martes, 11 de febrero de 2025

UN PADRE DE INFINITA MISERICORDIA

Quizás no te hayas dada cuenta de que Dios te ama y no te pide nada a cambio. Simplemente, que tú le ames también en libertad. Y esa es la reacción que todo ser humano experimenta y siente dentro de sí, corresponder al amor que recibe.

Pero, a veces no quiere, se niega, no se siente satisfecho, prefiere responder a su egoísmo y pasiones, y rechaza ese amor recibido. Sin embargo, sucede que aparecen tempestades, tormentas que despiertan en él la necesidad de encontrar ese verdadero amor que siempre ha estado a su lado, quizás esperando esa acogida.

Es el momento en el que te das cuenta de que has sido creado para amar, y sólo el Amor Misericordioso de Dios te llenará plenamente de gozo y felicidad.

miércoles, 15 de enero de 2025

SEMEJANTES A DIOS: GN 1,26

Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza, dijo el Señor – Gn 1, 26 – y eso significa que nosotros, seres humanos, somos semejantes al Señor. ¿Y dónde nos vemos semejados? Pues, más claro el agua, en nuestro Señor Jesucristo, Dios hecho Hombre.

Dios, desde siempre, pensó en su criatura, el hombre, y, llegado el momento, se encarnó en Naturaleza humana para enseñarnos, mostrarnos y recordarnos nuestra semejanza con Él. De modo que en Xto. Jesús, nuestro Señor, vemos reflejado el rostro de nuestro Padre Dios.

Y nuestra semejanza es exacta menos en una cosa: el pecado. Por tanto, imitando a Jesús, nuestro Señor, y viviendo en su Palabra, estaremos pareciéndonos más a nuestro Padre Dios, a nuestro hermano mayor, nuestro Señor, e hijos de nuestro Padre Dios.

¿Qué ocurre? Qué, quizás, aunque lo hemos oído y lo sabemos, no nos hemos dado cuenta de que somos semejante en todo a nuestro Padre Dios, porque así ha sido su Voluntad y así nos ha creado. ¡Alabado y bendito sea nuestro Señor!

ÚLTIMAS REFLEXIONES