Es increíble comprobar que en un Estado de derechos primen antes los intereses partidistas y personales que el bien común y los derechos de los ciudadanos. Es contradictorio que en una sociedad del siglo XXI, avanzada, orgullosa de sentirse democrática y en libertad, rija el libertinaje y la vulnerabilidad de la justicia antes que la aplicación del respeto y el cumplimiento de la ley.
No se explica que en una sociedad avanzada y tecnológicamente desarrollada impere los medios y la técnica para expoliar, manipular, acosar, intimidar, violar y matar. Es casi impensable comprobar como en la medida que se progresa tecnológicamente y se desarrolla el pensamiento humano alcanzando cotas de perfección, la sociedad se animaliza y deshumaniza cayendo en un sin sentido de disparates y perdición.
No se explica que en una sociedad avanzada y tecnológicamente desarrollada impere los medios y la técnica para expoliar, manipular, acosar, intimidar, violar y matar. Es casi impensable comprobar como en la medida que se progresa tecnológicamente y se desarrolla el pensamiento humano alcanzando cotas de perfección, la sociedad se animaliza y deshumaniza cayendo en un sin sentido de disparates y perdición.
No es nada sorprendente llegar a estas conclusiones cuando observas con tranquilidad que está pasando a tu alrededor. Te das cuenta que en la medida que avanzas, el peligro aumenta; te das cuenta que en la medida que obtienes mejores condiciones, otros se mueren y se hunde en la miseria; te das cuenta que en la medida que descubres nuevas fuentes de riquezas y mejoras, otros se debaten en guerras fratricidas y sin piedad; te das cuenta que alternativamente a los avances médicos y científicos, crece la inseguridad, la soledad, el aislamiento y la muerte.
Y en un esfuerzo de comprender que pasa, no encuentras respuestas que respondan y justifiquen estas actitudes y desviaciones humanas. Porque el hombre lleno de sentimientos buenos y deseos fraternos, se convierte cada día más en su propio asesino y perdición. Y la razón, digan lo que digan, y piensen lo que piensen, no es otra que la propia suficiencia y la prepotencia de creerse dueño y señor de su propio destino.
No hay palabras para justificarse. El camino nos advierte del error y en él vemos que vamos por dirección equivocada y hacia el precipicio. Sólo los que, "contra corriente", como se titula el blog de mi amigo Bartolomé, encaminen sus pasos y dirijan sus esfuerzos encontrarán la puerta que les lleve al descubrimiento del único tesoro que es la vida en plenitud eternamente.
En la medida que el hombre se aleja de su Creador y, excluído de la Casa del PADRE por su propia determinación y libertad, se queda sumido y sometido en su propia cárcel carnal y limitada, tocada por el pecado y debilitada por sus cadenas sensitivas de apetencias y egoísmo:
Nunca por si sólo será capaz de liberarse de ellas. Necesita la Gracia de su PADRE para alcanzar su plena libertad y ella nos es concedida en su HIJO JESÚS que nos libera con su Redención.
Todo lo que sea fuera de ese contexto será más de lo mismo. Todo lo que el hombre haga por si sólo estará cargado de intereses y posturas partidistas que sólo escucharan su voz y sus intereses. Nunca será un foro independiente donde de verdad se escuche, se valore, se piense y se forme libremente una opinión. Las conclusiones de todo aquello que debería ser lo correcto y justo, (aborto, familia, trabajo, educación, protección, sanidad, justicia...etc.), lo deciden las cúpulas de los partidos, según sus posturas previas.
Y enseguida nos surge la pregunta, ¿para que, entonces, prometen, hacen elecciones y se establecen comisiones? ¿Qué finalidad tienen y persiguen si al final hacen lo que mejor les parece de acuerdo con sus interese y beneficios? ¿Quién les determinan y por quién se rigen? ¿Por ellos mismos? ¡Por sus propios pensamientos? ¿Y eso es lo politicamente correcto, como ellos dicen?
¿Quién me garantiza que mañana, lo politicamente correcto no sea otra cosa que beneficie más a los gobernantes de turno del mañana? Entonces, ¿serán otros intereses y otras medidas las politicamente correctas? No hay sentido, ni razonamiento, ni justicia, porque no hay una Ley Absoluta que nos guie y sirva para siempre. Mejor, sí la hay, sólo que nuestros gobernantes y dirigentes sociales (políticos, medios, multinacionales, y todas las cotas de poder...) no lo quieren ver y le dan la espalda a DIOS. Para que decirlo de otra forma, sí, es así: DIOS.
7 comentarios:
Estimado Salvador;
Tengo un problema al cargar tu blog desde el mio y al entrar en tu perfil si pincho en tu página web lo mismo. Has cambiado algo?
Un fuerte abrazo.
Espero que sea un problema pasajero, pues, que yo sepa, no he hecho nada al respecto. Si puedes arreglarlo o entrar te agradezco que me lo comuniques.
Un abrazo.
Amigo Salvador;
Sigo con los problemas, no se que pasa, no reconoce el url de tu página.
Ya te iré diciendo si puedo conseguirlo.
Un fuerte abrazo.
El mes pasado fui a un concierto de uno de mis cantantes favoritos. Hubo sobreventa de boletos. Vendieron lugares que no podrían ocuparse por estar atrás de la pantalla del escenario. Sin embargo les importó más venderlos y ganar dinero que la seguridad de la gente por el sobrecupo y la incomodidad de sentirte todo apretado.
Es en estos momentos y como en todos los que mencionas, que uno se pregunta como es posible que la gente sea tan egoísta y vea por sus propios intereses pisando los derechos de los demás.
Excelente post amiguito, estabas realmente inspirado cuando lo escribiste. Demás está decirte que coincido totalmente contigo.
Saludos. Hilda
Sólo te mantiene firme y recto la esperanza de que DIOS pondrá todas las cosas en su sitio. Hoy acabo de leer, en la toma de la Presidencia de Obama, que uno de los problemas más preocupante es la corrupción que se cierne sobre el planeta.
En un mundo de espalda a DIOS, donde el hombre sólo trata de dominarse los unos a los otros, la esperanza en un PADRE que ponga orden y justicia es reconfortante y esperanzadora. He empezado a leer el periódico y no puedo pasar página, pues enseguida explota mis inquietudes por las injusticias que veo. Y me pongo en su lugar.
Aparto el periódico y me pongo a escribir.
Un abrazo.
No existe Obama ni como lo quieran llamar o imponer que solucione la pérdida del hombre por el hombre. Esa falta de respeto del mismo ser humano hacia sus semejantes, esa indiferencia hacia quienes sufren, esa avaricia imbécil y egoísta no se puede cambiar y menos de la mano de un producto de la propaganda.
Ayer vi a un niño de 8 años escupir a su madre porque esta no le compraba unas chucherías y como castigo recibía un simple "pues hoy no juegas con la play". Yo fui más contundente y en la seriedad de la voz de un adulto llamandole cochino y mal-hijo en la calle se le saltaron las lágrimas y la madre me dijo que no podía hacer carrera de él, que era a diario esas faltas de respeto, que en el colegio lo sabían y la decían que era su problema, que...que todos psan del niño y este está aprendidendo los valores de la nueva sociedad: el irrespeto a las personas. Y este mal que es lo que lleva a las guerras y las envidias no lo va a solucionar nadie sin la fe y el trabajo constante en la creencia de que los seres humanos somos la creación de Dios y por lo tanto su obra que debemos respetar.
Completamente de acuerdo Iskander. Acabo de escribir una reflexión que viene a decir eso: siempre los pobres y los débiles son las víctimas de toda disputa y egoísmo de los poderosos y follonistas.
El mundo no tiene esperanza sino se pone en MANOS de DIOS. Eso es lo que me sostiene y me da fuerzas para luchar.
Gracias por tu comentario y un abrazo en CRISTO.
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