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No sé los millones de católicos que hay en nuestro país. Tampoco sé cuantos están comprometidos con su compromiso de Bautismo, pero si sé que es el momento de responder a ese compromiso.
¿Cómo? Depositando nuestro voto en aquello que nos prometen luchar contra el hambre, el paro; con aquellos que nos prometen defender la vida desde la concepción, luchar contra la eutanasia; con aquellos que nos prometen luchar contra la corrupción. Con aquellos que abogan por una educación libre, elegida por los padres; con aquellos que la familia sea considerada como la célula fundamental de la sociedad, y sea protegida y defendida; con aquellos que nos prometen libertad y justicia, y en donde el pueblo sea libre para su propio autogobierno.
También sé que somos muchos, pues sólo hace falta mirar la cantidad de personas que asisten a una Eucaristía los domingos. He oído que se estima en unos ocho millones.
Pues bien, con dos o tres millones de votos podemos dar un giro completamente a este país. Al menos en sus planteamientos, y los resultados aparecerán enseguida.
¿Es una utopía? No, es una realidad que está en aquellos que creen y aspiran a sobrenaturalizar lo naturalizado. Y es posible porque no vamos solos.
Luego, no hablemos más ni nos quejemos de cómo están las cosas. Ahora es la hora
¿Cómo? Depositando nuestro voto en aquello que nos prometen luchar contra el hambre, el paro; con aquellos que nos prometen defender la vida desde la concepción, luchar contra la eutanasia; con aquellos que nos prometen luchar contra la corrupción. Con aquellos que abogan por una educación libre, elegida por los padres; con aquellos que la familia sea considerada como la célula fundamental de la sociedad, y sea protegida y defendida; con aquellos que nos prometen libertad y justicia, y en donde el pueblo sea libre para su propio autogobierno.
También sé que somos muchos, pues sólo hace falta mirar la cantidad de personas que asisten a una Eucaristía los domingos. He oído que se estima en unos ocho millones.
Pues bien, con dos o tres millones de votos podemos dar un giro completamente a este país. Al menos en sus planteamientos, y los resultados aparecerán enseguida.
¿Es una utopía? No, es una realidad que está en aquellos que creen y aspiran a sobrenaturalizar lo naturalizado. Y es posible porque no vamos solos.
Luego, no hablemos más ni nos quejemos de cómo están las cosas. Ahora es la hora
1 comentario:
Gracias Salvador por tu apuesta politica decidida. Es deber del laico la participación política. Conozco muy bien al partido Sain. No realizaré una valoración del mismo, pero si afirmo con rotundidad que entra dentro del magisterio de la Iglesia (y no únicamente en la defensa de TODA vida humana).
Agradecerte también el habernos sumado a la campaña 40 días. En el diurnal apuntaré esta intención.
Quiero pedirte muchas oraciones por nosotros. Estamos en un proyecto fuera del blogosfera al que estamos dedicando bastante tiempo y estamos necesitados de oráción y discernimiento.
Una vez quisiera reiterar mi agradecimiento y desearte un buena semana.
Paz y Bien.
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