Cuando queremos rechazar una verdad o proyecto podemos usar una y mil formas de desvirtuarla y de oscurecerla hasta el punto de esconderla como si no fuese verdad o no se vea así. Son los artilugios de los que tienen el don de la palabra e inteligencia para disfrazar la verdad y poner en su lugar las suyas.
Son los que dicen, ahora, después de siglos y siglos de investigación e historia, que ellos saben más que otros y que su verdad es esta, o al menos, sin aparente esfuerzo de imponerla, sí la ofrecen como su propia verdad y la venden como si de perfectos alfareros se trataran al presentar su obra.
Son tan presuntuosos que contraponen el bisturí del raciocinio, del que ellos son fuentes y testimonios, a la subjetividad del mito, de tal modo que el balance final le dota de argumentos para concluir la irracionalidad de una religión que proclama a un DIOS "que no es persona de la que uno puede fiarse", que "no oye" las súplicas de los pobres y desgraciados, esclavizando a los seres humanos.
Pero ignoran todo aquello que testimonia la verdad y que les delata como no portadores de la misma. Se agarran a lo literal de lo que pueda servirle para interpretar desde su rebeldía el plan de salvación de un DIOS que, a pesar de su rechazo, le espera y le ama pacientemente. Son los hijos que, huidos de la casa, no han regresado y se resisten hacerlo, aún en las puertas de su oscura verdad y del contrasentido de sus vidas.
Si hay ALGUIEN que defiende a los pobres; si hay ALGUIEN que dio su vida por los pobres; si hay ALGUIEN que entregó todo y lo continua entregando por los pobres, ese es nuestro PADRE DIOS. Por mucho que miro en los lugares donde se sufre y padece enfermedad, hambre, ignorancia, miserias de todo tipo y carencias de todo bien, no veo a ningún intelectual; no veo a ningún defensor de los pobres que hablan y hablan y critican a la Iglesia; no veo a ningún literario o poeta comprometido con la causa ofreciendo su vida, su tiempo, su dinero, su ser.
Sólo veo religiosos, monjas de todas las edades, misioneros que han entregado su vida al servicio de los más desfavorecidos, voluntarios que renuncian a sus propios proyectos para dedicarse al proyecto de salvar y aliviar la vida de otros. Sólo veo a mayores y jóvenes sacerdotes dedicados a escuchar, servir y amar, dejándolo todo por un gran Ideal, la opción fundamental de sus vidas: "El amor". Sólo veo a la Iglesia, porque todos esos forman y conforman la Iglesia.
Alguien en esta línea dijo: "JESUCRISTO necesitó doce apóstoles para propagar el cristianismo. Yo voy a demostrar que basta uno sólo para destruirlo". Y yo le respondo, no con demagogia ni entelequias, sino con la sencillez y humildad que da la sabiduría del ESPÍRITU, que posiblemente usted no tenga porque lo rechaza: Mientras exista una persona creyente, nadie puede destruir a nuestro SEÑOR JESUCRISTO, porque CRISTO vive en mí, y en todo aquel que crea en ÉL y coma su CUERPO y beba su SANGRE.
Así que, amigo y hermano mío, no se emplee a fondo en la censura del cristianismo y menos en destruir al SEÑOR, porque nadie podrá hacerlo. Cada creyente, apréndanlo, es Templo vivo de ESPÍRITU SANTO y en ÉL habita DIOS. Jamás podrá ser destruido, porque hacerlo necesitaría acabar con la humanidad. Ya llevamos 2009 años y usted ve los resultados. Por mucho que se empeñen nunca lo lograrán. Son ustedes y sus palabras, sus ideologías y doctrinas mediocres y vacías las que desaparecerán, más el SEÑOR siempre permanecerá.
Y, para terminar, no hace falta mucha investigación ni tanto talento literario e intelectual, le diré con todo el cariño de que soy capaz que JESÚS, el HIJO de DIOS vivo, está entre nosotros. Ustedes pueden reírse y levantar una y mil trama para oscurecerlo, nublarlo, que nunca desaparecerlo, pero no podrán rebatir que su existencia y Resurrección es un hecho constatado.
No podrán demostrar que JESÚS no ha resucitado, ni que la Persona histórica de JESÚS no es real. No podrán demostrar ni encontrar su Cuerpo y lo que la historia dice. Ustedes, que todo lo que argumentan y saben lo aprenden y sacan de la historia, deben saber que los que vivieron con ÉL y fueron sus amigos atestiguan su Resurrección. Testimonian que se les apareció después de muerto y testifican que vive con su historia y sus vidas. Todos dieron la vida, después de padecer y sufrir por proclamar su Palabra. ¿Creen ustedes que hay personas tan tontas para creerse algo que no han visto, y entregar todo por ella?
Si les acepto que ustedes no crean, que piensen y digan, desde el respeto y la libertad, lo que piensan y entiendan. No olviden que todo se ha cumplido en JESÚS. Hagan uso de su intelectualidad para comprobar como todas las promesas desde el Antiguo Testamento se han cumplido en JESÚS, y el colofón, la Resurrección.
Por eso, en ÉL, sólo de ÉL y por ÉL podemos estar seguro y creer que ÉL no nos engaña. Porque en ÉL todo se ha cumplido, y de ÉL podemos fiarnos, pues su Palabra y Vida lo testimonia. No ofrecen ustedes esa credibilidad, ni desde sus palabras, y menos desde sus vidas para creerles, a todo será sus palabras y vidas, como lo son las mías y las de otros muchos. Sólo ÉL, al que ustedes rechazan, tiene Palabra de Vida Eterna.
Son los que dicen, ahora, después de siglos y siglos de investigación e historia, que ellos saben más que otros y que su verdad es esta, o al menos, sin aparente esfuerzo de imponerla, sí la ofrecen como su propia verdad y la venden como si de perfectos alfareros se trataran al presentar su obra.
Son tan presuntuosos que contraponen el bisturí del raciocinio, del que ellos son fuentes y testimonios, a la subjetividad del mito, de tal modo que el balance final le dota de argumentos para concluir la irracionalidad de una religión que proclama a un DIOS "que no es persona de la que uno puede fiarse", que "no oye" las súplicas de los pobres y desgraciados, esclavizando a los seres humanos.
Pero ignoran todo aquello que testimonia la verdad y que les delata como no portadores de la misma. Se agarran a lo literal de lo que pueda servirle para interpretar desde su rebeldía el plan de salvación de un DIOS que, a pesar de su rechazo, le espera y le ama pacientemente. Son los hijos que, huidos de la casa, no han regresado y se resisten hacerlo, aún en las puertas de su oscura verdad y del contrasentido de sus vidas.
Si hay ALGUIEN que defiende a los pobres; si hay ALGUIEN que dio su vida por los pobres; si hay ALGUIEN que entregó todo y lo continua entregando por los pobres, ese es nuestro PADRE DIOS. Por mucho que miro en los lugares donde se sufre y padece enfermedad, hambre, ignorancia, miserias de todo tipo y carencias de todo bien, no veo a ningún intelectual; no veo a ningún defensor de los pobres que hablan y hablan y critican a la Iglesia; no veo a ningún literario o poeta comprometido con la causa ofreciendo su vida, su tiempo, su dinero, su ser.
Sólo veo religiosos, monjas de todas las edades, misioneros que han entregado su vida al servicio de los más desfavorecidos, voluntarios que renuncian a sus propios proyectos para dedicarse al proyecto de salvar y aliviar la vida de otros. Sólo veo a mayores y jóvenes sacerdotes dedicados a escuchar, servir y amar, dejándolo todo por un gran Ideal, la opción fundamental de sus vidas: "El amor". Sólo veo a la Iglesia, porque todos esos forman y conforman la Iglesia.
Alguien en esta línea dijo: "JESUCRISTO necesitó doce apóstoles para propagar el cristianismo. Yo voy a demostrar que basta uno sólo para destruirlo". Y yo le respondo, no con demagogia ni entelequias, sino con la sencillez y humildad que da la sabiduría del ESPÍRITU, que posiblemente usted no tenga porque lo rechaza: Mientras exista una persona creyente, nadie puede destruir a nuestro SEÑOR JESUCRISTO, porque CRISTO vive en mí, y en todo aquel que crea en ÉL y coma su CUERPO y beba su SANGRE.
Así que, amigo y hermano mío, no se emplee a fondo en la censura del cristianismo y menos en destruir al SEÑOR, porque nadie podrá hacerlo. Cada creyente, apréndanlo, es Templo vivo de ESPÍRITU SANTO y en ÉL habita DIOS. Jamás podrá ser destruido, porque hacerlo necesitaría acabar con la humanidad. Ya llevamos 2009 años y usted ve los resultados. Por mucho que se empeñen nunca lo lograrán. Son ustedes y sus palabras, sus ideologías y doctrinas mediocres y vacías las que desaparecerán, más el SEÑOR siempre permanecerá.
Y, para terminar, no hace falta mucha investigación ni tanto talento literario e intelectual, le diré con todo el cariño de que soy capaz que JESÚS, el HIJO de DIOS vivo, está entre nosotros. Ustedes pueden reírse y levantar una y mil trama para oscurecerlo, nublarlo, que nunca desaparecerlo, pero no podrán rebatir que su existencia y Resurrección es un hecho constatado.
No podrán demostrar que JESÚS no ha resucitado, ni que la Persona histórica de JESÚS no es real. No podrán demostrar ni encontrar su Cuerpo y lo que la historia dice. Ustedes, que todo lo que argumentan y saben lo aprenden y sacan de la historia, deben saber que los que vivieron con ÉL y fueron sus amigos atestiguan su Resurrección. Testimonian que se les apareció después de muerto y testifican que vive con su historia y sus vidas. Todos dieron la vida, después de padecer y sufrir por proclamar su Palabra. ¿Creen ustedes que hay personas tan tontas para creerse algo que no han visto, y entregar todo por ella?
Si les acepto que ustedes no crean, que piensen y digan, desde el respeto y la libertad, lo que piensan y entiendan. No olviden que todo se ha cumplido en JESÚS. Hagan uso de su intelectualidad para comprobar como todas las promesas desde el Antiguo Testamento se han cumplido en JESÚS, y el colofón, la Resurrección.
Por eso, en ÉL, sólo de ÉL y por ÉL podemos estar seguro y creer que ÉL no nos engaña. Porque en ÉL todo se ha cumplido, y de ÉL podemos fiarnos, pues su Palabra y Vida lo testimonia. No ofrecen ustedes esa credibilidad, ni desde sus palabras, y menos desde sus vidas para creerles, a todo será sus palabras y vidas, como lo son las mías y las de otros muchos. Sólo ÉL, al que ustedes rechazan, tiene Palabra de Vida Eterna.
6 comentarios:
Salvador, tu apología viene de muy dentro. Eso es muy luminoso...gracias!
Gracias Roberto, pero gracias al ESPÍRITU SANTO que mueve mi mano y abre mi pensamiento contra los sabios e intelecutales de este mundo.
Este artículo es una respuesta sobre un artículo que vino publicado ayer, 25 de noviembre, en el Canarias 7, por Fernando Gómez Aguilera, poeta, director de la Fundación César Manrique y estudioso de la obra de José Saramago.
Analiza "Caín" la última novela del Premio Novel luso.
Y casualmente, ayer cuando iba en avión hacia Las Palmas, dicho periódico cayó en mis manos. Después de leerlo no puede evitar que respondiera y proclamara mi fe en JESÚS de Nazaret, nuestro SEÑOR JESUCRISTO, DIOS y HOMBRE Verdadero.
Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.
Solo el Espíritu nos anima y nos ayuda a pasar por este desierto. Razón tienes Salvador al decir que sólo quedando uno de nosotros, Cristo estará presente, pues Él vive en nosotros. Yo voy más allá: si Dios nos hizo a su imagen y semejanza, y el principio y fundamento del hombre es ir hacia Él, adorarle y pertenecerle, mientras exista un hombre, nuestra alma irá hacia Él.
Buenas noches y Dios nos bendiga.
Así es Maricela, todo está creado para que regrese a ÉL. Nuestra alma, quiera o no, como diría San Agustín, no descasará hasta que descanse en ÉL.
Un abrazo en XTO.JESÚS.
Crees que lo que Darwin dijo es mentira.O solo lo niegas.O sea algunos creyentes catolicos apoyan a Darwin otros no.Cual es tu caso?????.Lo apoyas o no?Espero tu respuesta un cordial saludo
Respecto a Darwin no niego nada, es más puedo hasta creerlo, pero eso es intrascendente, pues la evolución tiene que tener un principio. Un principio creador, inteligente, bondadoso, superior a todo sus criaturas y materia creadas por ÉL.
Y JESÚS nos habla de ese PADRE que lo ha creado todo, incluso a Darwin, que viene a ser una criatura más de ese DIOS Amor que sostiene al mundo. Y en ÉL, en el HIJO, se cumple todo lo profetizado desde el principio.
Todas las teorías, como el Big Bang, descubren que tiene que haber una primera explosión, en el caso del Big Bang, que dirija todo este Cosmo Universal e inteligente.
Estas cosas no pueden ordenarse de la nada, pues la nada, nada es. La catedral de Burgos, como preconiza Jose Antonio Sallez, no pudo estructurarse de forma arbitraria y al azar. Tuvo que tener un ordenador que dispusiera todas sus piezas. Es lo que nos dicta nuestra razón y lo natural.
Creo que es mucho más fácil creer en JESÚS de Nazaret que en todas las teorías que existen, pues JESÚS no sólo proclamó la Verdad, sino que la vivió y realizó con su obra, que culminó en la Resurrección.
De eso hay testimonios, hechos,está recogido en toda la historia y se experimenta en lo más profundo del ser humano.
Por lo tanto, creo que no hay lugar a discusión. Darwin está ahí, pero su teoría, aún siendo importante y verdadera, queda muy por debajo de la grandeza de JESÚS de Nazaret.
Un abrazo, y muchas gracias por su comentario, que respeto y acepto.
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