jueves, 16 de octubre de 2008

Subrogación gestacional o útero subrogado


En los últimos tiempos, la mejor garantía para que una estrella acapare portadas, es tener gemelos. Tras los gemelos de Jennifer López y Marc Anthony, han llegado los de Brad Pitt y Angelina Jolie, quienes eran ya famosos antes de nacer. Jolie nos fue preparando luciendo su embarazo por toda fiesta y festival que se precie.

Sin embargo, ha sido Ricky Martin quien ha dado el campanazo, al anunciar por sorpresa que se ha convertido en “padre de hermosos gemelos”, y que va a dejar la vida loca por un tiempo para dedicarse a criarlos.

Lo novedoso de los gemelos del astro de la canción latina es que no se sabe de qué útero han salido. Las fotos muestran a Ricky Martin jubiloso con un hijo en cada brazo, pero solo. La oficina de prensa del cantante se ha limitado a decir que “nacieron vía método de subrogación gestacional”.

No hay modo más directo de normalizar una práctica antes mal vista, que buscarle un nuevo nombre tan aséptico como sea posible. Antes se llamaba a esto “madre de alquiler” o “útero de alquiler”, pero es demasiado crudo, evoca el dinero y hasta puede dar argumentos de telenovela latinoamericana. Así que llamémoslo “subrogación gestacional”, que suena tan neutro como “nacidos por cesárea”.

Hay que suponer que Ricky Martin considera que se basta él solo para criar y educar a sus hijos. Después de todo, la Ricky Martin Foundation que preside, se dedica a abogar por los derechos y el bienestar de los niños. En su web un lema nos recuerda que: “Todo niño tiene derecho a jugar, a reír, a aprender el ABC, y a ser saludable”.

Pero parece que en la nueva concepción de familia alternativa, los niños han perdido un derecho que antes no se discutía: el derecho a tener un padre y una madre.

En la declaración de los Derechos del Niño, aprobada por la ONU en 1959, se lee en el principio número 6 que el niño “siempre que sea posible, deberá crecer al amparo y bajo la responsabilidad de sus padres y (...), salvo circunstancias excepcionales, no deberá separarse al niño de corta edad de su madre”.

Siempre ha habido niños que, por fatalidad o abandono, no han podido contar con sus dos padres; pero lo nuevo del fenómeno actual es la normalización de “huérfanos de encargo” para satisfacer las ansias de maternidad o de paternidad de un adulto.

Sin duda, quien toma esa decisión piensa que con el amor que tiene a ese niño lo va a criar perfectamente y sin que nada le falte. Pero el cariño no suple la ausencia objetiva de uno de los progenitores.

En estos casos de procreación artificial en solitario, un adulto decide que su hijo no necesita una madre o un padre. Pero, ¿qué pensaríamos de unos padres que decidieran que su hijo no necesita amigos, porque ya están ellos para darle apoyo, cariño y compañía?

No deja de ser curioso que se intente “normalizar” la maternidad de alquiler en un momento en que la ciencia está comprendiendo mejor que “el embarazo no consiste sólo en llevar a un bebé; es una experiencia fundamental que modela a los dos protagonistas: la futura madre y el niño en gestación”, advierte el ginecólogo francés René Frydman.

“Apenas estamos empezando a descubrir la complejidad y la riqueza de la interacción entre la madre y el bebé en el útero”. Pero la “subrogación gestacional” sólo atiende a los deseos del que hace el encargo.

Cuando el hombre se desvincula de su origen y se constituye en dueño y señor de si mismo, ocurre que empieza a darse cuenta que se está perdiendo y que no encuentra camino, ni sentido a lo que ha emprendido. Es la sinrazón manifiesta en la vanidad más engreída y suficiente de alguien que se cree superior a su creador y que lo niega rotundamente.

Pero luego, sucede que su propia dignidad y esencia ha sido infundida y creada de fuera, por ALGUIEN al que está llamado a regresar y que no descansará hasta llegar a ÉL. Y, mientras recorre y recorre el camino que su pecado le ha llevado a proyectar, tropieza y se desmorona con la utopía de su propia soberbia.

La sabiduría infinita de DIOS es inalcanzable, y el hombre nunca podrá entenderla y menos alcanzarla. Estamos tan ciegos que no nos damos cuenta que volvemos a cometer, creo que nunca hemos dejado de hacerlo, el pecado de desobediencia que cometió Adán. Y mira que el pueblo judío, su pueblo, lo expresó muy claramente en el Génesis.

Nos parece una leyenda, fábula o cuento, pero nosotros lo hacemos a diario: ¡"sí como de este árbol seré como TÚ"!. Y, a menos que observemos con un poco de serenidad y paciencia, nos daremos cuenta que el camino que llevamos es idéntico que el de Babel.

14 comentarios:

JORGE dijo...

Lo aberrante ahí es que esos niños son fruto del egoismo, no del amor.

Ojo que los adultos no tenemos el derecho a tener hijos, a lo más será un deseo. Son los niños los que tienen derecho a tener papá y mamá, porque los niños son dependientes, y necesitan de la protección y formación que se dan en un hogar.

Lo que pasa es que el poder de algunos hace que se sientan como dioses... Pero ya la historia está llena de personas que se sintieron como dioses, y terminaron muy mal.

Gracias y bendiciones

Salvador Pérez Alayón dijo...

Hola Jorge, así es, son los niños los que demandan el derecho a tener un hogar donde puedan crecer en estatura, sabiduría y Gracia, pues son hijos de DIOS. Nosotros, sólo, instrumentos del SEÑOR como mediadores, por su Gracia, a darle todo el amor que el SEÑOR nos regala.
Ocurre que nuestro pecado, como el de Adán, nos ciega y nos hace soberbios, enreídos y decidimos ser como dioses y seguir el camino de nuestras apetencias y deseos.
Un abrazo en CRISTO.

JORGE dijo...

Así es Salvador, creo que en el caso que nos ocupa, otra cosa hubiese sido si era una adopción.

Y gracias por el Add a nuestro pequeño godcast, Dios quiera que le sea útil a tus visitantes para gloria de Dios.

Gracias y bendiciones.

Salvador Pérez Alayón dijo...

A tu disposición. Un abrazo en CRISTO.

Hilda dijo...

Totalmente de acuerdo con Jorge y contigo, de hecho de ese tema de Ricky Martín, Jorge comentó en el post que me has hecho favor de comentar.
En aras de los "derechos" de los padres, se ha tergiversado el sentido de la paternidad y la maternidad. Se nos olvida que como comentan, los padres tienen deseos y ese deseo de ser padres, no tiene porque violentar los derechos de un niño a tener una familia hecha y derecha.
Concuerdo que el cariño no suple la ausencia de uno de los progenitores. Mi mamá es divorciada y aunque estoy totalmente de acuerdo en sus razones, las cuales no vienen al caso y no es el tema, eso no significa que no me hiciera falta un padre. Es diferente si la vida te lleva a que un hijo no tenga la presencia física de uno de los padres, por las razones que sean, a que deliberadamente le niegues el tener papá y mamá.
Efectivamente cuando el ser humano se cree dueño y señor de sí mismo, es cuando pierde objetividad y comete actos de consecuencia desastrosa.
En fin. Saludos desde México. Hilda

Hilda dijo...

posdata: también enlacé este post, pero este desde el blog de mis meditaciones, saludos. Hilda
espero no te moleste!

Salvador Pérez Alayón dijo...

¡Claro que sí!, pero un claro desde la razón y el convencimiento de que sin DIOS nada podemos hacer. Una simple mirada a nuestro alrededor, le invito a Oliver que lo haga, y te das cuenta a donde vamos. Puedes leer este artículo en Afa y Omega, (www.alfayomega.es/revista/2008/616/01_enportada1.html) y sacar tus propias conclusiones. ¡Es escalofriante! Un abrazo en CRISTO.

Makeka Barría dijo...

Gracias a HILDA encontré el post que buscaba.
Estoy totalmente de acuerdo con lo expresado por Jorge, Salvador e Hilda.
Un niño debe crecer en un hogar donde esté presente la madre, el padre porque Dios en su infinita sabiduría lo dispuso para felicidad del infante.
Abrazos y bendiciones desde Chile.

Salvador Pérez Alayón dijo...

Hola María Angélica, encantado de recibirte en mi blog que desde ahora tambén es el tuyo cuando quieras. No hay nada más grande que el Amor, porque DIOS es precisamente eso, Amor. Y los niños son las criaturas que más necesitan amor, porque nada tienen por méritos hasta que su desarrollo se los permita. Por eso nuesro PADRE DIOS los protege con nuestra colaboración y nos enseña que tenemos que ser como ellos, pues nada merecemos antes los ojos de DIOS. Sólo su Misericordia y Amor nos salva.
Bienvenida y un fuerte abrazo en CRISTO.

Benita Pérez-Pardo dijo...

Me parece una verdadera locura. Si quiere un capricho que se compre un Lamborgini.

El valor trascendente de la vida humana y la necesidad de una familia es incontestable. Otra cosa es que no quieran verlo!!

Comprar un hijo es algo así como tener un esclavo pero en fino y en folcklore!. La vida humana no tiene precio y pagar por "gestaionar" me parece el colmo de los colmos

Salvador Pérez Alayón dijo...

Encantado de recibir tu comentario. Y coincido contigo. Llegaremos a considerar a los niños como juguetes y como objetos que podemos apropiarnos y utilizarlos según nos venga en gana. ¡Es asombroso a lo que podemos llegar! ¡Y que ciegos estamos!¿Cómo es posible que no nos demos cuenta del camino equivocado que hemos tomado? Hace un momento encontré una noticia que habla de la esperanza de los hombres, esperemos que no sea al atardecer, sino cuando podemos corregir muchos errores que cometemos. Ayer escribí, casualmente, algo que contiene tu pensamiento, te lo envío por si quieres leerlo: salvadorvivenciasinquietudes.blogspot.com/2008/11/granjas-de-nios.html
Un fuerte abrazo.

Anaroski dijo...

Es una verguenza a que punto llegamos, de verdad, es fuertisimo, jugamos a que somos Dios, no me quedo corta, a que somos más que Dios, y por supuesto, lo de la Torre de Babel lo comparto plenamente.

Un saludo desde Cádiz.

Salvador Pérez Alayón dijo...

Este es nuestro mundo. A los primeros cristianos, nuestros antecesores, le costó mucho testimoniar la verdad y proclamar la Buena Nueva. A nosotros nos va a costar mucho también, pero contamos, al igual que ellos, con la asistencia del ESPÍRITU y la Verdad auténtica de nuestra parte. He rastreado tu blog y prometo mirarlo con más detenimiento. Me parece interesantísimo Ánimo y adelante desde Cadiz, hermoso lugar que no conozco, pero donde tengo raíces. Un abrazo en CRISTO.

icue dijo...

Después de os comentarios de Jorge y Hilda, poco se puede añadir ya, esyoy totalmemte en sintonia con ellos.
Un abrazo

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