Es tontería negarlo. Quien no busque la felicidad algo le falla, porque la felicidad es algo inherente a la naturaleza del hombre. Entendiendo por felicidad aquello que satisface plenamente sus gustos y su estado placentero y duradero. Porque si la felicidad dura poco. Esa felicidad es falsa, porque la plena es eterna.
Y ese gozo eterno es el que busca el hombre. Y lo busca sin cesar hasta llegar a desesperar, pues en este mundo no se encuentra. Sin embargo, arde en nuestro corazón ese deseo y ansia de felicidad. Y, con el tiempo y, por propia experiencia, a darnos cuenta que sólo en Dios se encuentra. Sólo que, para muchos, ya se hace tarde, pues están cegados por el mal que les impide ver la Luz de la Felicidad Eterna.