Me parece muy convincente el discurso del presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, pronunciados ante sus seguidores en el parque Grant de Chicago en la madrugada del miércoles tras oficializarse su triunfo ante John McCain.
Nacido en Honolulu el 4 de agosto de 1.961. Será el primer afroamericano en ejercer el cargo. Además, ocupa el cargo de Senador Junior en Illinois. Es el quinto legislador afroamericano en el Senado de los Estados Unidos, el tercero desde la era de la reconstrucción y el primer demócrata
A simple vista una persona preparada y relevante. Digna y como debe ser para un cargo tan importante y de una responsabilidad ingente. ¡Hablamos de la primera potencia mundial! Debo de reconocer que su discurso está impregnado de valores patrióticos y apoyados en fundamentos de derechos naturales que elevan a la persona a su propia dignidad. La justicia, la libertad, la unidad, la igualdad son valores que buscan el bien y proclaman el amor entre los hombres.
Porque aplicarlos es lo mismo que proclamar amarnos.Quienes se aman se hacen justicia, se respetan sus libertades, permanecen unidos y se identifican con el mismo derecho e igualdad ante las oportunidades y bienes de la tierra. Me llenan de alegría el escuchar frase como:"a aquellos que derrumbarian al mundo, os vamos a vencer. Y a aquellos que buscan la paz y la seguridad: os apoyamos".
Y a aquellos que se preguntan si el faro de Estados Unidos todavía ilumina tan fuertemente: "esta noche hemos demostrado una vez más que la fuerza auténtica de nuestra nación procede , no del poderío de nuestras armas ni de la magnitud de nuestra riqueza, sino del poder duradero de nuestros ideales: "la democracia, la libertad, la oportunidad y la esperanza firme
En su discurso, bajo mi humilde parecer, se esconde un claridad de ideas y objetivos firmes y decididos por la defensa de los derechos e igualdades entre los hombres. Y, como denominador común, un firme propósito de provocar un cambio desde el convencimiento y la esperanza en que podemos hacerlo, porque ya lo hemos hecho a lo largo de la historia, y ahora en la esperanza de que podemos avanzar y superarlo.
Sin embargo, en un momento de su discurso apoya todos sus fundamentos sobre los valores de la autosuficiencia y la libertad del individuo y la unidad nacional. Y es aquí donde discrepo y veo el peligro. ¿Quién le va a guiar? ¿De dónde van a salir los criterios y discernimientos que definan lo que es bueno o malo? ¿Los va a determinar él? ¿De dónde se iluminará para tomar una decisión sobre lo que pasa en este mismo momento en el Congo (www.yosoycreyentecatolico.com/2008/11/es-ms-difcil-que-entre-un-rico-en-el.html)
Porque no es el poseedor de la Verdad, ni sus consejeros tampoco. Hoy puede aceptar y mañana puede equivocarse. Hoy le puede parecer esto bien y mañana no tan bien. Hoy puede estar defendiendo la vida y mañana puede verse abocado, por presiones, a establecer la muerte. La Verdad no está en el hombre sino se nos ha dado impresa en la Ley Natural que nos ilumina e indica el camino
Y me hace temblar, en una expresión contradictoria, cuando manifiesta que en momentos de escepticismo y dudas y con aquellos que nos dicen que no podemos...contestaremos con ese credo eterno que resume el espíritu de un pueblo: "Sí podemos". Y termina dando gracias. Que DIOS os bendiga. Y que DIOS bendiga a los Estados Unidos de América.
A simple vista una persona preparada y relevante. Digna y como debe ser para un cargo tan importante y de una responsabilidad ingente. ¡Hablamos de la primera potencia mundial! Debo de reconocer que su discurso está impregnado de valores patrióticos y apoyados en fundamentos de derechos naturales que elevan a la persona a su propia dignidad. La justicia, la libertad, la unidad, la igualdad son valores que buscan el bien y proclaman el amor entre los hombres.
Porque aplicarlos es lo mismo que proclamar amarnos.Quienes se aman se hacen justicia, se respetan sus libertades, permanecen unidos y se identifican con el mismo derecho e igualdad ante las oportunidades y bienes de la tierra. Me llenan de alegría el escuchar frase como:"a aquellos que derrumbarian al mundo, os vamos a vencer. Y a aquellos que buscan la paz y la seguridad: os apoyamos".
Y a aquellos que se preguntan si el faro de Estados Unidos todavía ilumina tan fuertemente: "esta noche hemos demostrado una vez más que la fuerza auténtica de nuestra nación procede , no del poderío de nuestras armas ni de la magnitud de nuestra riqueza, sino del poder duradero de nuestros ideales: "la democracia, la libertad, la oportunidad y la esperanza firme
En su discurso, bajo mi humilde parecer, se esconde un claridad de ideas y objetivos firmes y decididos por la defensa de los derechos e igualdades entre los hombres. Y, como denominador común, un firme propósito de provocar un cambio desde el convencimiento y la esperanza en que podemos hacerlo, porque ya lo hemos hecho a lo largo de la historia, y ahora en la esperanza de que podemos avanzar y superarlo.
Sin embargo, en un momento de su discurso apoya todos sus fundamentos sobre los valores de la autosuficiencia y la libertad del individuo y la unidad nacional. Y es aquí donde discrepo y veo el peligro. ¿Quién le va a guiar? ¿De dónde van a salir los criterios y discernimientos que definan lo que es bueno o malo? ¿Los va a determinar él? ¿De dónde se iluminará para tomar una decisión sobre lo que pasa en este mismo momento en el Congo (www.yosoycreyentecatolico.com/2008/11/es-ms-difcil-que-entre-un-rico-en-el.html)
Porque no es el poseedor de la Verdad, ni sus consejeros tampoco. Hoy puede aceptar y mañana puede equivocarse. Hoy le puede parecer esto bien y mañana no tan bien. Hoy puede estar defendiendo la vida y mañana puede verse abocado, por presiones, a establecer la muerte. La Verdad no está en el hombre sino se nos ha dado impresa en la Ley Natural que nos ilumina e indica el camino
Y me hace temblar, en una expresión contradictoria, cuando manifiesta que en momentos de escepticismo y dudas y con aquellos que nos dicen que no podemos...contestaremos con ese credo eterno que resume el espíritu de un pueblo: "Sí podemos". Y termina dando gracias. Que DIOS os bendiga. Y que DIOS bendiga a los Estados Unidos de América.
Cuando uno pide la bendición de alguien, significa que le está pidiendo su consejo, su sabiduría, su protección y su asistencia. Bendecir significa invocar la protección divina en favor de una persona o cosa. En el caso que nos ocupa: "de la nación más poderosa del planeta tierra". Pedir la bendición es estar dispuesto a seguir esa protección demandada y por lo tanto dejarse guiar por su providencia y sabiduría.
Espero que el Sr. Obama, con todo su saber, sepa lo que dice y promete y entienda que sin la paz, sabiduría y fortaleza que solo nos viene del SEÑOR, Estado Unidos, ni nadie puede llegar al puerto de la Verdad que nos salva y nos hace libre
2 comentarios:
Barack Obama, progresista, tal vez asolapado, con buenas intenciones, intenciones que vemos con buenos ojos, pero también discrepo en el mismo punto.
El asunto es si será capaz de llevar a la realidad todas sus buenas intenciones.
Por el bien de EEUU espero que si, sobre todo en el punto de las libertades, la justicia, pero con el límite básico en que los derechos de cada uno se respeten como debe ser.
Me gustaba más McCain.
Saludos.
Ese es el problema. Dónde tiene su corazón. ¿En el poder, la ambición, la vanidad, la avaricia, o, en el servicio, la justicia, la libertad, el amor? Donde tenga su corazón, allí estará su amor. Sólo nos queda rezar mucho hasta importunar al SEÑOR, igual que hizo aquella mujer con el juez injusto, hasta el punto que para que dejara de molestarla la atendió. Así, sin parar, debemos rezar, pues el SEÑOR nos quiere más que ese juez a la mujer y, eso sí, cuando ÉL quiera nos atendérá.
Ánimo y adelante. Un fuerte abrazo en CRISTO nuestro SEÑOR.
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