Mi encuentro con Jesus I. Hola hermanos y |
Porque solo encuentra quien busca. Son Palabras de Jesús: "Busquen y encontrarán, toquen y se les abrirá la puerta, pidan y se les dará". Está claro, antes de recibir el anuncio hay que tener hambre de escuchar, hay que estar en actitud de búsqueda, hay que desear pedir.
Porque ocurre que a muchos les es proclamado el Evangelio, pero son pocos los que responden. El caso del joven rico nos puede aclarar la idea. Tenía deseos de encontrar la vida eterna y admiraba a Jesús hasta el punto de arrodillarse ante Él y llamarle maestro bueno. No era Jesús un cualquiera, puesto que se acerca y le pide consejo.
Sin embargo, su actitud no estaba libre, permanecía encadenada, era muy rico. El misionar necesita para dar frutos la colaboración del misionado, y sin esta libertad entendida como desprendimiento de otros intereses materiales (riquezas, fama, honores, prestigio, reconocimientos...) no se abre al Mensaje de Jesús.
Lo experimentó aquel joven rico, y lo experimentamos todos los que oímos el mensaje de Jesús. Hay que estar hambrientos, inquietos, en actitud de búsqueda. Por eso en las misiones no todos los que son saciados y atendidos responden al encuentro con Jesús.
Y eso, desde mi punto de vista, lo comparto para animarnos que los frutos de todos nuestros esfuerzos y compromisos no deben mirarse desde los resultados y la eficacia. Nos basta con predicar, con vivir nuestras vidas desde el Evangelio, con darnos y entregarnos a más no poder, pero con la mirada puesta en la libertad del hombre y la Gracia de Dios. Es Él quien siembra y recoge la cosecha.
1 comentario:
Cuándo vivimos realmente un encuentro profundo con Dios, nuestra vida no queda oculta sino que da frutos abundante, sólo si buscamos esa intimidad con Dios nuestra sed de ÉL, crece y nuestro deseo de conocerle aumenta, gracias.
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