Desde este enunciado
podemos de nuevo afirmar que el hombre busca ser feliz. Ser feliz que se
concreta en tener salud, satisfacer todas sus necesidades materiales y
espirituales y sentirse plenamente realizado. De modo que teniendo todas sus
necesidades satisfechas, su felicidad no queda plena si no está en paz y siente
haberse realizados plenamente.
Experimentamos que
el hombre busca algo más que la simple satisfacción. Dentro de sí mismo hay un
deseo de eternidad y experimenta que en este mundo eso no lo podrá realizar. Vivir
pues amargado o resignado a morir y a dejar todas sus esperanzas insatisfechas
e irrealizadas.
¿Qué hacer, Resignarse
o buscar, llamar y tocar? Esa es la cuestión. Y el único camino es creer en
Aquel que responde a tus inquietudes y esperanzas y te ofrece ese Camino,
Verdad y Vida. Porque todas tus esperanzas están y responden a sus promesas y a
su amor incondicional y misericordioso. Co viene conocerle, escucharle –
Evangelio – y encontrarle. Porque no está muerto, vive y camina a tu lado. Te
habla y escucha y responde a tus preguntas y deseos porque quiere satisfacerte,
salvarte y hacerte feliz. Exactamente lo que tú buscas.
Vale la pena escucharle y experimentar su presencia. Está a tu lado y te escucha. ¡háblale y espera su respuesta. Ten paciencia, Él sabe cuándo, dónde y cómo responderte. Confía y ten paciencia. Te por seguro que busca lo mejor para ti: tu felicidad eterna.
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