El mensaje de DIOS al hombre no se hizo a modo de carta o misiva donde se exponían todas las reglas, acciones o etapas que el hombre tenía que recorrer. No quizo DIOS hacerlo así, sino que fue un Plan proyectado en el tiempo y que, en la medida que el hombre lo fue recibiendo, se fue purificando y revelando. Abrahan fue el elegido como Padre de ese pueblo, y por su fe ciega en DIOS fue viendo cumplidas todas sus promesas.
DIOS ha querido ir preparando al hombre para que entendiera su plan de salvación. Precisamente porque lo hizo libre y nada le puede exigir, sino proponer. DIOS, luego, propone un Camino de purificación que el hombre creyente y confiado en su PADRE DIOS, va cumpliendo y realizando según su Voluntad. Y así nace la historia de Salvación arrancando desde Abrahan.
En ese camino, han habido muchos errores, muchas oscuridades, muchas rebeldías ,propias de la soberbia y suficiencia del hombre ( es libre), muchas luchas contra sus propias apetencias, placeres, egoísmos, vanidades...etc. Pero DIOS ha ido iluminando, hablando y encontrando respuestas en hombres que se han fiado de su PALABRA y han encontrado el camino al que todos los hombres estamos llamados.
Podemos buscar errores, pecados, muertes, y todo lo que quieran para criticar a la Iglesia, obra continuadora del Plan de Salvación de DIOS en su HIJO JESÚS, y continuada por el Colegio Apostólico hasta nuestros días, pero la Iglesia siempre ha sido fiel a su fundador, y cumple, aunque de manera imperfecta, la Misión encomendada. Por eso necesita de JESÚS, y caminar injertada en ÉL a través del Bautismo. Somos pecadores que de la mano del SALVADOR corremos hacia una vida de santidad y purificación.
Advierto que, todo el que quiera encontrar errores los encontrará; todo el que quiera criticar pecados cometidos y momentos de confusión, los encontrará; todo el que quiera apoyarse en el patrimonio acumulado a través de siglos, que es intocable como historia universal y patrimonio de la Humanidad, lo tendrá a su merced; todo el que quiera acusarla como asesina, encontrará hechos que quizás, en un momento determinado pueden haberse cometido, pero, también digo, que la Iglesia somos tú y yo (todo bautizado), y todo aquel que comete y hace algo injusto y malo, puede también atribuirse a la Iglesia.
En ese sentido, hay muchas cosas atribuídas a la Iglesia, que no son la Iglesia, sino son cometidas por sus miembros, pero que en ese momento no representan a la Iglesia, porque Iglesia, la de JESÚS, significa darse y amar hasta entregar la vida, si hace falta. La Iglesia, como JESÚS no puede errar, porque cuando alguien lo hace, se está apartando de ser Iglesia. No está siguiendo a JESÚS, aunque lo esté usurpando.
En una familia, los hijos no representan al padre cuando se apartan de sus ordenes y criterios. Son hijos del padre, y siempre el padre dará su vida por ellos, pero no representan al padre, porque no hacen lo que el padre quiere y les enseña. En ese sentido, la Iglesia está siempre protegida y dirigida por ESPÍRITU SANTO, que hace la Voluntad del PADRE. Claro, siempre contando con la libertad del hombre, que es precisamente hacer el bien, y nunca forzando, sólo proponiendo.
Pero el hombre usa su libertad equivocadamente, y se aparta, y busca su bien, no el bien común. Es entonces cuando la Iglesia les molesta, y razones para criticarla puede encontrar todas las que quieran, pero por mucho que griten y manifiesten, la Iglesia es lo que ustedes ven alrededor:
Los pobres son escuchados y se acercan, ¿por qué no van a otros, que tanto los defienden? Los desnudos son vestidos; los hambrientos encuentran que comer; los enfermos son atendidos; los ignorantes son enseñados; los que lloran son consolados; los marginados encuentran quienes los miren y escuchen; los emigrantes buscan, cuando llegan a un pueblo, la torre de la Iglesia, porque allí saben que serán atendidos; los huérfanos son recogidos; los inocentes (aborto) son defendidos, reclamados; los sin derechos son informados, los de diferentes culturas, razas, color, son hermanados y acogidos, y qué más quieren que les diga. Les dejo con este vídeo recibido de un gran amigo sacerdote, Sixto, y hermano en XTO.JESÚS. Creo que sobrarán las palabras.
4 comentarios:
Es curioso como muchos no creyentes critican los errores de la Iglesia como si ellos estuvieran más allá del bien y del mal. Los católicos reconocemos nuestra insuficiencia, y sabemos que estamos marcados por el pecado. Sin embargo, reconocemos que es Cristo quien donándonos el Espíritu Santo puede transformar nuestra miseria.
La Iglesia es santa y está llamada a hacer que en el mundo resplandezca la luz de Cristo, reflejándola en sí misma como la luna refleja la luz del sol.
Es lo que suele ocurrir siempre, al final todos recurrimos a la Madre Iglesia cuando estamos en algún apuro, pero mientras no nos acordamos de ella para nada, incluso ni colaboramos.
La parábola del hijo prodigo está representada en todas esas actitudes que sólo vuelven cuando están necesitadas. Una cosa debemos saber, qué siempre nuestra Madre, la Iglesia, está esperando y dispuesta a ayudarnos. Sólo eso justifica nuestra colaboración.
Un abrazo en XTO.JESÚS.
Gracias Salvador por tu comentario. Bonita reflexión. Que pases un buen verano!
Saludos!
Hola Jose, encantado de tenerte por aquí. Gracias por tus magníficos artículos y que disfrutes con tu familia las vacaciones.
Un abrazo.
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