sábado, 7 de septiembre de 2024

MI VIDA NO TERMINA, ES ETERNA

Muchas veces me pregunto: ¿a qué aspiro si sé que mi vida termina en este mundo?  Y me digo: En el mejor de los casos, si tengo una situación acomodada y bien, tendré una vida de alegrías pero también de tristezas. Seas rico, o no lo seas, no escapas a las alegrías, pero también a las tristezas, enfermedades, accidentes o vicios y esclavitudes que pueden hacerte la vida un calvario.

Ahora, si mi situación es incierta, de pobreza y penurias económicas, abundarán más las tristezas y penurias que las posibles alegrías. Quieras o no, seas de una condición o no, todo se reduce a unos cuantos años donde tus alegrías – en el mejor de los casos – serán más, iguales o menos que tus penas. Realmente, ¿vale la pena vivir así sin esperanza de alcanzar esa felicidad eterna que vive y arde dentro de tu corazón?

Porque, esa es la respuesta a mi pregunta: ¿Y si esa esperanza y deseo de felicidad eterna, que Jesús de Nazaret, me promete, es Palabra de Vida Eterna? ¿Me estoy jugando por nada, porque la vida que vivo poco sentido tiene si Dios no llena esa esperanza de Vida Eterna, mi eternidad? Porque, de eso, al menos yo, si estoy seguro: «La vida no se acaba aquí, sigue, y sigue para toda la eternidad. Ahora, ¿dónde estaré yo, a la derecha o a la izquierda? Eso es lo que me estoy jugando.

martes, 13 de agosto de 2024

UN PADRE BUENO, LLENO DE AMOR Y MISERICORDIA

El Padre del que me habla Jesús y, también, me presenta, es un Padre Bueno, lleno de Amor e Infinita Misericordia. Por tanto, reñido con las amenazas, las presiones, los ultimatos y muchas otras profecías que, quizás, están ahí pero no entendemos.

Porque, hay que situar y entender todo en sus tiempos, épocas y circunstancias. De cualquier manera, lo verdaderamente importante y claro está contenido en la Palabra de Dios. Jesús, el Hijo Amado y Predilecto del Padre nos anuncia un Padre lleno de Amor y Misericordia; un Padre que nos quiere, nos buscas, se hace el encontradizo y nos revela su Amor Misericordioso por medio de su Hijo. Y, como dice el Padre Pio: No le tengas miedo a Dios, porque él no quiere haceros ningún mal; amadlo mucho, porque os quiere hacer un gran bien.

Por tanto, no caigamos en las avisos, profecías o ultimatos que amenazan nuestra vida, profetizan el final o  nos presionan con hacer esto o lo otro. Eso no viene de un Padre Bueno y Misericordioso, que nos ha creado libres para que decidamos por nuestra cuenta. Luego, ya habrá tiempo para ser juzgados en el atardecer de nuestra vida.

¡Cuidado con el Maligno que está al acecho, que nos asusta, nos pone el camino difícil, amenazador y con un Padre Dios dispuesto a castigarnos si no hacemos su Voluntad. ¿Es que hemos olvidado que nuestro Padre Dios es Infinitamente Misericordioso? Luego, si nos perdona, ¿cómo que nos castiga? Precisamente, Él lo que busca es nuestro arrepentimiento para darnos su perdón. Y eso es lo que nosotros debemos de tratar de hacer, de acercarnos a Él con un corazón contrito y arrepentido de los pecados que a diario podemos cometer. Siempre esperanzados en la Infinita Misericordia de nuestro Padre Dios.

¡Mucho cuidado con avisos, amenazas y castigos! Ese no es el Padre Bueno que nos anuncia Jesús, nuestro Señor. Al contrario, nos ha dicho, proclamado y enseñado que es un Padre Amoroso y Misericordioso y que busca a los pecadores para que se conviertan, arrepientan y alcancen su Misericordia.

sábado, 1 de junio de 2024

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