Dios cuando te llama, no te pide tu fuerzas ni tu poder. Sabe que tú no estás a la altura de lo que Él quiere, ni tampoco puedes. Dios sólo quiere tu "Sí", como el que le dio Abrahan, Isaac, Jacob, Moisés... y María. Fueron personas que respondieron a su llamada.
Sólo busca tu voluntad y disponibilidad, porque el Poder lo pone Él. Tú sólo tienes que escucharle y, aunque no lo veas ni lo entiendas, fiarte de Él.
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