Nunca ha dejado de estar perseguida la Iglesia, porque nunca tampoco te han dejado de perseguir a Ti Señor Jesús. Desde el primer día de tu aparición en la vida pública, en el Jordán, empezaron las tentaciones y los peligros en el desierto de tu vida por este mundo.
Y hoy, 2014 años después, sigue todo igual. Muchos, alentados por tu Gracia, han seguido tus mismos pasos y han compartido su humilde muerte con la Tuya, Señor. Y hoy y ahora, en estos momentos, muchos niños inocentes, jóvenes, adultos y ancianos de todas partes del mundo, sufren, son perseguidos, explotados y martirizados hasta la misma muerte por seguir fieles a tu Palabra (ver aquí).
Danos Señor la fuerza para no desfallecer y seguir firmes en tu fe, para que lo que creemos sea reflejo de lo que pensamos y hacemos. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario