
Más sabias me suenan las palabras de JESÚS cuando vislumbró que ni aunque viesen resucitar a un muerto creerían. Y es que, sólo observar la sabiduría que esconde su Mensaje, es para admitir lo extraordinario de su Persona y su total evidencia. Y digo que más sabias me suenan, porque lo compruebo diariamente en el ruedo de la vida ante tanta credulidad y ceguera. Y no estoy diciendo que yo tengo la verdad y tú no, sino que lo evidente es que la verdad esté en la búsqueda del bien común y en la renuncia total de si mismo para darse a los demás. Y eso no concurre en ningún personaje de la historia, sino en la Persona de JESÚS.
Es, por lo tanto, merecedor de una mirada más detenida y más razonada. Porque a la hora de manifestarse, nos adherimos con más confianza a los criterios más cercanos y poco trabajados y razonados, que a todo un magisterio tradicional y detalladamente construido sobre la Palabra testimoniada y escrita y la comunicada, a través del tiempo, de la Tradición del pueblo. Algo así ocurre con el aborto: ante la demostrada vida, desde el punto de vista científico, los intereses dicen que no hay vida; igual dicen que no hay Resurrección, y sin aportar nada, ni científico, ni de razón evidente, se confiesan partidarios de sus propias teorías arbitrarias y sin fundamento.
Hay cosas que, sin ser demostrables empíricamente, si son evidentes y de total credibilidad aunque no se puedan palpar, ni ver. Por ejemplo: la confianza existe. Ese concepto con el que definimos la confianza está ahí y es evidente. Y gracias a ello somos capaces de subirnos a un avión si percatarnos, ni desconfiar que el Sr. Piloto puede no estar en condiciones de pilotar el avión. Me fío y subo con plena confianza al avión. Y esa línea podemos decir muchas más cosas...
Igual me fió, en este caso con más razones históricas, y también, de ahora, presentes, de la existencia de JESÚS. Pero, para no extenderme más voy a centrarme en el tema que nos ocupa.
La Teología, ciencia que estudia el objeto final de cuanto existe, evidencia que el motivo de realizar algo, es para obtener un fin que se persigue, es aquello que nos mueve a actuar, a hacer o crear. Por ejemplo, al inventar la silla, fue para sentarnos en ella; al inventar la ropa, fue para proteger nuestros cuerpos de las inclemencias del tiempo.
Siempre se crea algo, para obtener un fin que siempre se halla en el futuro inmediato; ¿acaso un arquitecto crea un edificio para después abandonarlo? Luego entonces, si el Creador ha normado su Creación ( el Universo y el Cosmos, con leyes que lo regulan y mantienen), es evidente que haría lo mismo con sus creaturas, tal como un padre, un empresario o jefe de estado responsables, establecen normas de conducta, para garantizar el éxito y armonía familiar, de la empresa, o del estado.
Para DIOS, ¿todas las religiones son iguales? No puede haber sino una religión verdadera, porque una religión que no contenga la verdad del Creador, será una religión incompleta e incorrecta, por estar sustentada en interpretaciones erróneas que distorsionan Su Verdad, Su Ser, Su Intención. ¿Acaso un padre no corrige el error que puede extraviar a sus hijos?
Y ahora me pregunto, Sr. Isaak Asino, siguiendo su buena voluntad de conducirme por el camino de la verdad que usted busca, ¿JESUCRISTO es DIOS? Los cristianos, como yo, dirán que sí. Los judíos, su propios paisanos, que no, y los mulsumanes, que fue un profeta. Los budistas, cabalistas, cataros, espiritistas, gnósticos, lamas, masones, metafísicos, new age, swamis, wiccas, yoghis, los autoproclamados grandes iniciados, usted Señor Isaak... etc., todos ellos dirán que fue un hombre común que desarrolló al máximo sus facultades mentales-espirituales, sus chacras y canales que todos poseemos.

