viernes, 27 de agosto de 2010

EL DOMINIO DE MÍ MISMO


Buscamos encontrar la felicidad en cosas que nos hagan feliz, y nos afanamos en conseguir dinero para comprar cosas que nos hagan feliz. La felicidad, al parecer, la buscamos en el dinero, porque con el dinero podemos conseguir las cosas que nos hacen feliz. No creo que haga falta numerarlas porque todos sabemos que cosas nos hacen feliz.

Sin embargo, la experiencia nos demuestra que eso no es exactamente como creemos y qué por muchas cosas conseguidas nunca seremos más feliz que el que no las tiene. Al contrario, en muchos casos se da la paradoja que algunos darían todo lo conseguido por la felicidad que tienen otros sin tener tanto. Y esto es así porque lo que da la felicidad no puede ser algo caduco y finito, y todas las cosas lo son.

La felicidad implica el término siempre y lo que pueda dar esa felicidad que todos anhelamos debe ser lo que sea eterno y no muere, porque con la muerte se extingue y extinguida se acaba la tan ansiada felicidad. Nunca la comida, la glotonería, el poder, el sexo, el placer y la comodidad, los bienes y riquezas nos podrán hacer feliz, simplemente nos esclavizan.

Porque mientras no seamos libre y dueño de nosotros mismos, serán las pasiones las que nos someterán y, por lo tanto, nuestro apetito desordenado de comer, de gozar del placer sexual, de sentir la ambición de tener, de poder y dominar, marcarán nuestro actuar como si de un robot se tratara. Por lo tanto, buscar ese equilibrio de ser yo mismo y desapegarme de todo aquello que me somete y domina es el primer paso para emprender el camino hacia la felicidad.

Se hablará hasta la saciedad de felicidad, de prácticas, filosofías, de control mental, de sistemas de relajamiento, de autocontrol, de... etc., pero nunca se llegará al deseado punto donde la felicidad sea el gozo de sentirme en paz para siempre.

Por eso, buscar la felicidad debe hacerse en otro lugar y en Alguien que sea Eterno, que haya existido siempre y que, porque ha sido, es y será, está en la situación de regalarnos el ser felices en ÉL para siempre. Sólo así conseguiremos la verdadera felicidad. Porque quien es la única Verdad es quien nos puede hacer libre y felices eternamente.

1 comentario:

Unknown dijo...

La felicidad ¿es ser feliz o una pizca de algo más?

Un saludo en el Amigo
muy interesante entrada
Al + Mc

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