Es evidente que ante los hechos y la realidad debemos actuar en consecuencia. Pero, a veces no es así, cuando los intereses miran hacia otro lado se trata de distorsionar la realidad, y acomodarla a mis intereses. Eso no es una opinión sino una realidad que ocurre casi a diario en la vida que nos rodea.
Hay situaciones familiares, laborales, paternas y filiales, sociales inclusos penales y juridicas ...etc., que se distorsionan de forma injusta e irreal para darles el acomodado lugar según mis propios intereses. Todos sabemos de lo que hablamos, y tratándose de vidas humanas resulta incomprensible lo que está ocurriendo en este mundo que nos ha tocado vivir.
La vida se programa y se decide por algunos, más interesados en enriquecerse y acomodar sus vidas según sus pasiones, apetitos, comodidades, gustos y deseos, que por la voluntad de ser justos, buscar la verdad y amar tal y como a ti mismo te gustaría que te amaran.
Esta nueva investigación debería cambiar inmediatamente y radicalmente esas condenas a muertes a la que están sometidos y condenados muchos niños en el vientre de sus madres.
Informa al Congreso Europeo de Farmacia Hospitalaria
Un equipo investigador español confirma el carácter abortivo de la píldora del día siguiente
El investigador y farmacéutico Emilio Jesús Alegre
del Rey ha presentado en el Congreso Europeo de Farmacia Hospitalaria,
que acaba de terminar en París, un trabajo sobre la llamada «píldora del
día siguiente». El estudio clarifica con rigor los mecanismos de acción
de la píldora, tomando los datos de la última revisión sistemática
existente, realizada en el 2011.
(PpE) En síntesis, el trabajo Informe sobre la píldora del día siguiente cuantifica los mecanismos de acción de la llamada y su eficacia global clarifica que la píldora del día siguiente (PDS):
- Evita la ovulación, pero sólo lo consigue de forma significativa si se toma al menos dos días antes de que ésta vaya a tener lugar. Así que, si éste fuera el único mecanismo de acción, sería imposible reducir mucho la probabilidad de embarazo, puesto que el día de la ovulación y el anterior constituyen la fase de máxima fertilidad del ciclo.
- La PDS reduce la probabilidad de embarazo, y resulta que es, como mínimo, el 65%. Así hemos podido estimar, sobre la base de trabajos previos que al menos el 35% de su efecto -y puede que el 50%-, lo ejerce por acciones posteriores a la fecundación. En definitiva, eso significa que la PDS produce en muchos casos un aborto precoz porque elimina un embrión.
- El estudio demuestra que es falso que la PDS tenga solo efecto anovulatorio, es decir que impida la ovulación porque el efecto anovulatorio ya no funciona en el día previo a la ovulación; por ello entran en acción los mecanismos post-fecundación. Pero, incluso en los días anteriores (-2 a -4), aunque casi siempre se consiga parar la ovulación, no siempre es así. Y cuando no se consigue, se producen otras alteraciones que podrían impedir la implantación. Eso sin contar que distinguir si a una mujer le falta 1 día o 2 días para ovular no parece muy realista en la práctica clínica.
- Este estudio debería modificar la última valoración de la Federación Internacional de Sociedades de Ginecología y Obstetricia (FIGO), que negaba el efecto abortivo de la PDS basándose en estudios en animales, cuyo ciclo no tiene nada que ver con el de la mujer, y en el trabajo del grupo de Noe, que analizaba 35 mujeres que tomaron la PDS en fase postovulatoria, sin realizar análisis estadístico. El estudio presentado en París demuestra el efecto post-fecundación, por lo que la FIGO debería actualizar sus conclusiones.
- Sobre si la probabilidad de embarazo se reduce como mínimo en dos tercios tras recibir la PDS, el estudio demuestra que, tras una relación sexual, la toma de la PDS reduce al menos en un 65% (aproximadamente dos tercios) la probabilidad de embarazo. Y otro hecho comprobado es que, sin embargo, disponer de la PDS, incluso facilitarla sin receta para que se use más, no reduce los embarazos imprevistos en la población. Es algo bien conocido en la comunidad científica; la explicación de esta paradoja se desconoce; algunos autores piensan que puede ser debido a que tener un «plan B» puede inducir a aceptar mayores riesgos en el comportamiento sexual, sobre todo en los jóvenes. Por tanto, estamos produciendo abortos precoces, exponiendo a miles de mujeres a reacciones adversas y gastando recursos para nada, excepto para beneficiar económicamente a una empresa.
Como explica la Dra. María Alonso, coordinadora del Área de Medicina
de Profesionales por la Ética, «la investigación de Emilio J. Alegre
implica consecuencias bioéticas evidentes ya que al tener la PDS un
efecto abortivo, debemos afirmarlo con claridad. En España se sigue
dispensando sin límite de edad ni prescripción médica, lo cual resulta
una barbaridad desde el punto de vista médico y bioético».
1 comentario:
Por desgracia es así. Se venden y se publicitan como contracepción de emergencia, pero tienen también un efecto abortivo, y es importante que las mujeres que las consumen lo sepan.
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