Por lo tanto, la oración es muy importante y fundamental en nuestra vida. Y para los que están en peligro de muerte podríamos decir que mucho más, porque ese momento marca el punto más importante de toda nuestra existencia: "Nos jugamos la vida eterna, "para siempre" o la muerte eterna, "para siempre. En este sentido me ha llamado la atención esta hermosa, por su contenido y significado, reflexión de E. Rodríguez. La vida es lo más importante y por ella rezamos para que los que van a morir o están muriendo sepan que no están solos y que siempre hay esperanza, como Dimás, el buen ladrón, hasta el último momento. Sin más la transcribo a continuación:
Lunes 28 de marzo de 2011 10:33h
A veces se pierde el sentido trascendente y sobrenatural de lo que significa ir a velar a un cementerio. Así es como yo entiendo ir a velar a un abortorio.
Un abortorio es un cementerio donde quedaron los cuerpos sin vida de muchos inocentes. Muchos hermanos que perdieron allí su vida, y desde allí sus almas fueron entregadas a Dios. Probablemente todos griten en silencio, antes de entregar su espíritu: ¿Padre por qué me has abandonado?, como hizo Jesús en la Cruz.
Así que no se trata de encontrar una repercusión mediática en la lucha, para eso hay otros mecanismos que no son incompatibles. Tampoco es necesario que sean multitudinarias. No se trata de conseguir un fin, ni de darle un sentido utilitarista o pragmático, sino trascendental. Para los que creemos realmente en el inmenso poder de la oración, no se trata de que sea un medio de defender la vida, aunque indirectamente lo consiga.
Los que sienten esa llamada, esa vocación, de ir a velar a un cementerio, como son los abortorios, es un don que reciben por pura gracia. Es el testimonio de Dios con esos inocentes, que a través del Espíritu Santo ilumina vocaciones, para que sepan que no los ha abandonado, que está con ellos y con sus madres incluso en su pecado. Para ello se vale de nosotros, al inspirarnos para que vayamos a los cementerios a rezar por sus almas, y que sepan que nos los olvidamos, que los echamos de menos y que nos importan, como también le importan a Dios.
No es nuestro mérito sino una prueba palpable de que Cristo ha resucitado y habita entre y en nosotros, es pura gracia.
Al diablo le molesta que nosotros no tengamos miedo y demos testimonio, por la gracia de Dios, de que esos niños que allí murieron y mueren tienen alma, por eso ha inspirado, por pura rabia, esa frase de “sacar vuestros rosarios de nuestros ovarios”. Al maligno le duele profundamente nuestro Santo Rosario, el arma poderosa revelada por la mismísima Virgen María Reina del Cielo. O por ser más gráfico, con perdón. Al demonio le toca las narices que vayamos a rezar por las almas de los inocentes por obra y gracia del Espíritu Santo:
- Le fastidia que descubramos que tienen almas.
- Le fastidia que gracias a nuestra presencia algunas madres se arrepientan y no sacrifiquen a sus hijos en su “altar” de muerte.
- Le fastidia que despertemos la conciencia de algunos abortistas.
- Le fastidia que el Espíritu Santo nos suscite la vocación
- Y, sobre todo, le fastidia que no tengamos miedo y seamos obedientes a Dios.
Por todo esto y porque el aborto, como todo crimen y todo pecado, procede del gran mentiroso, del tentador, de la serpiente, merece la pena por amor a Dios, seguir fastidiando al diablo y mantener nuestras oraciones por las víctimas del aborto en todos los abortorios españoles y del mundo.
E. Rodríguez
Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.
P.D. Sin lug.ar a duda, E. Rodríguez, sabes que yo, aunque en la distancia estoy ahí presente con ustedes, pues estamos unidos en XTO.JESÚS. Mis oraciones también suenan al mismo tiempo que las de ustedes. Es el milagro del Cuerpo Místico de CRISTO. No se sientan solos porque como yo estamos muchos.
Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.
2 comentarios:
Mi abuela, en sus últimos momentos, nos dijo que jamás estuviéramos tristes por la muerte de la carne porque al fin y al cabo nuestra base cristiana es la resurrección junto a Nuestro Señor.
Obviamente cuando alguien querido fallece la pena me sigue abatiendo pero cuando recuerdo las palabras de mi abuela tengo que soltar una sonrisa de felicidad porque el llorado ya está en plena felicidad.
Ya sabes, amigo Salvador, que me estoy volviendo un "cristiano radical", muy radical. Por eso te digo con la boca pequeña que ante los locales de asesinato llamados abortorios no hay que rezar, hay que fustigar. Un saludo.
Por cierto, una nueva alegría familiar: vamos a poder adoptar a un niño con síndrome de Down tras casi dos años y medio de espera y pruebas.
Querido y estimado amigo y hermano en XTO.JESÚS, iskander, tu acción de recoger a ese niño, y tras dos años y medio de constancia en conseguirlo,es un testimonio, de toda la familia, que transparenta amor y hace comunidad. Gracias por esa fuerza y luz que con tu compromiso derramas sobre nosotros.
Sin embargo, no puedo aprobar tu radicalidad. Miremos a JESÚS y meditemos su actitud ante los rechazos, la violencia de su tiempo y contra ÉL mismo, y su Mensaje, Evangelio de hoy, donde el AMOR es lo primero y único (http://deahaba.blogspot.com/).
No hay otro camino, y ese camino, es el camino de la felicidad que todos buscamos. No te apartes de él.
Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS para toda la familia. De forma especial para el nuevo miembro.
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