Buscan hombres, en su mayoría camioneros. Son como otras chicas de su edad. La única diferencia es que venden su cuerpo por tan sólo cinco mil pesos (2.5 dólares) en las carreteras del sur de Colombia. Las autoridades hablan de jóvenes aproximadamente entre 12 y 15 años que se venden a conductores de camiones que transitan por la vía que de Ibagué, Tolima, conduce hacia Neiva, un tramo bastante transitado por vehículos y turistas. Sólo basta con sacar su mano, mostrar sus voluptuosas piernas y desnudar tímidamente su pecho para que los carros reduzcan la velocidad y ellas, sin pudor, ofrecer sus servicios a los hombres del volante (ver aquí).
Podemos decirle a la Sra. de la Comunidad de Madrid que le aconseje a esas niñas que esperen a cumplir la mayoría de edad, total son unos añitos nada más, y después, con todas las de la ley que se vengan a España, porque aquí pensamos legalizar la prostitución.
Todas las niñas, al cumplir los dieciocho añitos, a la calle y a ofrecerse, porque es un buen negocio y como esto del paro y de la economía siga tan mal también los hombres saldarán a prostituirse, pues todos tenemos el mismo derecho. Quizás, bien pensado, la señora Presidenta tiene razón y solución: ¡A la prostitución y problema resuelto!
Lo primero que me viene a la mente es pensar que soluciones tienen para resolver los problemas: "Abrir la puerta a la prostitución", ¡también a la droga!, ¿por qué no?, y que cada uno haga lo que le viene en gana. Pues así, creo honradamente, que todos estamos preparados para ser presidentes de una Comunidad. Tendrán que preguntarse los madrileños a quienes están votando.
Gobernar es buscar el bien común dentro de unas virtudes y valores que dignifican a la persona humana, y la hacen más digna y fiel a su vocación de alcanzar la libertad para la que ha sido creada. Se es libre cuando se tiene poder sobre uno mismo y se libera de las pasiones y esclavitudes que le dominan. No creo que nadie quiera y desee prostituirse, alcoholizarse, someterse al poder de la droga,...etc.
Propuesta como la suya, Presidenta, contribuyen a esclavizar más a las personas y someterlas al poder de otros. ¿Es eso lo qué usted quiere?
1 comentario:
Terrible, Salvador. Y eso ocurre en uno de los países iberoamericanos más sensato. ¿Qué ocurre con los hombres, cómo somos capaces de permitir estas barbaridades? Esperemos un cambio radical de esta situación y pongámonos a trabajar en lo que esté a nuestro alcance. Un saludo cordial.
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