Invertir en la familia es una urgencia de cualquier estado justo.
|
Porque no se trata de poner dinero sino de saber donde se pone. En estos tiempos de penuria económica se hace necesario invertir bien. Y bien significa que lo invertido sea rentable. Y rentable significa que no solo produzca intereses y beneficios económicos sino también espirituales.
Porque la sociedad necesita tanto lo uno como lo otro. No hay productividad económica sino no hay una buena formación moral donde el respecto, la honradez, la solidaridad y fraternidad estén presentes en la vida de cada persona. Se es justo en la medida que se cree en la justicia, y se vive esa justicia cuando se ha vivido desde y en la familia. Así viene dado todo lo demás.
Un Gobierno que se precie de hacer las cosas bien invertiría al máximo en la familia, su educación y sus valores. Lo he reflexionado ya varias veces y volveré de nuevo porque la importancia es de gran calado. Una nación no saldrá adelante si no está apoyada en la familia.
Y es que cuando la convivencia es buena, la productividad es buena. Ejemplo de eso es el vestuario actual del F.C. Barcelona. Donde hay una buena convivencia basada en la verdad, humildad, honradez, justicia, prudencia...etc., todo marcha bien y los resultados se dejan notar.
Los gobiernos deben saber que toda inversión en proteger a la familia, su estabilidad, su educación, sus derechos y todo lo que la rodea debe ser una prioridad. Dejarla abandonada y mal tratada desprotegiéndola de los peligros que la acechan y que otros tratan de inculcar es dejar que nuestra sociedad se destruya y se empobrezca.
Ejemplo de eso lo tenemos en las protegidas y autorizadas leyes de divorcio que acarrean estas consecuencias. Ver aquí.
1 comentario:
Salvador, no sabía que fueras "culé"
saludos
Publicar un comentario