De todas las cosas que hacemos en la vida se pueden sacar buenas conclusiones y lecciones que nos ayuden a mejorar como personas. De cualquier forma, el éxito es una suma de fracasos, y sólo fracasando, no intencionadamente, sino persistiendo y perseverando en el empeño de hacerlo bien, se llega a descubrir el olor de la victoria.
A la hora de enfrentarnos a una elección, hay que decidir que camino tomar. Y hay dos resultados, tomar el malo, con lo cual descubrimos que ese era el malo, o tomar el bueno y afirmarnos en nuestra elección. Bien, es verdad, que al tomar el malo invertimos tiempo y retardamos la llegada de los resultados, pero bien reflexionados y atentos nos ayudará a descubrir donde está el verdadero.
El mal nos enseña el bien cuando lo que buscamos es el bien. Y no debemos desesperar, sino confiar en el trabajo, perseverar con fe y constancia y madurar con la esperanza que el tiempo traerá la cosecha. Y todo esto redundará en el bien de todos y todos se beneficiaran del bien hacer del otro. Y los que no lo quieren entender así seguiran erre que erre hasta descubrir que han perdido mucho tiempo, más del debido. Y en ese contexto, el tiempo es oro, porque puede ser que se llegue algo tarde y el remedio sea mucho más costoso y largo.
Y lo más importante está en descubrir que todo trabajo bien hecho está sustentado en los valores. Hoy me quiero fijar en el extraordinario éxito del F.C.Barcelona. Tengo que manifestar que soy simpatizante moderado, o mejor dicho, razonable y no alocado. Siempre he entendido que lo que le ha faltado a ese equipo es un dirigente que, en Guardiola, ha encontrado la medida y respuesta deseada.
Dicho esto, observo que Guardiola apoya su trabajo en la humildad, en el trabajo de superarse, de trabajar ante cualquier tipo de contrario deportivo o competición que se juegue; de unidad y colectivo, dándole mucha importancia al respeto, a la escucha, al tratamiento de persona y colocándose en cada situación en el lugar del otro. Y de mentalidad, mentalidad positiva, de confianza, de creer en lo que haces y de servir en una comunidad al esfuerzo del otro.
Todos estos valores, unidos a la calidad personal, al estudio integral de habilidad y valores integrado en la persona, hacen que se conforme un grupo sostenido en el respeto, la fraternidad, la camaradería, la unidad, la alegría, las oportunidades, la justicia, la sencillez, el servicio, la valoración, la escucha, la atención...etc.
De este coctel resulta un conjunto que juega y se mueve de forma mecánica, con sentido, con apoyo, buscando el resultado y sirviendo al colectivo. Y no pensando en el futuro, sino viviendo el presente como si de ese momento dependiera todo. Mantener esa mentalidad hace que la cosecha esté abonada, bien cultivada, cuidada y, si no ocurre ninguna tragedia natural, pronto se verá el fruto buscado y apetecido.
Y este es el caso del F.C. Barcelona, que unas veces ayudado y beneficiado por algo de suerte, y otras por sus propios valores, han alcanzado la gloria deportiva de ser coronado hoy como el mejor equipo del mundo. No sólo por el último campeonato ganado, sino por la trayectoria de todo el año en curso donde ha vencido en todos los trofeos y competiciones que ha participado. Y desplegando en la mayoría de las veces un juego fluido, bello y bien realizado.
Igual, ahí están las aplicaciones que podemos sacar para nuestra vida espiritual, ocurre en otro orden de aspectos. Podemos converger que en nuestra vida debemos persistir, perseverar y luchar aún en los momentos más difíciles, duros y oscuros. Siempre pensando que el trabajo bien hecho, la oración confiada y abandonada en Manos de nuestro PADRE dará, cuando ÉL lo quiera, donde quiera y como quiera, el fruto que esperamos, pues de un PADRE no puede venir sino lo mejor para el hijo.
Y ese bien actuar es reflejo que debe alumbrar y servir para otros clubes empecinados en llegar a la cosecha por el camino más corto, sin esperar a otros menesteres necesarios, y sólo apoyados en el poder económico o prepotencia de exigirse ser los primeros. Descuidando la comunidad de jóvenes que se afanan en llegar, en mejorar, en ser defensores de sus ideales deportivos.
En esa labor todos serían beneficiados y, como la levadura fermenta en la masa, los buenos ejemplos de los famosos, de su buen hacer, la humildad de sentirse agradecido por los dones recibidos y muchas cosas más, serían ejemplos para esos jóvenes que se miran en ellos. Es el caso de los Iniestas, Xavi, Messi, Pedro, Piqué Jeffren, Puyol, Bojan, Busquets, Jonathan, Gai, Muniesa, Fontás, Dos Santos...ect.
Concluimos afirmando que el deporte serviría para hacer y mejorar a las personas y, con ello, contribuyendo a crear un mundo más en paz, justo y fraterno entre todos los hombres.
7 comentarios:
Estoy plenamente de acuerdo con lo que escribes. Gente como Guardiola son un ejemplo. Feliz Navidad y un fuerte abrazo.
Hola Fernando, con gente así el mundo iría mejor. De ahí la responsabilidad que tiene cada uno. No vamos solos, sino que estamos todos enracimados y si uno se pudre contagia al otro.
Un fuerte abrazo y feliz Navidad.
Es increíble el bien que podemos hacer a nuestro alrededor sólo con nuestro comportamiento fiel y coherente. Por lo mismo, es temible el mal que podemos causar. Por eso mismo es tan importante estar alertas y tratar de ser en todo momento auténticos testigos de Cristo. Gracias por estas interesantes reflexiones. Un abrazo, Salvador.
Estimado Salvador:
La reflexión súper buena. No conozco la realidad del Barcelona, por razones obvias; porque Chile se preocupa más del "Madrid" por ser el equipo de Pellegrini. En fin.
Sin duda, el tema de la elección es excelente. Aplicado a la vida, más todavía. Así que, no me queda otra que agradecer el relato que nos compartes ;-)
Un abrazo para ti desde Santiago de Chile.
Querido Salvador te deseo una hermosa Navidad junto a los seres que amas. Que Jesús llene tu hogar de gracia y bendición.
Feliz Navidad, un abrazo!
¡Feliz Navidad para ti! Que la paz y el amor inunden tu vida hoy y siempre ;-)
Los mejores deseos para ti y los tuyos.
Un abrazo cariñoso.
Hola Salvador.
En estos días donde Dios se hace Niño entre los hombres, algo GRANDIOSO que pasó desapercibido para todos menos para unos pocos humildes pastores que fueron los primeros en saberlo. Aún hoy día esta pasando así, muchos no se dan cuenta y pocos los que sí, en estas Navidades - el príncipe del mal- nos dan un regalo manchado de sangre no respetando el mensaje de AMOR de la Navidad, con la aprobación -por el momento- de la ley radical de aborto libre.
Pero ahí está, el 24 volverá a nacer Jesús/Niño en los corazones de carne que estan sedientos de su AMOR gratuito y contagiarnos con la LUZ para irradiar -aunque les pesen- a aquellos que no le quieren, queriendo seguir en tinieblas.
Nosotros al "tajo", orar y confiar en CRISTO.
Feliz navidad, "Salvador".
BENDICIONES.
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