Se habla mucho de libertad, hasta tal punto que la convivencia bien entendida está fundamentada en los valores de justicia y libertad porque, de faltar alguno de ellos, no se podría consolidar una vivencia social en paz y buena armonía.
Un pueblo, para ser un pueblo tiene que ser libre y en libertad aplicar los valores que constituyen las bases para formalizar una convivencia justa, respetuosa, equilibrada, igualitaria y en paz. Sin libertad (ver aquí) eso sería dictadura, imposición, partidismos, intereses de unos pocos, sometimientos... y todos los calificativos y atributos que quieran darle.
Pero, ocurre, que libertad, la que todos defienden y predican, declarándola bandera uniforme que todos enarbolan y prometen fidelidad y cumplimento, sólo se queda en eso, en una declaración más que bonita, pero menos cumplida. Porque lo vemos en la práctica es lo contrario: extorsiones, imposiciones, intimidación, castigos, y toda clase de presiones para que no se sea libre, sino que se haga lo que algunos quieren que se haga.
Demás está definir el concepto libertad. Todos sabemos que la libertad está para hacer el bien y establecer límites de justicia, respetos y derechos entre las personas. Derechos que vayan a defenderla, porque no, para los aprovechados, el aborto es un derecho, porque eso mata. De la misma manera que está penalizado el no llevar el cinturón de seguridad, no puede cada uno hacer lo que quiera, porque la diferencia de llevarlo o no puede costar una vida, y eso hay que exigirlo porque es el bien para todos.
La libertad busca el bien común, pero el bien entendido como defensa de la especie humana, es decir, de la persona, y todo aquello que la someta, que la perjudique, que le impida ser y crecer como persona digna, por el sólo hecho de ser criatura de DIOS, es cortarle su libertad.
Un pueblo, para ser un pueblo tiene que ser libre y en libertad aplicar los valores que constituyen las bases para formalizar una convivencia justa, respetuosa, equilibrada, igualitaria y en paz. Sin libertad (ver aquí) eso sería dictadura, imposición, partidismos, intereses de unos pocos, sometimientos... y todos los calificativos y atributos que quieran darle.
Pero, ocurre, que libertad, la que todos defienden y predican, declarándola bandera uniforme que todos enarbolan y prometen fidelidad y cumplimento, sólo se queda en eso, en una declaración más que bonita, pero menos cumplida. Porque lo vemos en la práctica es lo contrario: extorsiones, imposiciones, intimidación, castigos, y toda clase de presiones para que no se sea libre, sino que se haga lo que algunos quieren que se haga.
Demás está definir el concepto libertad. Todos sabemos que la libertad está para hacer el bien y establecer límites de justicia, respetos y derechos entre las personas. Derechos que vayan a defenderla, porque no, para los aprovechados, el aborto es un derecho, porque eso mata. De la misma manera que está penalizado el no llevar el cinturón de seguridad, no puede cada uno hacer lo que quiera, porque la diferencia de llevarlo o no puede costar una vida, y eso hay que exigirlo porque es el bien para todos.
La libertad busca el bien común, pero el bien entendido como defensa de la especie humana, es decir, de la persona, y todo aquello que la someta, que la perjudique, que le impida ser y crecer como persona digna, por el sólo hecho de ser criatura de DIOS, es cortarle su libertad.
2 comentarios:
vos pensas que tenemos libertad de expresion??
no lo se yo eh
dudo que tengamos
pues todos nos hacen pensar loq ue quieren y lo que buscan no os parece?
pues nada saludos amigo
Hola MilThon, precisamente lo que argumento y reflexiono es que no nos dejan expresarnos libremente.
Si has visto el enlace que pongo verás que se trata del despido de un profesor por decir lo que piensa.
Por eso digo que, nuestros gobernantes, declaran que defienden la libertad, pero en la práctica no lo hacen. Nos coartan, extorsionan y manipulan.
Creo que estamos de acuerdo, los que ahora se han levantado defendiendo la libertad hacen todo lo contario.
Un abrazo.
Publicar un comentario