Ocurre que cuando queremos nos volvemos más tolerantes y generosos en saltarnos reglas y normas que nos impida lograr ese objetivo que deseamos. Todos sabemos que somos capaces de no cumplir lo establecido por beneficiarnos. Y eso sólo demuestra una cosa: "Somos débiles y estamos tocados por nuestra humanidad limitada y pecadora.
Y eso lo sabe el diablo y juega esa partida con ventaja. Es muy listo y sabe esperar su momento para ganarnos y vencernos. Porque cuando la corriente nos es favorable, nos dejamos arrastrar y nos perdemos y olvidamos de todo lo demás. Se nos cierran los ojos y no vemos, y en la oscuridad estamos perdidos.
Aparentemente perdemos el miedo y nos apoyamos en la técnica. No afrontamos la situación y pensamos que seremos perdonados porque Dios nos quiere mucho. Mientras vivimos nuestra vida sin más, pensando que nosotros somos unos tíos estupendo. Ni nos preocupamos por leer y conocer su Palabra y simplemente nos limitamos a interpretar según nos convenga.
Dios es Amor y seguramente tendrá compasión de nosotros. Pero no recabamos que esa compasión exige arrepentimiento, humildad y esfuerzo por vivir ese Amor que Dios nos da y nos exige darlo. Posiblemente habrán muchas sorpresa: "muchos primeros que serán últimos, y muchos últimos que serán primeros".
Sólo quien es capaz de mirarle, aceptarle como Padre y Señor y vivir en el amor, será capaz de recibir su Misericordia y su perdón. Tenemos tiempo para reflexionar, pero no lo dejemos para mañana, pues no sabemos si hay mañana.
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