
Para los días 18, 19, 20 y 21 de junio preparamos un Cursillo de Cristiandad. Un Cursillo de Cristiandad es una vivencia y convivencia de lo fundamental cristiano vivido en un marco de encuentro serio y profundo consigo mismo, con los hermanos y, fundamentalmente con JESÚS. El Cursillo es una oportunidad para, plantearte nacer de nuevo a un hombre nuevo, abandonando el hombre viejo que estaba instalado en ti. Ó, en otro caso, para renacer de nuevo a un hombre más nuevo que camina hacia la plenitud transformadora en CRISTO JESÚS.
Como vivencia que es, es algo que difícilmente se puede expresar, porque cada uno tendrá su propia experiencia, pero desde el sentimiento de anhelo y deseo que el hombre tiene de alcanzar la felicidad, el Cursillo te abre el corazón a dar un cambio profundo en tu vida y a lanzarte sin titubeos hacia el Ideal que hará de ti un hombre feliz, pleno y lleno de motivaciones y sentido, para recorrer el camino de la vida hacia la meta, que tanto deseas y que todos deseamos: la felicidad.
Como vivencia que es, es algo que difícilmente se puede expresar, porque cada uno tendrá su propia experiencia, pero desde el sentimiento de anhelo y deseo que el hombre tiene de alcanzar la felicidad, el Cursillo te abre el corazón a dar un cambio profundo en tu vida y a lanzarte sin titubeos hacia el Ideal que hará de ti un hombre feliz, pleno y lleno de motivaciones y sentido, para recorrer el camino de la vida hacia la meta, que tanto deseas y que todos deseamos: la felicidad.
Es una proclamación jubilosa del kerigma, que alcanza su grandeza en el convivir y compartir como hermanos, y en el esfuerzo de hacer vida lo proclamado. Es el testimonio de seglares y sacerdotes que proclaman como centro de su vida a CRISTO JESÚS, y que transmiten su gozo contenido en el peregrinar de sus vidas ,ya sea alegría o tristeza; ya sea momentos de gozo o de sufrimiento y dolor. Porque todo lo ponen en la esperanza de saberse salvados y resucitados en CRISTO JESÚS.
Es una proclamación de tomar conciencia que nada nos puede, ni siquiera la muerte, porque ¡CRISTO ha resucitado, aleluya, aleluya! Es el estar convencido que CRISTO y yo mayoría aplastante y nada, ni nadie nos puede vencer. Es comprobar que JESÚS está vivo y se hace presente junto a ti, y en medio de nosotros. Es experimentar que la muerte es la hora más grande que tenemos en nuestra vida, porque en esos momentos estamos convocando la entrevista más grande que una persona puede desear y por lo que has luchado toda tu vida, hayas sido consciente o no.
Es el canto jubiloso de sabernos hermanos, iguales, queridos, respetados, honrados, apreciados, tenidos en cuenta, valorados, dignificados y, en una palabra, amados. Es la exaltación de un encuentro feliz que difícilmente se podrá olvidar. Es un camino dentro de los caminos, que no excluye, sino integra y completa a otros muchos encuentros que nos acercan a JESÚS de Nazaret. Y el vivir exultante de COLORES.
Pero, toda esa dicha y esperanza que se nos abre gratuitamente, no puede realizarse sin la Gracia y la acción del ESPÍRITU SANTO, QUIÉN, si le dejamos, hará maravillas en nosotros como hizo en María, concibiendo a JESÚS en su vientre; como hizo con JESÚS, en el Jordán y a través de su vida pública hasta el Calvario; como hizo y hace con cada uno que le abra su corazón. ¡Qué sera capaz de hacer el ESPÍRITU SANTO si le abrimos nuestro corazón y le dejamos hacer!

Y la Gracia de DIOS no se consigue sin oraciones. Ese es el centro y motivo fundamental de mi llamada: NECESITAMOS ORACIONES, de eso saben mucho los que han tenido la dicha de vivir un Cursillo. ORACIONES que se ofrezcan y se entreguen en la propia vida por los frutos de todos los que participamos en el Cursillo, tanto los que los proclamamos, como los que reciben la Palabra proclamada, así como los componentes de todos los servicios que el Cursillo demanda: cocina, limpieza, transportes, material, acogida...etc.
Por eso, desde aquí ruego, invito, suplico y pido ORACIONES a todos mis amigos y creyentes, también los que no lo sean, para que la eficacia del Cursillo sea la que todos deseamos. Sé que Mundy (cursillista) se ha ofrecido y me uno a él y le doy las gracias; también Claudio Ifran del blog Munaysonqo, Hermano del Sagrado Corazón de Carlos de Foucauld, me ha ofrecido las oraciones de su comunidad y espero que Ricardo del blog rgr, mi gran amigo en la fe, eligelavida, Gizatar, Dasgretchen, Hilda, Marisela, Adrisol, Mary, a la que aprovecho para darle la bienvenida por su inminente regreso a casa con su hija Natalia, ya bastante recuperada, y por la que seguiremos rezando. A mi amigo ICUE que conozco desde casi el principio que empecé en este mundo del blog; quisiera también involucrar a Armando Vallejo, Javier, Bartolomé, Tere, Cecilia, Padre +Efrén, Luis y Angélica, buenos amigos venezolanos, Cesar y Laura, Ramón Antonio, del Guardián católico, Jorge Cordero y Martín Tantalean, los buenos amigos de provida; el sacerdote Jaime Fuentes, Angélica, mi querida amiga chilena, Alter Ego, el equipo misionero claretiano, Marylua y sus amigos, y otros que por olvido no puedo recordar, derramen sus oraciones en suplicas al PADRE, para que el Cursillo de los frutos apetecidos.

Abro también la llamada para todos los lugares de la Cristiandad y, de forma especial, para los hermanos de Las Palmas, Tenerife, Fuerteventura, La Palma, Hierro y Gomera. También los Secretariados de la Península y el mundo en general, porque Cursillos está por todo el mundo. Y, también, particularmente para toda la comunidad bloguera de todas partes del mundo.
Que nadie se sienta olvidado, pues cuando se me ocurrió convocarlos personalmente por sus nombres, no pensé que fueran tantos, ¡son unos cuantos! y se me hace grande la lista, pero no olvido a nadie, sino que no puedo retener a todos. Que sepan que mis oraciones son para los que no habré citado y que en mi corazón hay un recuerdo lleno de aprecio, respeto y admiración.
Y, lo mejor, es que ante tanta recomendaciones, a nuestro PADRE DIOS no le quedará más remedio que volcar toda su Gracia en nosotros, siervos inútiles, para que con nuestro pequeño esfuerzo, que tenemos que ponerlo, pero fundamentalmente por la gracia de DIOS, su Palabra llegue clara, testimoniada y vivida al corazón de nuestros hermanos, y nuestra Iglesia sea cada día más grande y numerosa.
Las oraciones y sacrificios y todo lo que ofrezcan y hagan pueden enviarlo a esta dirección: Parroquia San Ginés, c/ Plaza de las Palmas, 1 - 35500 Arrecife de Lanzarote - Provincia de Las Palmas. Durante el Cursillo las leeremos como testimonio de la Comunidad orante.
Sólo me queda desearles un fuerte abrazo a todos, con más fuerza por los que me haya olvidado en CRISTO JESÚS.