lunes, 19 de marzo de 2012

EVANGELIZAR NO ES COSA DE CRITERIOS, SINO DE OBRAS

Obras son amores y no buenas razones. Eso dice el refrán.

¡Claro!, los criterios son muy importantes y necesarios, porque sin criterios estaríamos sin rumbo y nuestra vida quedaría tocada, vacía y sin sentido. Pero, esos criterios e ideas que bullen en nuestra cabeza quedarían, sin obras, en mera utopía, sin coherencia y, por lo tanto, sin efecto evangelizador.

"Obras son amores, y no buenas razones". La confianza que dará paso a la fe está apoyada en el testimonio y coherencia de la concordancia de que lo que se dice se corresponda con lo que se hace. Las buenas intenciones son buenas, valga la redundancia, cuando se llevan a cabo y se transforman en realidad.

Por eso, no solo basta con parecer, sino que también hay que ser. Esa es la vida de Jesús. En Él se cumple, no solo lo que dice sino también lo que hace. Sus obras avalan su vida y su Palabra. Por eso, podemos creer y fiarnos de Él, porque todo lo que ha prometido se ha cumplido, hasta su Resurrección. Verdaderamente tiene palabra de Vida Eterna.

Eso debe provocar en nuestras vidas el ajuste de vivir de acuerdo con lo que creemos y proclamamos. Por eso el compartir nos compromete y nos complica nuestra vida, porque la palabra compartida tiene que estar respaldada por la vida. Si eso no es así, mentimos, no damos testimonio y el efecto evangelizador es el contrario al pretendido.

De tal forma que, ahora que se habla mucho de la nueva evangelización, resulta que de nuevo tiene poco, porque desde siempre las primeras comunidades han sabido que la verdad entra no solo con la palabra sino con las obras. Quizás, lo nuevo, puede estar en que debemos prepararnos en estos medios y técnica para aprovechar mejor las nuevas formas de convivencia que la vida nos plantea.

Pero la forma no va a cambiar, porque solo las obras nos descubren nuestra fe. Una fe que no vaya respaldada por obras es una fe muerta. Sin embargo, no desesperemos ni pensemos en obras extraordinarias ni fuera de nuestro alcance. Nuestras obras están donde estamos, y en la familia empieza el primer escalón. Luego vendrán los más próximos y... Solo se trata de ser responsable y vivir empapado de amor. No pienses cosas extrañas.

1 comentario:

Susana dijo...

Gracias por esta entrada, Salvador. Muy cierta. Que el Señor nos de la Luz del Espíritu Santo, para acompañar con obras nuestra fe, y la sabiduría para saber cuándo y cómo actuar.
Muchas bendiciones, en Cristo y María

ÚLTIMAS REFLEXIONES