viernes, 28 de marzo de 2008

Juan y Mari


Hay muchas parejas que se quieren. Supongo que no hace falta demostrarlo, todos sabemos que dos personas, macho y hembra se unen en pareja porque se atraen y se, respectivamente, dan placer el uno al otro. También, se sienten a gusto el uno al lado del otro y hay algo que les motiva a permanecer juntos y que les hace vibrar. Diríamos que están todo el día pensando el uno en el otro. Recuerdo que en cierta ocasión una persona, ya con sus añitos, me decía que se había separado, pero que estaba loco de amor por otra que, recientemente, había conocido. En aquel momento la llamó por teléfono porque no podía estar mucho tiempo sin oír su voz. Disfrutaba solo con pensar en ella y a cada instante la tenía en su pensamiento.


Aquello, ahora después de cierto tiempo, me hace pensar y preguntarme sí con su primera pareja, su primera mujer, había sucedido lo mismo, porque de ser así algo funciona mal. ¿O nos enamoramos con cierta facilidad, o nos equivocamos, también, con cierta facilidad? Algo funciona mal. ¿O no sabemos que es amar, o amar no es lo que nosotros hacemos? En esta reflexión empecé a preguntarme interrogantes que me diesen respuesta de lo que pasa con nuestras relaciones y cual es la causa de las rupturas entre las parejas. Y lo primero que se me ocurre es entrar en desmenuzar el concepto amor. Lo primero es ir al diccionario para ver que se entiende por la palabra amor. Creo y pienso que se maneja mucho y no se sabe ciertamente la medida de lo que encierra su significado.


Amor: "sentimiento que experimenta una persona hacia otra a la que se le desea todo lo bueno: amor al prójimo; amor a los hijos". También, en un segundo significado: "sentimiento de intensa atracción emocional o sexual hacia una persona". "Gusto y esmero con que se hace algo". "Caricias o mimos con que se muestra el afecto". Amor libre: "relación sexual que no implica ningún tipo de atadura o compromiso". Amor propio: "orgullo y vanidad". Hacer el amor: "realizar el amor sexual". Y muchas más. Observamos que hay mucha definiciones dependiendo del lugar de donde queramos mirarlo. Pero referido al amor entre dos seres que se entregan y están dispuesto a compartir sus vidas dando lugar a abrirse a otras vidas que de ellos se generaran, la significación debe ser sólo una porque sólo una es la verdad del amor. Supongo que convergeremos en que uno se enamora hoy y mañana no puede estar desamorado o en desamor. ¿Qué pensaríamos de aquel que hoy dice sí y mañana dice no? Sí, es verdad que nos equivocamos, pero las equivocaciones tienen un razonamiento de sentido común. Habíamos pensado que esto era así, pero nos dimos cuenta de que estábamos equivocados por estoy y lo otro. Hay formas de explicar que nos habíamos equivocado, pero en el amor no podemos equivocarnos. Cuando intentamos probar una fruta, enseguida nos damos cuenta si está podrida o no está en su punto para comer. Incluso en la mayoría de los casos nos damos cuenta antes de probarla un poco. Enseguida la rechazamos sin terminarla. No la engullimos hasta el final. Ocurre algo parecido con el amor al que me refiero.


Cuando uno quiere de verdad no se dispone a probar enseguida. Se llena de paciencia y cuidado. Hay mucho en juego para arriesgarse sin estar lo más decidido y seguro posible. Necesita tiempo para ver, observar, dialogar y analizar. Hay mucho que compartir y poner en juego para llegar al compromiso de estar dispuesto a no solo darte sino darme, y a no solo recibir sino a aceptar lo que tu eres. No es hoy sí, porque representas para mí un festín, un botín, unas seguridades y comodidades, sino mañana también, aunque seas una fruta amarga, una carga y un riesgo inseguro y penoso. Te quiero porque en el quererte está mi gozo y mi felicidad y todo lo que de ti me viene me llena de gozo y alegría. Te quiero porque de nuestro querer han brotado unos frutos que debemos de cuidar y acompañarles en nuestro desarrollo. Te quiero porque amar no es solo recibir sino dar. Te quiero cuando te empecé a conocer, y también ahora que te conozco mejor a pesar de que tu físico ha cambiado y de que eres más vieja/o y empiezas a decrecer. Te quiero porque cuando dije sí lo dije con todas las consecuencia, te quiero porque amor es eso y no lo otro.


¿Y que es lo otro? Lo otro es el amor de mis apetencias. Lo otro es el amor de que me gustas para utilizarte, porque ganas y produces, porque me das seguridad y defiendes mis intereses, porque resuelves mi problema, porque trabajas para mí, porque me cuidas mis hijos, porque tus padres nos van a dejar una buena pasta, porque... puedes añadir todo lo que se te ocurra menos lo autentico, porque el amor autentico cambia todo. El amor autentico no necesita leyes de amparo ni protección; el amor autentico asegura la perdurabilidad del matrimonio y no hay miedo de extinguirse y perderse. Habrán malos momentos y tiempos de crisis, pero el amor se encargara de aguantarlos y permanecer unidos.

Se podrá defender de muchas formas, pero por mucho que se quiera nunca se podrá confundir amor con apetito, ni libertad con esclavitud. Podríamos pasar a analizar lo que realmente es libertad y lo que es esclavitud y tendremos para rato, pero ahora quizás no sea el momento. Sólo quiero llamar la atención que la busquedad de uno mismo nunca puede confundirse con amor, y en las separaciones y rupturas matrimoniales hay mucho de búsqueda de uno mismo. Sólo nos impide verlo el amor narcisista que llevamos dentro.

2 comentarios:

Jose Menchon dijo...

Perdona Salvador, he estado enfermo estos dias y no he podido responder todos los mails que me llegan.

Es un placer conocer gente como tu. felicidades por tus Blogs, espero que a partir de ahora estemos en contacto!!!!

Saludos!!!!

Salvador Pérez Alayón dijo...

Muchas gracias Jose, me parece estar viviendo una Ultreya universal. Digo esto, porque milito en el Movimiento de Cursillos de Cristiandad, no sé si los conoces,y es muy gratificante encontrar personas creyentes practicantes y hermanos en CRISTO. Un saludo y gracias por tu respuesta. ¡Que DIOS te bendiga!

ÚLTIMAS REFLEXIONES