No sabemos lo que decimos y confundimos libertad con libertinaje. Todo está confuso y perdemos la vista del bien y del mal. Navegamos en un mar desorientado y sin punto de referencia. El norte está perdido y vamos a la deriva.
Esta podría ser la descripción del mundo actual en el que vivimos. Nada es verdad porque hemos perdido la Verdad. No sé lo que es bueno ni tampoco lo que es malo. Así las cosas, llamo al que defiende la vida franquista, entendiendo por esto que es un dictador y amigo de hacer su voluntad. Un conservador y retrasado en los derechos humanos.
Y al que la mata lo llamo progresita, entendiendo que es un avanzado, una persona moderna y que ha crecido en el respeto y la defensa de los derechos humanos. Sinceramente, todo al revés. Inmediatamente ha venido a mi memoria el pasaje bíblico que nos dice como un ciego va a conducir a otro ciego. Y esa es la realiad. Estamos dirigidos por ciegos, ciegos que dirigen a rebaños de ciegos, y así ocurren estas cosas.
Cabalgamos a lomo del disparate. Cuando hace unos años condenamos el genocidio nazista en Nurember, ahora, en estos momentos, matamos millones de seres humanos de forma consentida, politicamente legal y tan fresco como una lechuga. ¿Se puede entender esto? Creo que sí, pues la Biblia ya nos lo decía que ocurriría: "Somos ciegos que gobiernan a muchos ciegos". La Verdad se esconde porque el hombre la ha rechazado.
Y como prueba y testimonio de lo que comparto con ustedes, les presento este suceso que han vivido unas personas que, sí creo, están en la Verdad porque, al menos, llaman al pan, pan y al vino, vino:
Fascistas y franquistas por rezar
Jueves 7 de abril de 2011 8:40h
Otro señor nos ha preguntado qué hacíamos, se lo hemos explicadao y nos ha llamad fascistas y franquistas. Yo le he dicho que nosotros no somos politicas que somos del Señor. No me ha escuchado. Ha sido un poco duro pero lo ofrecemos por el Señor.
Muchas personas al vernos menean la cabeza o se rien de nosotras, pero otras nos dicen que lo que hacemos está muy bien y nos sonríen.
Mar Pappalardo, grupo de oración de Sevilla
1 comentario:
¡Qué fuerte! y qué valientes dando la cara y defendiendo la Verdad.
Saludos
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