De todos es sabido la fácil que se hace hablar y criticar a otros. Cuando el problema lo siento fuera de mí me es muy fácil abordarlo, proponer soluciones y criticar actitudes. Todos en esos momentos nos constituimos en jueces de los demás, y hasta nos parece hacerlo bien y estar lo suficientemente preparados para poder hacerlo.
Es lo que está ocurriendo en estos momentos y durante estos días con nuestro Papa en el Reino Unido. Fácil se hacen las críticas y desplantes al Papa por los fallos de algunos sacerdotes, siempre minoría, pederastas que han cometidos abusos y han faltado a la verdad. La Iglesia no está compuestas sólo por santos, también hay pecadores, sobre todo los que todavía militamos en este mundo y al cual estamos sometidos.
Precisamente, por eso, y con la Gracia del ESPÍRITU SANTO, luchamos para no dejarnos vencer ni someter, y, pese a nuestras caídas, nos esforzamos en levantarnos y continuar el camino por la senda de la verdad y el amor.
Pero, se han mirados ustedes, queridos hermanos en XTO. en la cabeza de su llamada Iglesia, que por el capricho de uno de sus reyes se han tomado la osadía de caminar por su propia cuenta separándose del camino junto a los demás. Es eso serio y maduro o un simple capricho de un rey viciado y dominado por el placer y el egoísmo. La historia está para mirarla y ayudarnos de ella para corregirnos y crecer en virtud.
Pero, sin querer entrar en detalles ni tropezar yo con la misma piedra, miresen en el espejo de su Cabeza Nacional y antes de lanzar sus acusaciones contra el Papa, cuenten hasta diez.
No quiero justificar ni excusar nada. Lo que se ha hecho mal se debe de pagar y aceptar, pero eso no justifica ni da derecho a criticar a toda una Iglesia Católica que, ejemplos a montones, proclama la justicia, la paz y el amor. La historia también los cuenta y los guarda.
Y a eso me remito, precisamente miremos quienes están ahora en Hahiti, Pakistan y otros muchos lugares, acompañando, asistiendo, ayudando, y... agreguen ustedes lo que falta. No veo a ningún gobierno ni a sus representantes y seguidores, sólo veo a monjas, sacerdotes, obispos, seglares y muchas personas de buena voluntad que se dejan sus vidas por amor.
Precisamente, por eso, y con la Gracia del ESPÍRITU SANTO, luchamos para no dejarnos vencer ni someter, y, pese a nuestras caídas, nos esforzamos en levantarnos y continuar el camino por la senda de la verdad y el amor.
Pero, se han mirados ustedes, queridos hermanos en XTO. en la cabeza de su llamada Iglesia, que por el capricho de uno de sus reyes se han tomado la osadía de caminar por su propia cuenta separándose del camino junto a los demás. Es eso serio y maduro o un simple capricho de un rey viciado y dominado por el placer y el egoísmo. La historia está para mirarla y ayudarnos de ella para corregirnos y crecer en virtud.
Pero, sin querer entrar en detalles ni tropezar yo con la misma piedra, miresen en el espejo de su Cabeza Nacional y antes de lanzar sus acusaciones contra el Papa, cuenten hasta diez.
No quiero justificar ni excusar nada. Lo que se ha hecho mal se debe de pagar y aceptar, pero eso no justifica ni da derecho a criticar a toda una Iglesia Católica que, ejemplos a montones, proclama la justicia, la paz y el amor. La historia también los cuenta y los guarda.
Y a eso me remito, precisamente miremos quienes están ahora en Hahiti, Pakistan y otros muchos lugares, acompañando, asistiendo, ayudando, y... agreguen ustedes lo que falta. No veo a ningún gobierno ni a sus representantes y seguidores, sólo veo a monjas, sacerdotes, obispos, seglares y muchas personas de buena voluntad que se dejan sus vidas por amor.
1 comentario:
Querido Salvador, tu post es muy certero.
Pretender extender los actos impuros de quienes no supieron abrazar a Dios a toda la Iglesia y eso, querido amigo por fortuna no se lo cree nadie.
Me alegra poder comentarte de nuevo.
Llevo un lio de tiempo que ni te cuento.
Mil besos y bendiciones.
Unidos este sabado!!
Publicar un comentario