martes, 26 de febrero de 2013

¡QUÉ OCURRE A NUESTRO DERREDOR?



Huele mal y todo parece que se desmorona y se corrompe. Sin embargo, es curioso, todos hablamos de corrupción, mentiras, fraudes, robos, injusticias...etc., pero, ¿quiénes son los culpables? Porque nosotros señalamos excluyéndonos. No es mi intención buscar culpables, sino reflexionar sobre por qué hay culpables.

Posiblemente no hay un solo Urdangarín o Bárcenas, u otros... ¿Estamos nosotros excluidos? Esa es la reflexión que no toca hacer, porque dependerá de cada uno de nosotros el que esta basura se acabe y prevalezca la justicia y la verdad. A todos nos corresponden poner nuestra verdad, y limpiarnos de nuestras mentiras e injusticias. Porque mientras eso no sea así, seguirán habiendo truhanes, chorizos y golfos que se empeñen en enriquecerse a costa de los demás sin importales lo más mínimo que otros sufran y lo pasen mal.

Y no acuso ni opino en cuanto a que sean culpables o no. Simplemente reflexiono que no dependerá de que alguien sea o no culpable, sino que todos arrimemos el hombre con justicia y verdad. Todo lo demás no vale para nada. Será siempre más de lo mismo. Para eso hace falta olvidarnos de nosotros mismos y buscar el bien de todos, el bien común. Conseguiremos mejorar todos.

Nunca los derechos pueden servir para matar o pasar por encima de los de otros. Los padres no pueden quitarle la vida a los niños nacidos en el vientre de sus madres. Si tienen el derecho de protegerlo y cuidarlos, pero nunca quitarles la vida. Nadie puede legislar par su provecho propio o intereses de partidos o colectivos privilegiados. El derecho a la justicia, a la vida y la verdad está por encima de toda persona. 

Sucede entonces que la ambición de poder y los egoísmos entierran esos derechos inscritos en el corazón del hombre e incumplen la regla del juego, que solo es una: "La justicia y la verdad".




2 comentarios:

mjbo dijo...

¡Cuánta razón tienes Salvador...!: Todos contribuimos al bien o mal social... pero no nos olvidemos que Dios juzgará finalmente no solo a cada uno individualmente, sino también a las naciones enteras y a sus gobernantes. Entonces cada cual cargará con su responsabilidad...
Un saludo

No sé si esta vez podré enviar el comentario; no sé qué pasa...

Salvador Pérez Alayón dijo...

No pasa nada, mj bo, todo ha salido bien.

Imagina si todos, en nuestro pequeño entorno empezamos a hacer las cosas bien, al menos intentarlo desde la optica de Dios. Todo cambiaría enseguida y para bien.

Gracias por tu comentario.

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