Cuando amamos cumplimos la Voluntad de Dios. Es el único mandamiento que Dios nos propone: "Amarnos los unos a los otros como Él nos ama", y ahí está contenida toda la Ley y los Profetas. No hay nada más. Sin embargo, ocurre que amar comporta mucha exigencia y mucha dureza. Porque se trata de amar a los enemigos, y eso es bastante duro.
¿Y por qué a los enemigos? Porque, es ahí donde se descubre si hay verdadero amor. Todos estaremos de acuerdo que amar a los amigos y familia cuesta mucho menos. Pero, cuando algún amigo o familiar se declara enemigo, nos cuesta mucho más. Pues bien, es entonces cuando se descubre si realmente amas.
Es de esa manera como quiere Jesús que amemos, porque, Él nos ama de esa manera. No nos merecemos su amor, y sin embargo, nos ama, hasta el punto de decir que aquellos que cumplen la Voluntad de su Padre son sus hermanos, hermanas y madres. Sin lugar a duda, es su Madre la primera que dijo, al anuncio del Ángel Gabriel: "Hágase en mí según su Palabra", por lo tanto, la primera en cumplir es su Madre, y, precisamente, la elegida por tan hermosa y sabia respuesta.
Así, que si queremos ser hermano, hermana y madre de Jesús tendremos que cumplir la Voluntad de Dios. Y eso no es otra cosa que amar como Él quiere que amemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario