes al Señor. ¿Y dónde nos vemos semejados? Pues, más claro el agua, en nuestro Señor Jesucristo, Dios hecho Hombre.

Dios, desde siempre, pensó en su criatura, el hombre, y, llegado el momento, se encarnó en Naturaleza humana para enseñarnos, mostrarnos y recordarnos nuestra semejanza con Él. De modo que en Xto. Jesús, nuestro Señor, vemos reflejado el rostro de nuestro Padre Dios.

Y nuestra semejanza es exacta menos en una cosa: el pecado. Por tanto, imitando a Jesús, nuestro Señor, y viviendo en su Palabra, estaremos pareciéndonos más a nuestro Padre Dios, a nuestro hermano mayor, nuestro Señor, e hijos de nuestro Padre Dios.

¿Qué ocurre? Qué, quizás, aunque lo hemos oído y lo sabemos, no nos hemos dado cuenta de que somos semejante en todo a nuestro Padre Dios, porque así ha sido su Voluntad y así nos ha creado. ¡Alabado y bendito sea nuestro Señor!

No hay comentarios:

ÚLTIMAS REFLEXIONES