martes, 23 de octubre de 2012

SIN EMBARGO DE ESTO NO SE HABLA.

Hermano Walfrid

Un religioso fundó el Celtic de Glasgow en una sacristía
 para ayudar a niños católicos pobres
El rival del FC Barcelona en Champions que se enfrentará esta noche,
fue fundado hace 125 años por un marista.

Javier Lozano / ReL   


El hermano Walfrid nunca imaginó que su humilde obra de caridad pudiera llegar a convertirse en uno de los equipos de fútbol más conocidos del mundo y con más solera de toda Europa. El Celtic de Glasgow, el equipo ‘católico’ de
Europa es el rival del FC Barcelona en la Champions League, la competición de clubes más importantes del mundo, aunque su origen fue mucho más humilde y con un fin muy concreto, cumplir las palabras del Evangelio.

El Celtic de Glasgow fue fundado por el hermano Walfrid, un religioso marista irlandés que se trasladó a Escocia y que atendió a los miles de irlandeses católicos que emigraron debido a la hambruna en su isla.
Pronto se dio cuenta de las grandes necesidades espirituales y materiales que aquellos pobres hermanos suyos padecían en una ciudad en la que una buena parte les odiaba por dos motivos: por irlandeses y por católicos.
La mesa de niños pobres
Poco a poco comenzó a surgir la idea. La vocación marista del hermano Walfrid pasaba por la educación y cuidado de los más jóvenes y decidió responder con fuerza a la llamada que Dios le había hecho.
En 1868 le nombraron profesor de la escuela parroquial de Santa María en el East End de Glasgow, el barrio de emigrantes católicos. En 1874 era ya su director y creó The Poor Children´s Dinner Table, (La mesa de los niños pobres), una organización caritativa para ayudar a los niños más necesitados. La ayuda era espiritual y también material pues el hambre hacía estragos en esos momentos.
El fútbol, herramienta para conseguir fondos
Pronto se dejó la vida buscando dinero para sus niños pobres y consiguió la implicación de empresarios y de algunas personas importantes de la ciudad.
Pero de repente vio la forma conseguir la ayuda necesaria para sus pequeños: el fútbol. Siendo un adelantado a su época observó la posibilidad de organizar eventos deportivos como vía para recaudar fondos para los niños pobres y emigrantes de Glasgow.
El Celtic nació en la sacristía
De este modo, el hermano Walfrid convocó una reunión en la sacristía de la Iglesia de Santa María, conocida como de Calton, en noviembre de 1887 y propuso la creación de un equipo de fútbol que se llamase Celtic, por su inspiración irlandesa. Así comenzó la andadura de lo que años después se convertiría en un grande de Europa.
Pronto comenzaron los partidos y la llegada de fondos para los niños pobres. El proyecto fue creciendo puesto que el equipo también servía para que los niños pudieran estar atendidos mientras sus padres, obreros todos, trabajaban en las factorías de Glasgow.
“Un club cuya razón de ser es la caridad”
A partir de ahí el Celtic comenzó a expandir su identidad católica por todo el país. De este modo empezaron los míticos enfrentamientos deportivos con los protestantes del Rangers así como sus primeros éxitos deportivos. Actualmente es el equipo más laureado de Escocia e incluso llegó a ser campeón de Europa en los años 60.
Orgullosos de ser católicos
“Un club cuya razón de ser es la caridad”. Esto lo afirman desde el Celtic de Glasgow. Lejos de renegar de sus orígenes y ocultar quién y por qué se fundó uno de los equipos con más seguidores en todo el mundo desde las filas del Celtic se sienten orgullosos de este origen católico y caritativo.
“En un mundo perfecto el Celtic nunca se hubiera creado porque en un mundo perfecto no existiría la pobreza ni la miseria”. Sin embargo, el pecado trajo la imperfección del hombre pero permitió la acción de la Gracia y la llegada de personas que llevadas por el impulso del Evangelio intentarán llevar a Dios las almas de la gente, también de la más humilde.
El legado del hermano Walfrid
Por ello, el hermano Walfrid no es sólo el fundador del Celtic sino todo un emblema y un ejemplo a seguir. Los aficionados de este equipo escocés consiguieron que en las inmediaciones del campo, el Celtic Park, se colocara en 2005 una estatua de este hermano marista, inauguración que realizó el propio arzobispo de Glasgow.
Catolicismo, seña indiscutible
Su legado sigue muy presente en el club y la esencia católica es una seña indiscutible. De hecho, hasta hace pocos años todos los sacerdotes podían entrar gratis a los partidos de los “católicos escoceses”.
Actualmente el club tiene oficialmente la caridad como una de sus prioridades para lo que creo un organismo específico.
“El fondo de Caridad del Celtic ha sido creado para poner en práctica los principios de caridad de su fundador”, afirman en su web. Para ello, recaudan fondos y realizan actividades a favor de los niños desfavorecidos, de personas sin hogar, parados y para la lucha contra la drogadicción. Igualmente, otros proyectos se centran en promover la armonía religiosa. Y de esto saben mucho.
La persecución a los católicos
Su histórica vinculación con el catolicismo en un país de mayoría protestante les ha granjeado siempre grandes persecuciones. Sus aficionados y sus jugadores han sido tradicionalmente increpados por sus orígenes religiosos y étnicos aunque nunca han renegado de ello.
Caso curioso fue el del portero polaco Artur Boruc. En todos los campos era insultado por ser católico y además de la misma nacionalidad que Juan Pablo II. El Papa era el objetivo de estos aficionados. Por ello, en un derbi ante el Rangers el guardameta decidió homenajear al ahora Beato y al acabar el partido se fue a la afición del Celtic con una camiseta con la foto de Juan Pablo II en la que ponía: “Dios bendiga al Papa”. Desde entonces se convirtió en el ídolo de su afición.
Una tumba atiborrada de futboleros
El hermano Walfrid, cuya tumba es visitada por aficionados del Celtic asiduamente, nunca podría haber imaginado que su pequeña obra de caridad surgida en una sacristía de un humilde barrio de emigrantes se convirtiera en una entidad tal que se enfrentara en competiciones europeas a equipos como el Barça siendo además el equipo más laureado de su tierra. El amor todo lo puede, como diría San Pablo.

2 comentarios:

Rafael Hidalgo dijo...

La pregunta es: ¿qué queda de aquello?

Salvador Pérez Alayón dijo...

No, hay mucha presencia católica, lo muestran en el apartado cuando hablan de "Catolicismo, seña indiscutible", donde hablan de lo que hacen actualmente.

No, lo que quiero decir es que de esto no se dice nada en los medios deportivos. De cómo viven su indentidad de fe católica.

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