Estamos convencido de eso, nos llega el momento, o la oportunidad. Todos esperamos una oportunidad en nuestra vida, pero ocurre que quizás muchos no la advertimos o nos pasa por delante sin apenas notarlo. Es algo parecido a algún temblor, que para unos tuvo notoriedad y lo sintieron, y para otros no fue sino una noticia que advirtieron por el boca a boca de algunos amigos.
Las cosas se suceden en nuestra vida, pero muchas no son advertidas. Creo que en eso todos coincidimos. Sin embargo por eso no dejamos de tener nuestro momento, pero la cuestión es aprovecharlo. Y de eso se trata en esta nueva reflexión. ¿Cuál es el verdadero sentido de la vida?
Porque aprovechar, aprovechar, se puede muchas cosas, pero lo verdaderamente importante cuesta y se hace más difícil de descubrirlo y discernir su valor. Hay dos características que suelen, en mi humilde opinión, ustedes podrán ofrecer más, ser claves para estos momentos. Primero, que esa oportunidad tenga el valor de ser auténtica, verdadera. Es decir, que esté apoyada en la verdad y sea para nuestro bien. Un bien en verdad será algo que nos hará y vendrá muy bien.
Y segundo, que ese bien en verdad se prolongue en la eternidad. Porque buscar algo que tenga sus días contados, será una oportunidad fallida y, a pesar de ser buena, será caduca y finita. Eso no nos llena plenamente. Por lo tanto, habrá que seguir buscando.
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