Cada acontecimiento despierta nuevos miedos e inseguridades. Movernos descubre nuestros temores al riesgo y a la inseguridad. Y cada encuentro bloguero con el Papa me hace vivir y regresar a la experiencia de mis miedos y temores.
El esfuerzo de salir de ti mismo y de dejar tus comodidades y tu mundo conocido y seguro, revive en mí la experiencia de Abrahán cuando sintiéndose llamado por Dios, emprendió el camino saliendo de su casa confiado en la Palabra y Providencia de Dios.
Un encuentro me exige el esfuerzo de aventurarme en el camino para encontrarme con Jesús en los hermanos. En los hermanos que reconociendo un mismo Padre, como nos diría Fray Nelson en la Eucaristía del domingo 6 de octubre en Valladolid, despierta la fraternidad, quizás dormida o acomodada, que confesamos distraídos cada día en el Padre nuestro. Y ese esfuerzo fraternal compromete, complica mi vida, me exige renuncias, examina mi amor y carga mi cruz.
Sin embargo, siempre aparece el gozo que me llena de ilusión, renueva mi espíritu y fortalece mi fe. Siempre experimento el ciento por uno que arranca el compromiso de encontrarme el próximo año. Porque "Blogueros con el Papa" camina intentando ser familia, ser grupo, pueblo de Iglesia que simplemente buscan compartir, apoyarse, manifestar y proclamar que vivir en el amor es el mayor gozo que puede encontrar el hombre. Sin renunciar a aprovechar y nutrirse de todos aquellos hermanos que nos forman y dan testimonio de su fe.
Pidamos al Espíritu Santo que nos guíe en la aventura del camino hacia el IV Encuentro Internacional de Blogueros con el Papa cuya meta está puesta en Cádiz.
