sábado, 27 de junio de 2009

LES PRESENTO A MI CONCILIARIO.


Compartí con él el Cursillo mixto nº 41 de Nazaret, en Arrecife de Lanzarote. Casualmente, él cumplía 41 años de sacerdocio, y no sé por qué, las cosas se han sucedido de tal forma qué, ahora, él ha empezado a publicar en su blog personal. Aparte tiene un página web "Manantiales", que comparte con otros dos compañeros.

En su nuevo blog ha publicado muchas fotografías del Cursillo, y les invito a que las vean. La consecuencia del encuentro con JESÚS, termina en una desbordada alegría y un gozo que nace desde lo más profundo de nuestro ser. Es la paz que delata la conciencia de saberte satisfecho, con el sentimiento de haber hecho lo correcto, y lo que debías hacer. Es el constatar la vivencia del deber cumplido, y del darte con sinceridad, transparencia y generosidad en el SEÑOR.

Todo lo demás pueden ustedes comprobarlo en su visita, que les recomiendo. En el camino ganaremos todos y en el compartir encontraremos la oportunidad de ser cada día más amor dándonos y recibiendo. Al final, seremos un poco más parecidos a QUIÉN nos ha creado a su imagen y semejanza, pues esa es nuestra meta.

Les dejo con unas de sus primeras publicaciones, pinchar aquí, pues acaba de empezar, y espero que ustedes mismos las compartan y enriquezcan. Todo sea para Gloria del SEÑOR que nos une y nos salva.

2 comentarios:

Magicomundodecolores dijo...

Buenas noticias nos das, Salvador, pues es bueno saber que nuestros directores espirituales, nuestros consejeros y amigos sacerdotes, se deciden a entrar en la red.
Y lo que dices de los Cursillos es fundamental: el Cursillo debe servir para dar a conocer a Jesús y somos nosotros los que lo tenemos que mostrar a los demás con nuestro ejemplo.
Ahora mismo visito a tu Conciliario.Saludos
Ahora mismo visito al

Salvador Pérez Alayón dijo...

Gracias, Marisela, por tu respuesta y prontitud a mi llamada. Realmente creo que vale la pena el estar comunicados a través de Internet, pues, diríamos que es nuestra propia Ultreya virtual y nos ayuda a formarnos, prepararnos, actuar y rezar. Es la palmada que nos anima y nos conforta en el camino.
Un abrazo en XTO.JESÚS.

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