domingo, 25 de mayo de 2008

La vida comienza en la fecundación

La determinación del inicio de la vida humana debe basarse en los conocimientos científicos actuales y no en meras opiniones, demandó ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SJN) la doctora Martha Tarasco Michel, representante de la Federación Internacional de Instituciones de Bioética Personalista (FIBIP).
“Todos los datos genéticos, inmunológicos, bioquímicos, embriológicos, citológicos, fisiológicos, ecográficos o fetoscópicos, coinciden en que una nueva vida comienza con la fecundación o no comienza nunca”, estableció.
La representante de FIBIP, expuso durante la tercer audiencia pública en la Suprema Corte de Justicia de la Nación que despenalizar el aborto es justificar tácitamente, el fracaso del programa de educación sexual y de la anticoncepción.
Dejó claro que con la despenalización del aborto, se promueve el inicio temprano de la vida sexual activa,y se omite la referencia al índice real de efectividad de los métodos anticonceptivos.
Por ello, aseguró que con la promoción de esta conducta, a nivel internacional, la incidencia de enfermedades de transmisión sexual se ha incrementado por diez. El número de embarazos no deseados ha aumentado, y el de abortos no penalizados o clandestinos, también.
“La despenalización propone corregir matando, en lugar de proteger la vida, y educar humanamente la conducta sexual. En cambio, no promueve la adopción, que requeriría de bastantes modificaciones legales. Ni promueve una justicia distributiva”, aseveró.
La doctora en medicina y catedrática en bioética expuso que la contraposición de opiniones entre científicos en torno al inicio de la vida, no indica disparidad en la Ciencia porque ésta no depende de opiniones, sino de los datos científicos mismos.
Por ello, Tarasco Michel sostuvo que el inicio de la vida desde la fecundación no es una hipótesis, sino un hecho científico
Los hechos científicos sobre el cigoto, dijo, demuestran que es un organismo y no solo una célula, además de que tiene un material genético propio, con un genoma distinto al de sus progenitores. Es una unidad funcional capaz de seguir emitiendo la información para el desarrollo de un nuevo organismo.
Agregó que el cigoto difiere de las demás células del organismo: por su organización única y diferente a los gametos y demás tipos celulares somáticos. Corresponde a la etapa unicelular de un nuevo ser, capaz de desarrollar un individuo completo.
La experta en bioética dijo ante los ministros de la Corte que el genoma específico, formado en el momento de la fecundación, se replicará de manera idéntica en todas las células del nuevo individuo. Es decir, la identidad de los seres vivos depende de su genoma, que será invariable durante toda la vida.
El cigoto, agregó, es un ser con plena capacidad de desarrollo completo en un medio adecuado por lo que las relaciones funcionales con la madre no afectan al nuevo ser vivo en su capacidad de desarrollo, ni en sus características individuales.
La fecundación in vitro y los embriones extrauterinos demuestran la autonomía biológica del embrión desde el principio, de forma que con la madre sólo existe una dependencia extrínseca. Esto indica que el embrión tiene una capacidad intrínseca de desarrollo.
La experta señaló que desde la fecundación se separa lo humano de lo no humano, lo reptil, del ave o del mamífero. La naturaleza humana se posee cuando se es portador del código genético propio de la especie.
Por ello, si la cualidad humana no se adquiere en el momento de la fecundación, no hay ocasión posterior para adquirirla, precisó.





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Esto demuestra lo que he defendido en mi artículo ¿qué nos hace libre?, donde le decía al Sr. Luis María Puig que quien era él para defender una ley que permita abortar. ¿Con qué fundamentos y en qué se apoya para dictaminar que en un tiempo determinado se puede abortar? Le repito que está usted matando al consentir que se permita el aborto, y no me cansaré de decir que eso es un crimen permitido, y me remito a lo expuesto anteriormente defendido por Martha Tarasco Michel, representante de la Federación Internacional de Instituciones de Bioética Personalista (FIBIP).
Todo esto demuestra que, sin ningún fundamento, intentan hacer lo que les interesa y no entiendo que no busquen el bien común razón última para lo que han sido elegidos. Es, pues, una gran mentira que usted y su partido al que representan defienda los derechos humanos y la libertad que no significa hacer lo que algunos quieran, sino buscar la verdad de los hechos, porque ser libre es hacer lo bueno y verdadero. La libertad está intrinsicamente unida a la Verdad.

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